El mejor regalo

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Después de aquella noche los días pasaron y en Auradon el espíritu navideño se hacía presente. Evie y Doug caminaban por los pasillos de la preparatoria, pues hacía demasiado frío afuera.

- Entonces, ¿todos recibiremos regalos? - preguntó Evie, a quien cada vez le emocionaba más la idea de la navidad.

- Así es, y yo tengo un regalo muy especial para ti - Evie detuvo a Doug.

- ¿En serio? ¿Qué es? - preguntó Evie. Doug la miró a los ojos y le sonrió.

- Es una sorpresa - Doug besó la mejilla de Evie - Te veo luego - dijo antes de dirigirse en dirección contraria.

Evie se quedó ahí por unos segundos mas. ¿Qué podría ser ese regalo que Doug le había dicho?, entonces en ese momento Evie se dio cuenta de algo, ella también debía darle algo, algo increíble.

(...)

Cansada Evie decidió regresar a la preparatoria. Había buscado en distintas partes el regalo perfecto, pero lo único que había conseguido era ver como todas las tiendas las cerraban, pero no los culpaba, solo a ella se le ocurría salir en la tarde del 24 de diciembre en busca del regalo.

Por otro lado, Doug se encontraba envolviendo el regalo de Evie en una caja, haciendo un moño perfecto para colocarlo sobre esta. Estaba seguro que a Evie le gustaría su regalo.

(...)

En Auradon Prep. todos se encontraban reunidos listos para celebrar la navidad, un gran árbol adornaba el lugar, luces y música navideña.
Varios alumnos ya se encontraban disfrutando de aquella celebración. Mal e Evie se acercaban. Ambas chicas se encontraban hermosas.

- Vamos Evie no te sientas mal, se que Doug lo entenderá - Mal abrazó a su amiga dándole ánimos tras su fracaso de encontrar el regalo perfecto.

- Eso dices tú porque si le conseguiste algo a Ben -

- Tienes razón - Mal le enseñó el regalo que traía en sus manos. Era una caja negra con un gran moño morado encima de él. Mal notó como su mejor amiga se entristeció. - Mejor vallamos con los chicos -.

Evie y Mal se acercaron a sus amigos, Jay y Carlos, quienes estaban terminando de colocar algunos adornos en el árbol.

- Esto en cierta forma resulta absurdo - Se burló Jay. Los demás rieron, pues tenía razón, eso de la navidad no era común en la Isla.

Evie se desvío de la conversación de sus amigos y comenzó a buscar a cierta persona por el lugar. Entonces su vista se encontró con la de un chico. Evie sonrió y se acercó a él.

- Te estaba buscando - Dijo Doug cuando ambos chicos ya se encontraban juntos. - Ven, quiero mostrarte algo - Doug le dio la mano a Evie.

Doug llevó a Evie a un lugar apartado de la multitud, solo faltaban unos cinco minutos para que oficialmente fuera navidad.
Doug sostenía con una mano el regalo y con la otra la mano de Evie.

- Espero que te guste - Doug le entregó la caja a Evie. Ella le sonrió en forma de agradecimiento y comenzó a abrirla.

Dentro de ella había una bola de cristal, dentro de esta se encontraba la Isla de los Perdidos.

- Sé que a veces extrañas tu hogar, así que preparé esto. Ahora agitala - Evie hizo lo que Doug le dijo y la Isla de los Perdidos pareció llenarse de nieve. Evie duró unos segundos admirando su regalo, mientras Doug admiraba como los ojos de ella brillaban de felicidad.

- Es muy lindo - Evie se lanzó a los brazos de Doug - Gracias - Doug la abrazó aún mas fuerte, hasta que comenzó a escuchar los sollozos que Evie trataba de evitar.

La apartó de él - ¿Qué sucede? - preguntó mientras limpiaba con su pulgar una pequeña lágrima que salia de los ojos de la chica.

- Yo no pude conseguir nada para ti - Evie agachó el rostro, pero Doug hizo que la mirara nuevamente a los ojos.

- El mejor regalo para mi es que tu estés a mi lado - una pequeña sonrisa apareció en Evie. Ambos se miraron unos segundos. Doug tomó con una mano el rostro de Evie, tan solo unos milímetros los separaban, hasta que sus labios se unieron, encajando perfectamente.

Pequeños copos de nieve comenzaron a caer. Evie y Doug se separaron y miraron al cielo para poder apreciar que era lo que sucedía. Evie sonrió y regresó su vista a Doug, para poder abrazarlo nuevamente, esa había sido una navidad unica.

Antes de volver con la multitud, Evie y Doug se miraron fijamente a los ojos y se sonrieron, era lo que ambos siempre habían soñado.

- Gracias - dijo Evie. No solamente estaba agradecida por el regalo, también estaba agradecida por una de las mejores noches de su vida.
Un cálido abrazo los volvió a unir. Ninguno de los dos tenían palabras para decir lo que sentían.
Sus sonrisas y sus miradas valían más que mil palabras.

- Prométeme que esto nunca terminará - dijo Evie y Doug sonrió.

- Lamento informarte que la Navidad se termina el 25 de diciembre, pero tranquila, es anual - dijo Doug. Evie negó con la cabeza y lo miró seriamente.

- No me refiero a la Navidad - dijo Evie. Doug se confundió, entonces ¿A qué se refería Evie?

- ¿Te refieres a los regalos? ¿Quieres que nunca terminen? - preguntó Doug, Evie negó con la cabeza y soltó una pequeña carcajada.

- No Doug, no me refiero a que no terminen los regalos, ni tampoco a que no termine la Navidad - Evie suspiró y le sonrió a Doug tiernamente - Me refiero a que lo nuestro nunca termine - Doug sonrió, no era lo que esperaba que Evie dijera. - Prométeme que lo nuestro nunca terminará - Doug asintió con la cabeza

- Te lo prometo - dijo él.

Los juegos artificiales se apoderaron del cielo.
Todos se acercaron a felicitarlos y desearles una feliz Navidad.
Evie se fue a sentar a una banca, estaba contemplando el cielo y su príncipe azul se le acercó sentándose a su lado. Evie apoyó su cabeza en el hombro de Doug.

- Te prometo que lo nuestro nunca terminará - dijo él.
- Nunca - contestó Evie.

One - Shot DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora