Riachuelo escondido

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Aún recuerdo como si fuera ayer lo que paso aquel día de primavera en que mi novio y yo experimentamos algo distinto, algo que me lleno de satisfacción junto al placer.

Era doce de noviembre, el día había estado caluroso desde la noche anterior por lo que decidimos levantarnos a eso de las once de la mañana, mi novio dijo que quería hacer un picnic en el cerro que estaba a pocos minutos de donde vivíamos a lo cual yo accedí porque sentí que sería genial el hacer algo distinto, preparamos muchas cosas ricas y livianas para comer, a estar listos nos pusimos en marcha hacia nuestro día de picnic, llegamos a la base del cerro y el me señalo un camino que al parecer era poco transitado, me dijo que fuéramos por ahí ya que quizás habría menos personas, después de varios minutos de caminar y caminar bajo aquel caluroso sol primaveral llegamos a un lugar bastante lindo además de privado, habían árboles frondosos que daban mucha sombra, un rio con agua cristalina bien fría cosa que era estupenda para esa calor, el pasto verde le daba el toque final a aquel bello lugar, pusimos una frazada que traíamos en el suelo y nos sentamos a comer para después de terminar descansar un momento.

Creo que deben de haber pasado alrededor de unos quince minutos desde que habíamos terminado de comer cuando él me propone que tengamos un pequeño juego sexual en aquel lugar, viendo el momento la privacidad de aquel riachuelo yo accedí a su capricho, seguí recostada sobre la frazada que teníamos en el suelo, él se puso de costado mirándome de piel a cabeza lentamente lo cual me ponía nerviosa por esa risilla que tenía en su rostro, comenzamos a besarnos y sentí como su mano se deslizaba poco a poco por mi cuello hacia abajo tocando mi pecho, jugando con mis senos y mis pezones por sobre mi blusa lo que me hizo soltar un pequeño gemido mientras nuestros labios seguían unidos en aquel beso, comenzó a des-abotonarla calmadamente desde abajo hacia arriba hasta que ya no quedo ninguno, abrió mi blusa de par en par suavemente dejando al descubierto aquel sensual brasier negro con encajes que llevaba puesto, dejo de besarme unos instantes para contemplar mi pecho casi al descubierto y soltar una pequeña sonrisa lo que me puso roja de la vergüenza sobre todo cuando me dijo que tenía un cuerpo hermoso, volvió a besarme mientras una de sus manos recorría mi pecho y bajaba por mi abdomen hasta llegar a mi pantalón donde con delicadeza lo desabrocho, no podía estar más nerviosa y un tanto excitada por lo que estaba haciéndome ya que era la primera vez que pasaba esto entre nosotros, lentamente y usando ambas manos me quito el pantalón dejándome solo en ese diminuto calzón negro que hacia juego de sensualidad con mi brasier, se puso frente a mi abriendo mis piernas de par de en par para comenzar a besar mi abdomen con mucho cariño mientras tocaba mis muslos por la parte exterior con ambas manos tomándose su tiempo mientras las dirigía hacia mi zona intima, se sentía exquisito el ser tocada por él, tanto que mis manos se movieron solas para hacer que su cabeza bajara hasta tener mi vagina aun cubierta frente a su boca.

Podía sentir su respiración en mi clítoris a través de la delgada tela de mi calzón lo cual me daba un cosquilleo que recorría mi cuerpo, paso sus brazos por abajo de mis piernas y con sus manos toco mis muslos mientras las levantaba dejándome en una posición bastante vergonzosa, él soltó una pequeña risa coqueta antes comenzar a pasar su lengua por encima de la tela, la pasaba una y otra vez desde abajo hasta mi clítoris de una forma muy exquisita lo cual hacia que me humedeciera cada vez que él lamia, empecé a dejar de pensar con claridad mientras me rendía a la lujuria, tanto así que mi mano se novio por su cuenta para correr la pequeña tela y dejar mi vagina al descubierto frente a su boca, siguió lamiendo pero esta vez también aprovechaba de meter su lengua dentro para mayor placer mío y de chupar mi clítoris lo que me dejaba más excitada aun, oh dios esto era increíble, quito mi pequeño calzón y sus labios volvieron a juntarse con los míos mientras se ponía al lado mío, empezó a acaricia mis muslos para poco a poco abrir mis piernas dejando mi vagina al rose del aire, bajo su mano hasta que puso sus dedos en mi clítoris para masturbarme, lo que me hacía era demasiado bueno, tanto que me dejaba tiritando mis piernas y eso que aún no había metido sus dedos en mí.

Cuando por fin comenzó a meter sus dedos lentamente en mi vagina se sentía realmente bien, poco a poco iba subiendo la velocidad con que lo hacía junto a la intensidad del movimiento de sus dedos, oh demonios esto se sentía realmente estupendo, mi cuerpo estremeciéndose por la masturbación que me daba mi novio, no podía haber nada mejor o eso creía hasta que empezó a hacer una cosa rara para mí ya que no sabía qué hacía con sus dedos pero podía explicar el placer que me daba solo con ver mi cuerpo estremeciéndose junto a los gemidos que salían de mi boca sin parar, quería más y más de lo que me hacía, incluso se lo pedía entre gemidos, viendo mi deseo comenzó a bajar nuevamente su boca hacia mi vagina sin detener el movimiento de sus dedos, ya casi sentía que me venía de lo exquisito que se sentía, oh demonios mi cuerpo no dejaba de estremecerse con cada cosa que me hacía hasta el punto de cuando empezó a jugar con su lengua en mi clítoris y sus dedos dentro mío, llegue al orgasmo de una forma increíble, tanto que todo mi cuerpo se estremeció además de quedar temblando por aquella experiencia.

Mientras aun temblaba él se acercó a mi odio para decirme:

-La próxima vez será aún mejor, será bajo las estrellas siendo alumbrados por la luz de la luna junto a una fogata que calentara el ambiente que será testigo de nuestra pasión.

Historias de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora