Ray estaba lleno de sangre, creía que lo perdía. Mi cara, llena de lágrimas, estaba blanca. Volvieron por él, quedándome sola y desmayada en el suelo. Alex, el chico rubio, me ayudó. No era tan malo como pensaba.
Una vez, en el hospital, me quedé en su habitación hasta que despertase. Le hablaba, aunque estuviera dormido, me sentía mejor haciéndolo.
Una noche, cuando todos se había ido, me quedé en la habitación del hospital donde se encontraba Ray. Estaba dormida y...cuando me desperté, mi corazón empezó a latir rápidamente. ¡Había despertado!
- ¡Rayyy! ¡Dios mío! ¿¡Estás bien!?
- ¿Dónde estoy?
- ¿No te acuerdas? Te clavaron un cuchillo y ahora estás en un hospital
- Ostia es verdad, ¿estás bien?
Mis lágrimas seguían cayendo y deslizándose por mis mejillas. Él me dio la mano para calmarme.
- Estoy aquí, celosa. No tienes por qué preocuparte. Piensa que esto ha sido sólo una pesadilla
- ¡Idiota! No ha sido una pesadilla, creía que te perdía. He pasado mucho miedo
- Bueno, pero lo importante es que no me has perdido, no estés mal
- Te quiero amor mío
- Te amo
No tenía más deseo que volver a besar sus labios, sentirle cerca y saber que estaba bien y que no iba a separarse de mí.
Dos años después...
Ya tenía 18 años, se podía decir que era mayor de edad. Estaba estudiando magisterio en Madrid, pero no, no vivía en mi casa. Me había mudado a un piso con mis amigas. Quería ser un poco más independiente, pero seguía visitando a mi madre casi todos los días. Sonia, Lucía y yo vivíamos en la misma calle que Ray, Samuel y David (el amigo/novio de Lucía)
Estaba tirada en la cama leyendo el libro que me habían regalado pero me interrumpió la risa de Ray.
- ¿Tú leyendo? ¡Qué raro! - me dijo acercándose a mí y besando mis labios
- ¡Yo sí leo idiota!
- No te enfades, celosilla
- ¿Tienes planes hoy para comer?
- Emm...espera que piense...sí, quiero invitarle a comer a una chica hermosa de la que estoy enamorado
- ¿A sí? ¿Quién es?
- Una chica muy celosa
- ¡Idiota!
- ¿Aceptas?
- Sí, te iba a pedir que te quedarás en mi piso a comer
- No, no. ¡Hoy es sábado! Hoy, a un restaurante
- Vale, como quieras. Voy a vestirme
Me fui al armario a vestirme cuando me di cuenta de que me estaba mirando. Sonreí al verle y paré.
- ¡No mires!
- Vale, vale. ¡Me tapó los ojos!
Me quité la ropa pero él seguía mirando.
- ¡¡Idiota!!
- Vale, vale ¡que no miró!
Me puse un vestido una falda negra con una camisa blanca metida por dentro de la falda.
- Fiu Fiu
Le besé y luego nos fuimos a comer. Allí, me encontré a ...
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¡Hola lectores! Es la primera ver que os pongo un mensaje. ¡Gracias por leer mi libro! y bueno que espero que os guste la 2 temporada.
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