—Te necesito
—Pero tú...t-tú dijiste que no necesitabas a nadie...
—Eso es cierto—Maldita sea, eso dolió.
—¿Entonces por qu
—Pero tú no eres nadie.Tú lo eres todo para mi y con un infierno sí no estoy dispuesto hacer lo que sea necesario para que te entre en tú obstinada y necia cabeza que te quiero,y que aún que tú lo niegues se que tú también me quieres,así que rindete de una vez nena,por que no pienso dejar que te alejes de mi nunca.
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Dulces Palabras, Versos Amargos.
PoesíaHoy compre un nuevo cuaderno de tapa dura y muchas hojas, uno mas que pronto sera otro de tantos apilados junto al mueble al lado de mi cama. Esto que estas leyendo no son mas que mis delirios, resultados de otra noche de no poder dormir por pensar...