Capítulo 20 - Historias nocturnas

50 5 1
                                    


Estaba como en un interrogatorio. Sus preguntas cada rato, ¿Que haces aquí? ¿Por qué en mi casa? ¿Por qué tan sucia? ¿Por qué asustate a mi perro?

«Huyendo como estúpida»

«Por ser tonta y caer en cualquier lugar»

«Por no saber utilizar mis propias trampas»

«Y por ser tan ridícula y asustar a los animales»

¿Sabes? A ti nadie te preguntó nada.

—Eh... eh... eh... —respondí medio nerviosa—. Es una larga historia, demasiado larga.

«Tan larga que hay tigres incluidos en la historia»

—Responde a mis preguntas. —su tono sonó de muy malumorado—. Estoy esperando una explicación.

«Que amargado ¿Por qué será?»

De seguro le abandonó su amante.

JA JA JA.

—A ver, te puedo explicar, tal vez si ¿Pero no ves? Estoy llena de lodo. —respondí molesta—. No puedo estar en contando historias con esto encima ¿No lo crees? Hasta luego, después te cuento.

«Ya te veo contando tu hermosa historia»

Parecía lo más cortante posible ¿Pero por qué le tenía que contar a él lo que sucede? ¿O sea que? ¿Le voy a tener que andar contando mis cosas a un amargado? Si claro, soy buena inventando historias, tal vez en el momento se me ocurra algo creíble, eso si, si no me pongo nerviosa.

«Eso ni tu te lo crees»

¿Por que no te quedas en silencio? Ayudaría a la humanidad

«Es obvio que te vas a poner nerviosa»

Cállate

«Hablar con tu ex de tu otro ex es incómodo, conociéndote te pondrías súper nerviosa»

Estas empeorando las cosas.

Luego de subir por las escaleras que estaban por la pared de mi habitación (que aún no sé ni de donde salió y que hace ahí) abrí la ventana y entre a mi cuarto (la verdad era muy fácil de abrir y ahora sé la razón de como entra a cada rato) por suerte no estaban ni mi madre ni Ed que de seguro se cansaron y se fueron abajo, me fui a bañar porque parecía un cerdo y apestaba a lodo sucio.

Ahora se que se siente, sorry.

Ya era de noche y ni se me ocurrió salir a cenar porque "estaba enferma" y salí de mi cuarto a "comprar remedios", era raro que me hayan creído y no me hayan preguntado lo típico de siempre, pero como estaban tan ocupados no les interesó tanto.

Me puse mi pijama de "I love cats" que me regaló mi tía y me acosté para por fin dormir en paz.

Ya llegando a mi quinto sueño me desperté por un extraño ruido que escuché proveniente de la ventana.

Me di la vuelta asustada por sentir como se habría y alguien entraba.

Adivinen quien era.

Adivinen.

El tarado de Josh.

Maldito.

No me deja ni dormir en paz.

Y eso que aún no inventé mi historia.

«Suerte con inventar una historia de madrugada»

—¿Qué haces aquí?— pregunté prendiendo la luz y hablando bajo—. ¿A esta hora? ¿Por qué?

My big lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora