Capitulo 5

38 8 0
                                    


Cúbrete con algo.-le reproche mirando para otro lado.
-Pues no me mires, esta es mi casa.-me habló duramente.
-Bueno, ya te calmas chico.-le advertí regresando mi mirada a él.- en serio, respeta un poco a la gente-
-Ya si como digas.-tomó un vaso de agua y se retiró.- Y luego quiero hablar contigo Rosalie-
-¿Siempre es así?-pregunté agarrando una galleta.
-Desde que tuvo una pelea con sus padres y ellos lo obligaron a irse de la casa trayéndolo para acá-
-Woow yo no sabía eso-
-Pero no le gusta hablar del tema, lo pone de más mal humor-se sentó junto a mí.
-Pobre.-baje la cabeza- Debe de ser muy duro.
-Sí, y más cuando ve que su padre se ha quedado con su hermana más chica y no lo deja verla-

-Pobre-mi mirada se tornó triste- no me gustaría estar en esa situación, aunque la mía no es muy diferente-
-¿Por qué?-preguntó sentándose a mi lado.
-Perdí a mi madre cuando era apenas una niña y mi padre falleció el otro día, fue cuando me trajeron aquí-
-Ohh, lo siento mucho.-hizo una mueca de tristeza.
-Espero que algún día Andy y yo podamos ser por lo menos amigos, me gustaría entablar una relación amistosa con él. Se ve buena persona.-quise cambiar el tema.
-Yo creo que sí, es más ya pasara, tú solo se paciente chiquita. Él está muy dolido-
-Pero...no entiendo ¿Qué fue lo que paso con sus padres?-
-Mira... su padre estaba siempre trabajando, es un hombre de mucho dinero y mantenía a su familia muy bien. Andy tenía unos 18 años cuando sus padres decidieron divorciarse, pero su madre no trabajaba porque no lo necesitaban. La pequeña Natalie tenía 6 y cuando veía que sus padres se trataban tan mal se ponía muy mal y su único consuelo era Andy. Lo que pasó fue que su padre intentó dejar a la madre de Andy y Natalie en la calle y sin un centavo y ahí fue cuando él no soportó la situación y comenzó a defender a su madre para hundir a su padre y que ella no quedara devastada. Entonces su padre se enfureció tanto porque peleaban todos los días y él ya no soportó más y amenazó con irse de la casa y ahí fue cuando su padre lo echó. Y se vino a vivir aquí, luego se enteró que sus padres siguen juntos.
Su padre siempre viene y hablan, ya no se llevan tan mal pero el joven Andy le guarda rencor, su madre también viene pero de vez en cuando y a respecto a su hermana menor que ahora tiene 8 y no la dejan ver a su hermano, es como un castigo para Andy por haberse comportado de esa manera con su padre-
-Wooow pobre, en serio eso debe ser feo.-tomé la última galleta.-Ahora entiendo su falta de afecto-
-Bueno ahora ya sabes para cuando no te demuestre que tiene sentimientos.-me sonrió y se levantó de la silla- ya ve a descansar porque es tarde.-besó mi mejilla.

Llegue a la habitación y me puse el pijama para dormir.
Abrí la ventana ya que el calor era insoportable y no tengo un ventilador ni aire acondicionado.
Me senté en la cama y tomé mi celular, eran las 2:30 de la mañana y tenía sueño pero no podía pegar los ojos.

Cuando desperté el sol daba en mi cara y los pajaritos cantaban sin cesar.
Me levanté y una fina capa de sudor cubría mi frente, decidí bañarme y luego vestirme cómoda, sabía que no íbamos a salir a ningún lado, o por lo menos yo no iba a salir.

Baje las escaleras y me encontré con Andrew sentando a la mesa leyendo una especie de carta.
Refunfuñaba a medida que seguía leyendo y esto me causó gracia.

-¿Qué es lo divertido?-preguntó de mala gana dejando la carta en la mesa.
-Tus quejas.-reí por lo bajo- Y antes de hablarme feo se dice: Buenos días _____ ¿Cómo pasaste tu primera noche en esta enorme casa en la que te pierdes cada vez que sales de tu habitación?-hizo una risita a medida que yo hablaba.
-¿Y bien? Respóndete.-sonreía, eso era raro en él.
-Bien, supongo. Pero hace demasiado calor por la noche
-Ah-volvió su mirada a la carta sobre la mesa- ya luego vemos ese tema del calor-
-¿Qué es?-me senté a su lado.
-Una carta.-me miró-¿no es obvio?-
-¿Por qué te quejabas mientras la leías?-lo observé atenta.
-Tema de grandes.-me sonrió- ¿no vas a desayunar?-
-Supongo.-respondí indiferente- ¿Qué acaso con 16 años soy pequeña?-
-Eso creo-rió- Rosalie-gritó con fuerzas- ¿puedes traerle el desayuno?-
-¿Por qué no eres más sutil?-lo mire extrañada.
-¿Te levantaste con ganas de hacerme preguntas?-rió guardando la carta en el sobre.
-Sí, eso creo.-le regalé una sonrisa.
-Bueno, pues déjalo para más tarde porque debo irme-
-¿A dónde?-
-No quiero interrogatorios.-se levantó de la mesa.

La bella y la bestia (Andy Biersack y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora