Lucía cuenta que cuando estaba en tercer grado, en la Escuela primaria Elena Garza Lozano, una tarde en la que ensayaban una ronda infantil en el patio de la escuela, la maestra les dio un descanso, la tarde estaba nublada y fresca, así que decidieron irse a sentar a un lado de la sala de maestros, que estaba al lado del baño de niñas.
La maestra Lila las saludo y se dirigió al baño que estaba destinado para las maestras en mismo lugar que en el de las niñas.
Cuando de pronto se escucharon los gritos de la Profe asustando a Lucía y a sus amiguitas, que claro con la curiosidad de su edad, entraron corriendo al baño, para encontrarse a la maestra tirada inconsiente y con sangre en la cabeza.
De inmediato fueron por ayuda, a sus ocho años no comprendían qué había sucedido, pero lo que si tuvieron claro es que la maestra había sido atacada en el baño de maestras.
Una pequeña brisa empezó a caer, y entre la confusión y el miedo que prevaleció en la escuela, lo sucedido llegó en pocos minutos a oídos de los padres, que se dispusieron a recoger a sus niños y llevarlos a casa.
En la escuela llegó una ambulancia y la policía, esa tarde ya no se supo nada de lo que realmente le había sucedido a la maestra Lila.
Al día siguiente algunas madres de familia se entrevistaron con la directora, a los alumnos no se les informó nada, ya que esa época tragedias como esas no eran comunes.
El misterio de la muerte de la maestra quedó así como un misterio para las mentecitas de los pequeños, Lucía y sus amiguitas tenían miedo de entrar al baño, y preferían hacerlo acompañadas, una tarde en el descanso vieron salir a otras niñas gritando que una muñeca estaba en el baño y que las había querido atacar.
El rumor de la muñeca asesina en el baño de las niñas, que se decía había matado a la maestra, provocó la histeria entre todos los alumnos, Lucía también afirmó haberla visto, así como muchas niñas.
El ciclo escolar estaba por terminar, las madres de familia y la dirección tomaron la decisión de formar grupos de mamis que cuidaran los baños para que las niñas se tranquilizaran.
Así terminó el ciclo escolar, Lucía fue cambiada de escuela, pero lo que recuerda es la sensación macabra de haber visto a la maestra muerta, esa nunca la ha olvidado.
Lo cierto es que muchos años después, Lucía se enteró que la maestra Lila había sufrido un infarto y se había golpeado la cabeza, más nunca se supo que provocó el susto de la maestra muerta.
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Horror Stories
RandomAquí encontrarás cualquier tipo de leyenda incluyendo arruina infancias...