Capítulo 1: El centro comercial

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El despertador sonó por tercera vez en la mañana. Ya eran más de las siete y se suponía que ella debía ir al colegio. No era una escuela cualquiera, se trataba del colegio más caro y prestigioso de París. Una Boucher no podía asistir a cualquier escuela de baja categoría.

Si tuviera que describir su vida, Serene la definiría como el producto de combinar "Adicta por las compras" y "Rapunzel". Vivía en una casa enorme, la cual sus padres habían constituido con el arduo trabajo mental que significaba desarrollar una revista de moda y una casa de diseño, sin embargo no podía salir de aquella casa a menos que fuera para algo estrictamente necesario; y aun así si padre tenía que acompañarla.

Serene Boucher se levantó para apagar aquel aparato y, acto seguido, se cambió de ropa por el estilizado uniforme de aquel prestigioso colegio. Pero no todo podía ser malo en su vida, sus padres habían amasado una fortuna y ella había cumplido la mayoría de edad, se encontraba en el último semestre de su carrera y, aún mejor, su padre le había permitido ir de compras con su mejor amiga.

Sonaba injusto que a sus veintiún años su padre fuera tan estricto con ella, pero la verdad es que la última vez que había salido sola su padre terminó pagando una enorme cantidad de dinero porque su hija se había excedido comprando toda clase de cosas que, ante la mirada de un hombre, no eran mas que cosas frívolas e inútiles, es decir, ¿para qué necesitaba el mismo modelo de brazalete en tres matices diferentes de rosa?

Ella le echaba toda la culpa a su mejor amiga Pauline, una chica que conoció en su adolescencia y que le había demostrado ser tan fanática de la moda como ella. Si Serene tenía una seria obsesión con los accesorios, Pauline era fanática de los zapatos.

La vida de estas dos mujeres era la envidia de las redes sociales. Miles de seguidores en instagram hacían crecer el ego de éste par con comentarios como: «Qué envidia», «¿Por qué no puedo verme así?», «¿A quién debo vender mi alma para ser como tú? ».

Una vida de ensueño en un lugar alucinante como París. Ella tenía más de lo que necesitaba, pero lo justo para desenvolverse en el ámbito en el que laboraba.

―¿Qué hay para desayunar? ―interrogó Serene mientras acomodaba su cabello para que el flequillo no le cubriera los hermosos ojos verdes que había heredado de su madre.

―Su padre me ha indicado que le preparara algo balanceado, así que hoy tenemos jugo de naranja, ensalada de lechuga con higos, un caldillo de jitomate con queso, un poco de café y una pieza de pan. También me pidió que le recordara que hoy tiene una cita importante con la señorita Pauline ―respondió la sirvienta mientras se colocaba a un lado de la escalera para que Serene pudiera pasar al comedor.

―¿Es que papá me quiere convertir en un cerdo?, estoy a dos meses de poder ser el platillo principal ésta navidad ―murmuró inconforme.

Sus padres exageraban, ella ya no era una niña, podía ser responsable de su propia vida.

Terminó todo su desayuno, recogió el bolso donde guardaba sus útiles escolares, y salió al garage para que el chofer la llevara a la universidad.

Saint Germain Des Prés era la mejor institución que sus padre pudieron pagar para no tener que mandar a su hija a otro país, ni siquiera la querían dejar mudarse a otra ciudad.

―Señorita, su padre me ordenó que la recoja después de sus clases para llevarla al centro comercial, ¿debemos esperar a alguien más? ―preguntó el chofer mientras maniobraba para estacionar la camioneta entre dos autos compactos.

―Esperaremos a Pauline y nos iremos, si vas a M&M dile a mi padre que ésta vez no me excederé en las comparas, que puede evitarse la molestia de ir a espiar qué es lo que hago.

Amor por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora