Terminó mi última clase y sonó la campana que indicaba la salida. Salimos de la escuela en grupo pero nos separamos de Abril y Julieta en el paradero de buses ya que ellas se iban por otro lado, en cambio Bryan y Thomas vivían cerca a mi edificio, Mery se iba a la estación del tren que quedaba por ahí así que la acompañamos hasta la estación y esperamos a que tomara su tren para después irnos. Mientras caminábamos me dio hambre, vimos un Starbucks y entramos. Thomas no quiso pedir nada, Bryan se pidió un smoothie y yo me pedí un frappuccino de caramelo y un brownie, nos sentamos en una mesa que estaba junto a la ventana y nos pusimos a conversar. Luego de un rato vi a Zack caminando hacia acá, entró y fue directo a la caja donde atendían, no se dio cuenta que estábamos ahí hasta que se volteó y nos vio.
– ¡Hey! — gritó acercándose a nosotros. Tenía en sus manos un frappu igual al mío.
– ¡Zack! – gritó Bryan, y luego chocó los puños con él. Sí, ellos son muy amigos, pero Bryan no paraba mucho con él porque no le caían bien algunos idiotas del grupo Zack y Marcus por eso solo se juntaban en las prácticas de fútbol que tenían. En cambio Thomas no era muy amigo de Zack ni de Marcus que digamos.
– ¿Qué hacen aquí? – preguntó Zack. No sabía si responder o no así que rápidamente corté un trozo de brownie y lo metí en mi boca para no tener que decir nada.
"Que astuta soy."
Bryan se dio cuenta de lo que hice y me sonrió.
– A Maria Fernanda le dio hambre y por eso vinimos. – respondió Bryan mientras yo seguía masticando mi delicioso brownie.
– Bueno ya me voy. – dijo Thomas algo incómodo. No había dicho ninguna palabra desde que llegó Zack. – ¿Vienes Bryan?
– Sí – respondió y se levantó de la silla.
"Esperen, ¿y yo?"
Tragué el trozo de brownie lo más rápido que pude para ahora sí poder hablar.
– ¿Me van a dejar sola? – los miré fulminante.
Zack sonrió y los miró de reojo.
– Es que jugaremos PES 2016 en su casa. – dijo Bryan haciendo pucheros mientras que Thomas solo nos miraba. – Además no estás sola, aquí está Zack.
– No te preocupes, yo me quedo con ella. – dijo Zack.
"No, claro que no."
Bryan nos sonrió, Thomas nos miró raro y yo los miré amenazante. Segundos después ya estaban casi trotando hacia la salida.
Malditos hijos de su madre.
Zack y yo nos quedamos mirándonos sin saber que hacer.
– Okey... – dije rompiendo el incómodo silencio. – Ya me voy. – me levanté para irme pero me detuvo agarrando me del brazo.
– ¿Vives cerca de aquí? – preguntó aún agarrando mi brazo.
– Sí... – dije intentando soltarme disimuladamente.
– Vamos, te acompaño. – me soltó.
– No gracias, puedo irme sola. – respondí y seguí avanzando hacia la puerta. No quiero ir con él, no es que me caiga mal ni nada es solo que si lo hago Mery se enterará y mañana me romperá los tímpanos gritando lo "hermoso" que es Zack y de nuevo pasaremos todo el almuerzo hablando de él. A veces ella puede ser tan insoportable, pero así la quiero.
– Pero yo quiero acompañarte. – me volvió a tomar del brazo.
"¿Ah?"
– ¿Por qué? – dije con una expresión de duda en mi rostro.
– Porque... – no supo que decir. – quiero conocerte un poco más.
Sonrío.
– Ajá... – dije sarcástica. – Estoy apurada, lo siento. – traté de quitarlo de mi camino empujándolo pero me fue imposible. Es demasiado fuerte.
– En serio, además podría mostrarte la ciudad e ir conversando.
– Gracias pero, como ya te dije, estoy apurada. Lo siento. – dije con algo de lástima. Se estaba portando tan lindo conmigo y yo tan mala con él.
– No te hagas la difícil, bien que quieres. – dijo sonriéndome.
Cambié de opinión, no es lindo, es un idiota, un completo idiota.
Lo miré alzando una ceja.
– Ni que fueras Zack Efron. – dije mirándolo de arriba a abajo.
– No, pero me acerco. – sonrío y se acercó a mí.
"Ni a los talones, querido, ni a los talones."
– Quítate idiota. – lo empujé mucho más fuerte que la primera vez y salí de Starbucks dejándolo ahí parado mientras veía como me iba.
"¿Y este pendejo que se ha creído?"
ESTÁS LEYENDO
Todo comenzó con un juego.
Ficção AdolescenteMafer es una chica de 16 años que se muda a New York porque a su madre la transfirieron. Esa ha sido su vida durante los últimos 7 años, mudarse de un lado a otro. Llega a su nueva escuela a mitad de año y conoce a Mery, Thomas, Bryan y Kiara quiene...