«CAPITULO 2»

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Decidí ponerme los auriculares y disfrutar un poco de OneRepublic y The Secondhand Serenade, para aliviar mis sentimientos junto con los nervios, si... le tengo pánico a los aviones, y ese sentimiento de odio, el cuál ya expliqué en quién era canalizado. John no está solo, es decir, matt está con él, mi hermano. Todavía sigo buscando el motivo de esta decisión. Es que acaso una chica de 17 años no puede cuidarse y mantenerse por si sola? Lo he hecho prácticamente desde los 12, aunque se ve que eso no era posible en California, donde descubrieron que mi mamá no era 'lo suficientemente apta para el cuidado de su hija' al encontrarla borracha y empastillada hace tres semanas. Es por eso que me encuentro en este maldito avión.

-·-

Ese fue el viaje mas hermoso y relajante de todo mis años con vida.

Notese el sarcasmo.

Casi le vomito la cartera a la pobre viejita de al lado, lo que hizo una cadena desastrosa al ésta caerse sobre la azafata y ésta otra sobre otro pasajero, y como broche de oro tiré el maletín de un empresario cuando bajé corriendo del avión hacia los baños, haciendo caso omiso a los guardias quienes me estaban retando a lo lejos.

Luego de haber calmado mi estómago y mi bilis vuelto a su lugar, decidí volver a retirar mis maletas a escondidas de los guardias de la entrada. Después de tomarlas, di una bocanada de aire y me di cuenta que no, esto no era Riverside, California, Estados Unidos. Esto era Holmes Chapel, Inglaterra, Gran Bretaña, otro continente en el que nunca había estado antes. Y 'mi papá' y mi, lo que se puede decir, 'hermano' estaban buscandome con la mirada, supongo. Intenté escabullirme y comenzar una nueva vida sola, pero mis planes fueron descartados cuando sentí un molesto 'Nini!' desde atrás. Solo él me decía así 'porque yo era su chiquita', además de Matt quién realmente lo hacia para molestarme. Di un giro de 180 grados haciendome la desentendida, quién no los reconocía. John decidió darme un cálido abrazo, el cuál me encargue de no devolver ni apreciar, como buena hija que soy. Matt en cambio, estaba embobado en su celular sin prestarme mucha atención, gesto que devolví del mismo modo.

Subimos a la lujosa camioneta de john e 'intenté' no hacerle ningún rasguño, pero oh casualidad la tuerca de la rueda de mi skate se enganchó en el perfecto hilado del asiento contiguo al mío, que pena, qué sarcasmo.

Al llegar a la casa, o mejor dicho mansión, John me mostró lo que sería mi habitación. Si! Acertó con el rosa y celeste, mis colores favoritos! Yo no sé como este hombre pretendia 'ganarse mi cariño' haciendo esto. Esta bien, por la primera vez lo dejé pasar, de todas formas iba a hacer algunos arreglos, o mejor dicho... serios arreglos con esta pieza.

Una Chica En El EquipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora