Nuestras miradas

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Evie caminaba por los pasillos de la preparatoria, y como siempre, estaba hermosa.
Sacaba libros de su casillero, pero lo que ella no sabía era que alguien la estaba espiando.
Cerró el casillero y se dirigió a clases. La siguiente clase era química. Una sonrisa se asomó por su rostro.
Amaba esa clase, amaba a quien se sentaba a su lado.
Entró rápidamente al salón y vio que su compañero no había llegado todavía.

Evie se preguntó donde podría estar Doug en ese momento, no era muy común que llegara tarde a alguna clase. Miró nuevamente por todo el salón, pero no había ninguna señal de su compañero.
Así, comenzó la clase.

No había pasado ni un minuto cuando la puerta sonó y Doug apareció. Pidió disculpas al maestro por su retardo y se dirigió a su asiento junto a Evie.

Durante la clase ambos se encontraron callados, solo una que otra mirada entre ellos, pero Evie se encontraba pensando si resultaría un tanto... ¿incómodo?, si le preguntaba a Doug el motivo de su retraso. Por otro lado, Doug se encontraba pensando si era el momento o no para ser algo mas que amigo de Evie.

Cuando la clase terminó todos salieron, pero solo quedaron dos personas. Evie comenzó a guardar sus cosas en su bolso, mientras Doug se encontraba buscando las palabras adecuadas para poder hablar.

- ¿Evie? - habló Doug, haciendo que Evie se detuviera y mirara directamente a Doug.

- ¿Si? - preguntó.

- Me preguntaba si tu... - Evie lo miró, dando a entender que prosiguiera, ella presentía lo que él iba a decir - ¿Qué te parece si nos reunimos y estudiamos juntos? - preguntó Doug.

A Evie pareció decepcionarla un poco la propuesta, eso ya lo había vivido antes - Si, estudiar - dijo Evie, tratando de no mostrar su decepción. Ambos se miraron unos segundos, aunque Evie se sentía decepcionada por la propuesta, le sonrió, Doug hizo lo mismo y ambos se miraban con ternura.

- ¡Evie! ¡Te necesito! - Interrumpió Mal desde la puerta.
- ¿Te parece si nos vemos a las 8? - preguntó Doug antes de que Evie saliera.

- Si, adiós - contestó Evie.

(...)

Casi las ocho, Evie estaba lista, más que nunca.
Se dirigió a la biblioteca; su romántico punto de encuentro.
Suspiró antes de cruzar la puerta, se preguntaba si es que Doug sentía lo mismo que ella.
Y ahí estaba su príncipe azul sentado con una pila gigante de libros a su lado.

- Hola - saludó Evie, Doug quitó la vista de un libro y se enfocó en Evie.
- Hola - contestó Doug con una gran sonrisa.

Evie dejó sus cosas sobre la mesa, y ya lista para sentarse su compañero la interrumpió.

- Espera, antes de comenzar quiero enseñarte algo - Evie pareció sorprendida cuando vio como Doug sacaba un pañuelo de su mochila. Se levantó y se dirigió a Evie.
- ¿Qué piensas hacer? - Preguntó sonriendo.
- Ya verás - contestó Doug haciéndole un pequeño nudo sobre los ojos con el pañuelo.

Evie sintió como su mano fue tomada. Soltó una pequeña risa.
- ¿A dónde vamos? - preguntó Evie cuando sintió cómo Doug comenzaba a guiarla al caminar.

Ya habían caminado varios metros. Evie estaba emocionada de saber a donde iban, aunque al mismo tiempo se sentía con miedo de caer, pero sabía que en ese momento se encontraba con alguien que la cuidaría.

- Es aquí - dijo Doug, haciendo que ambos se detuvieran.
Él comenzó a quitar con cuidado el pañuelo de los ojos de Evie.

Cuando Evie pudo ver dónde se encontraba quedó asombrada. Era un lugar mágico, ambos estaban sobre un puente que atravesaba un pequeño lago, la luna estaba reflejada en el agua y varios árboles frondosos rodeaban el lugar.

- Esto es hermoso - exclamó Evie. Ella se asomó por el puente para ver su reflejo en el lago. Doug se le unió segundos después, dando así una perfecta vista de ambos reflejados en el lago.
- Éste lugar era hermoso, pero ahora es perfecto - habló Doug. Evie entendió lo que Doug decía, sintió como sus mejillas se ponían rojas y volteó a ver a su compañía. Ambos se miraron directamente a los ojos y se sonrieron, no hacían falta palabras para decir lo que sentían. No era necesario un beso para demostrarse que se amaban.

One - Shot DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora