Capítulo 3

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Esto tenía que ser una maldita broma, Nick novio de Ana.

No quise interrumpir, así que di media vuelta camine hacia mi auto me monté en el y me fui.

Todas mis ideas de llevarme a Ana a la cama se fueron a la mierda, no podía hacerle esto a Nick ¡Joder!

Llegué a mi apartamento como alma que lleva el diablo, tenía que tranquilizarme. Y sabía exactamente como hacerlo, tomé mi móvil y busque en mis contactos a alguna chica que quisiera tener sexo casual conmigo.

Una hora después estaba en el sofá con Sharon una chica que no tienen problemas con que yo la use para satisfacer mis necesidades.

Lo único que faltaba por quitarle eran sus bragas; ella gemia con mi toque.

Introduci mis dedos en la entrada de su cuerpo y empecé a moverlos primero lento y después más rápido.

-- ya estás mojada-- le dije sacando mis dedos de su interior y preparándome para lo que seguía.

Tomé mi billetera y saqué un condón siempre llevaba dos o tres por si los llegará a necesitar.

-- date prisa-- decía Sharon sonrojada.

Tomé el condón y lo deslice en mi miembro, me coloque encima de sharon y la penetre con fuerza nuestros movimientos se hacían cada vez más rápidos juntos buscábamos llegar al clímax.

Sharon gritó mi nombre y supe que ella había terminado luego yo hice lo mismo, ella me miraba confusa.

-- ¿Acaso me llamaste Ana?--

¿Qué? Mierda no pude haber dicho aquello ¿o si?

No dije nada, sólo me senté en en sofa, me puse mis boxers, camine hacia la cocina y tome un vaso de agua.

Sharon comenzó a vestirse, mientras lo hacia me fulminaba con la mirada, trataba de ignorarla.

-- fue divertido, pero tengo que ir me, chao-- me dio un beso rápido en la mejia y salió de mi apartamento.

Subí a mi habitación y me di una ducha, mi mente no paraba de pensar el lo sucedido nunca me había ocurrido algo similar, creo que tenía una obsesión con Ana.

Salí de la ducha y me prepare para recoger a Luis tome mi chaqueta y abrí el papel, en el decía.

<Lorenzo Lacasa>

El nombre no se me hacia familiar es más creo que nunca lo había escuchado. Tomé mi arma, una navaja suiza, las llaves de mi auto y camine hacia la puerta de salida.

-- ¿A donde vas? Si se puede saber-- di un pequeño salto, era Nick.

-- eres un capullo ¡joder! Me has dado un susto-- mi pulso aún era acelerado.

-- quería agradecerte lo que hiciste por Ana, mi novia-- se me erizo la piel al escuchar la palabra novia-- me contó lo sucedido, así que gracias hermano-- se abalanzó sobre mi y me dio un fuerte abrazo.

-- no agradezcas, ¿porque nunca me dijiste algo acerca de ella?-- porque a mi parecer Nick no era tan fiel a esa relación.

-- lo siento es que no quería admitir que yo..--

-- que tú te enamoraste de ella-- termine la oración por el.

-- exacto, tal vez te estés preguntado el porque traigo a una chica diferente cada noche, pues...-- entonces lo entendí Ana no se había acostado con mi primo, así que el buscaba sexo en otras chicas

-- ese es tu problema-- le di una última mirada y salí de mi apartamento.

De camino recogí a Luis en una gasolinera.

--¿En donde lo encontramos?--
-- trabaja en frizo un antro que esta cerca de aqui--

-- pues vamos por el-- encendí mi auto nos pusimos en marcha.

Había estado en ese antro miles de veces, siempre conseguía a buenas chicas. Pero hoy sería una noche diferente.

Esperamos en mi auto hasta que nuestra víctima saliera lo sorprenderiamos en um callejon que estaba ubicado en la parte de atrás.

-- es el-- Luis señaló a un hombre no podía verle el rostro ya que la oscuridad de la noche no me lo permitía.

-- pues vamos entonces -- juntos salimos del auto.

Yo estaría al otro extremo del callejon por si el hombre pensaba escapar.

Luis camino directamente hacia el, al parecer el hombre lo reconoció y salió corriendo; en ese momento sali yo y lo sorprendí, le di un golpe en el cuello con mi arma y lo tomé de la camisa para por fin ver su rostro.

-- así se hace Nathan-- grito luis, acercándose.

Que pequeño es el mundo, era el hombre al que le había partido la cara esa mañana por tratar de violar a Ana.

-- despidete de este mundo Lorenzo Lacasa-- me miró con temor le di un último golpe para dejarlo imconciente.

De esta no saldría con vida...

El Mundo De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora