Capítulo 26 - Malos impulsos

23 1 4
                                    

Estaba de lo más confundida, ya no pensaba en ninguna venganza ni nada, más bien estaba confundida respecto a Katherine, no sabía si era cierto lo que me había dicho sobre Josh, si él estuvo con ella y si de verdad a mi me había engañado.

Que digo a mí, si ni siquiera era yo, era más bien otra persona, quizás más bonita que yo, mejor arreglada e incluso mejor que yo, en fin. No era y nunca fue Alice Collins, no, nunca fue como yo, era otra persona y yo entraba en su cuerpo diciendo y haciendo cosas que Alice Collins nunca haría, haciendo cosas que ella siempre quizo, saliendo libremente si tener el miedo de que alguien la viera, gritando cosas que ella nunca gritaría, yendo a lugares a donde ella nunca iría y saliendo con el chico con el que ella nunca saldría.

En fin, Danielle era todo lo que yo nunca pude hacer siendo yo y disfruté el de ser ella, pero una parte de mi quería ser yo, quería vestir como yo, quería lucir como yo, quería hablar como yo, quería ser yo misma y ser espontánea y al mismo tiempo original, pero nada de eso sucederá con él.

Y si, mañana tendré 18 años y por fin seré la Danielle que siempre quise ser, libre de hacer lo que quiera, sin pedirle permiso a nadie, sin que nadie me prohíba nada por que ya tendría la mayoría de edad.

Estaba ansiosa de que sea mañana, pensaba, planeaba, buscaba todo lo que podía hacer y qué nunca hice por que jamás podía hacer algo sin que a alguien le pareciera malo. Por que con cualquier persona con quien vivía o hablaba tenía ese deber de sobre protegerme, de tratarme como a un bebé en un carrito para que no se soltara y vaya corriendo y choque con un árbol, era difícil de soltarme, por eso quería que por fin todos se den cuenta de lo independiente que puedo ser, entonces tenía que buscar algo para desprenderme y ya no ser dependiente de todos.

Ya sé, un trabajo.

La idea en mi mente hizo que abriera los ojos y me levantara rápidamente, cosa que no hacía muy seguido -bueno, nunca-

¡Eso es! ¡Buscaré un trabajo! ¿Que tan malo puede ser? Digamos, no creo de un sea tan malo.

Claro, y cuando comience a ganar dinero, poco a poco, podré arrendar un departamento donde vivir, yo sola, sin gatos.

Estaba comenzando a armar en mi mente una escena en donde yo por fin me volvía independiente, tenia un hermoso trabajo, ganaba bien, tenia un costoso coche y vivía en un lujoso departamento.

Si, soñar como yo y con una vida así no cuesta nada, es más, es gratis.

Me levanté de mi cama estirando mis brazos y soltando pequeños bostezos, seguía pensando en mi loca idea un poco complicada.

¿En que trabajaría? No se hacer nada, no hago nada productivo.

Ya sé ¿Cuidar gatos? Es lo que he hecho en toda mi corta vida desde que vivo con mi tía

Aunque digamos, soy un poco distraída y puede que arroje tropezando su leche, casi me siente encima de ellos o los meta en un refrigerador en lugar de refrescos

Recordé la escena de cuando pasó eso, una mueca de desagrado se soltó en mi rostro, definitivamente, lo mío no era cuidar gatos.

Pobre gata de mi tía o gato Maddie.

Ahora necesitaba algo que sepa hacer para aplicarlo y usar de trabajo.

Abrí mi closet buscando ropa, pensando y pensando, no hacía nada mas que pensar en que haría de mi vida, agarré una remera color verde esmeralda y la combiné con una falda color rosa pastel, luego agarré un cinturón de color rosa pero era más claro y lo tiré en mi cama junto con mi remera y mi falda.

My big lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora