Una Chica En El Equipo

«CAPÍTULO 3»

Esa misma noche me enteré que iba a asistir a la escuela, y no era cualquier escuela, a esta concurre mi hermano, y por ende sus amigos, y por ende futuras burlas hacia mi persona. Es decir, Matt no me soportaba, él no me quería, o ese era mi presentimiento, pero de todas formas no me afectaba porque ésto era algo mutuo. Desde que se fue de casa con John que ya no siento afecto por él, es más, siento un tipo de remordimiento hacia él, ya que nunca llamó a casa en todos estos años. No me molesta que no lo haya hecho por mi, sino que por mamá. Ella, a pesar de todas las caídas que tuvo, supo llevarnos al frente a ambas, la droga nunca la pudo dejar desde que la familia se destruyó, pero ella no tenía la culpa. Y lo que me molestaba era que mi hermano haya sentido repulsion hacia ella, por el hecho de que se drogaba.

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Lindo comienzo de la mañana que te despierten con agua de cloaca. Si él quiere guerra, guerra va a tener.

¿Quién mierda se cree que es el idiota de Matt? Esta me la iba a pagar caro, definitivamente ésto era el comienzo de una gran guerra.

Luego de bañarme y tener que tirarme casi todos mis envases de perfume, que por cierto no eran muchos, para quitarme el olor asqueroso, bajé a desayunar. Matt cuando me vió cruzar el umbral de la cocina, se descostilló de la risa. No le veia lo gracioso, idiota. Finalizada la charla de John sobre que no debíamos pelear -inservible en lo absoluto-, y mi desayuno, éste le prestó las llaves de su camioneta a Matt para que podamos ir al colegio, al parecer el auto de este niñito mimado estaba en el taller por unos arreglos. Otra cosa por cuál lo odiaba era precisamente esa, era un maldito niño de papi, quién le tenía miedo hasta a una inofensa araña.

Cuando éramos chicos, siempre jugabamos todos los del barrio juntos, y como Matt es mi mellizo, cuando venían nuestros compañeros de escuela, también jugabamos juntos. Nuestra infancia, según mi madre, fué una sola, ya que decía que donde estaba uno de nosotros, era fácil encontrar al otro dentro de 5 metros a la redonda. Si peleaban o lastimaban a uno, el otro lo defendía sin ningún miedo. Mamá me contó que muchas veces la llamaron de dirección para que vayan a buscar a Matthew porque se había peleado con otros niños. Por defenderme a mí. Quién lo diría que todo cambiaría tanto y que ahora sería algo irónico que me defendiera de sus propias bromas..

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Lectores, si están ahí, estoy haciendo un par de cambios porque me dí cuenta que hay un par de cosas que no expliqué porque se me pasó, y que son importantes para entender mejor. Gracias si estas leyendo y podes votar si te gusta!!

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