Prólogo

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Era un lunes, frío y húmedo. La lluvia desapareció por suerte  -odio el mes de noviembre cálido y frío a la vez- Entré a mi salón bastante abrumada quizás por el clima, me senté en mi lugar de siempre, los demas entraron a mi vez junto con mi mejor amiga Kath quien estaba coqueteando con no se quién -de hecho es mi compañero pero no sé su maldito nombre, es mitad de año y nunca lo recuerdo-

Se sentaron todos en cuánto el profesor entró, junto con un chico nuevo, quién tenia rasgos asiáticos, por eso me resultó curioso saber quién era aquel chico.

¡Oh Vamos, esta vez memorizaré su maldito nombre, aunque sea difícil de pronunciar!

—¡Sentados todos! —ordenó el profesor de historia—. Les presento al compañero nuevo de intercambio que estará compartiendo con ustedes, chico preséntate y di quién eres.

¿El profesor se burla al hablar con señas o el no entiende español?

—Entiendo español, no se preocupe — sonrió haciendo que todos rían, menos yo -no le veía la gracia-, el profesor le miró mal obligándole a que se presente—. Esta bien, me presento, mi nombre es  Kim Min Hyuk, tengo 17 años ¿Y soy nuevo?

Fatalmente gracioso resulto ser el asiático, lo veia tímido al principio.

Todos reían de nuevo -seguía sin verle la gracia a aquello- pero había algo en él que me llamaba la atención -no su forma tan aburrida de hacer reír a los demás- sino su manera de vestir y también su apariencia. Era un chico un tanto distinto -no por ser extranjeroaunque si- , vestía una camisa mangas largas a cuadritos de color negro y rojo con unos jeans ajustados de color negro, en verdad se veía lindo. Tenia unas botas negras y una chaqueta también -no se porque si el clima digamos que era un tanto cálido- era blanco, muy pálido que es común en los asiáticos. Ojos marrones, cejas gruesas, el pelo medio rizado enfrente, en realidad le quedaba tan bien agh. Si que era un tipo distinto, y de hecho si; me resultaba atractivo, -me estoy volviendo loca, si- con su vestimenta e incluso su sonrisa cuando comenzó a decir estupideces, era un chico lindo, él me llamó la atención.

¿Desde cuando me gustan los asiáticos? Agh.

Katherine, sentada casi alado mío me tiro un papel para que la mirara a ella en cuanto el chico nuevo Min no se qué, se sentó.

—¿Qué quieres? —pregunté en voz baja—. ¿No ves que el amargado nos va a retar?

El profesor era el amargado, si.

—¿Te gusta el nuevo? —sonrió con una mirada pícara—. ¿No es asi?

¿Quien te dio permiso de adivinar lo que pienso? Yo no.

—No es así, no me gusta —negué firmemente, a punto se sonrojarme—. ¿Por qué lo dices?

A punto es poco.

—¿Por qué lo mirabas tanto? —preguntó de nuevo con esa mirada coqueta—. Conozco esa forma que tienes de mirar cuando alguien te atrae.

Nah

—Lo estás imaginando, Kath —negué nuevamente, jamás admitiría que me atrae y menos en sala de clases —. El no me gusta, no es mi tipo.

Típicas excusas de una chica mintiendo cuando le gusta alguien, nunca crean el "no es mi tipo"

Aunque los asiáticos no son mi tipo, me estoy contradiciendo.

¿Porque me atrae alguien que no es mi tipo?

—Esta bien —respondió— Porque a mi sí

El no es tu tipo, frena tu carro Kath.

—¡¿De verdad?!—pregunté tan fuerte que hice que los demas alcanzaran a oírme, incluso el profesor amargado.

—Collins ¿Te gustaría compartir lo que estabas hablando mientras yo daba mi clase? —preguntó la típica pregunta de profesores amargados cuando escuchan hablar a un alumno—Me gustaría saber que es mas importante que la independencia de nuestro país.

Muchas cosas, muchas.

—Disculpe profesor, ya no lo haré —respondí avergonzada—. No seguiré hablando mientras usted da su clase

La típica respuesta.

Me senté, todos me miraban.  Pero la mirada de Min (no se el resto de su nombre) estaba muy puesta en mi, incluso cuando los demás pararon de hacerlo.

Si, ahí si me sonrojé.

My big lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora