Me enamoré de un ladrón.

Capitulo 2

Primero que nada les quiero avisar que es una novela rara, va a ver varias situaciones que inician de la nada y terminan rápido. Es una nove corta pero prometo subir otra mas larga y mucho mejor después de esta.
También le quería agradecer a @luciamaldonado11 por la hermosa portada que hizo. Bueno, ahora si les dejo el cap.

Sentía los ojos de Joaco sobre mí, era de noche y yo fingía estar dormida, aunque en este colchón era algo imposible, se aproxima hacía donde yo estaba y comienza a acariciar mi cabello; enviando una corriente eléctrica difícil de explicar hacía mi estomago. Aún dormida me dejo suspirar y cierro aún más mis ojos.

-Lo siento- Murmura, deja salir una bocanada de aire y luego algo parecido a un sollozo. No se cuanto tiempo estuvo acariciando mi cabello, pero su suave toque logro que durmiera mejor de lo que jamás dormí.

Abrí los ojos por la luz que llegaba desde todos lados, me gire y vi a Joaquin a mi lado, con los ojos abiertos, una sonrisa involuntaria tiro de la comisura de mis labios.

-Hola- Susurre moviendo mi mano hacía mi cabello, estaba suelto, aunque yo lo había dejado atado, entonces recordé a él acariciando mi pelo la noche anterior y no necesite más explicación. De alguna manera no le tenia miedo, él no era como los otros secuestradores, y algo me hacía pensar que realmente necesitaba el dinero. A lo mejor quería comenzar una nueva vida, a lo mejor quería salir de este lugar.
-Te prepare algo para desayunar- Agacha la mirada, un suave rubor sube a mis mejillas al tiempo que me siento en el colchón. Se levanta y trae una bandeja: Huevos revueltos, jugo y unas tostadas. Mi desayuno favorito, aunque dudo que él lo supiera.
-Gracias- Miro que se queda quieto- ¿Comes conmigo?
-No, ya desayune- Hago una mueca, aunque no entiendo por que me importa.
-¿Sabes? Ya me habían secuestrado una vez, nl eran como vos- Él me mira con la mirada dolida, como si el hecho de usar la palabra "Secuestro" lo pusiera mal- Ellos eran 3, me pegaron, me ataron y me quisieron violar. Por suerte unas amigas suyas, que estaban en el negocio- Le hice un gesto para que entendiera a que me refería- Llegaron y me salve. Estuve tres caóticas semanas con ellos, fue horrible-En un acto que pareció casi involuntario su mano acaricio suavemente mi mejilla, el toque envió a mi estomago una señal de alerta. ¿Cómo podía lograr eso con apenas un rose? Cuando nadie antes había logrado ni la mitad haciendo peores cosas. Alejo su mano rápido.-
-Lo siento, yo -Sonreí dando a entender que no me molestaba en absoluto-
-Voy a ayudarte- Asegure
-¿Qué?
-Sí, mi papá tiene lo que necesitas. Voy a ayudar a que no te encuentran, y si lo hacen voy a declarar a tu favor- Agacho la mirada- No eres una mala persona, puedo verlo en tus ojos.
-Lo soy- Admite rascando su cabeza- Te tengo aquí y...
-Todos cometemos errores, todos. Mi padre ha hecho demasiado para llegar a donde esta, y no estoy muy orgullosa de ello. Pero nadie llega a la cima por derecha, yo voy a ayudarte pero-Suspiro- Si yo te ayudo y tu tienes el dinero debes prometerme que no volverás a hacer algo como esto- Tomó mi mano entre las suyas.
-Lo juro-
-Es todo lo que necesito.

  Bajó la cabeza y se alejó de mí y de mi agarre, se paró frente a la cocina y se quedó ahí.

-¿Qué sucede?
-Nada- Respondió secamente sin mirarme- Si me voy por un rato, ¿Intentarás escapar?-Pregunta como algo obvio.
-Dije que te ayudaría- Se va haciendo un gran estruendo al cerrar la puerta, levanto las cejas. Este chico es extraño.

Me secuestra. Me enternece. Se enoja. Se va.

¿Qué tipo de lunático era?

Me recosté y me dormí casi al instante.

  Regresó con lágrimas en sus ojos, me lanzó una mirada despectiva y se apoyó en la pared.

-Me traicionaste- Grita fuertemente, haciéndome estremecer-
-No.
-Lo hiciste- Señala la patrulla fuera de la casa- Van a llevarme, van a golpearme y jamás saldré de ese lugar. Por tu culpa.
Intento decirle que lo siento, que no quise entregarlo pero entonces estoy en la corte.

-Señorita Esposito, podría decirnos exactamente lo que paso el día 13 del mes cuatro, cuando usted se encontraba en el banco Central- Miro a Joaco, con moretones, sentado en la misma fila que mi padre-Peter me secuestro- Admito con lagrimas en mis ojos.

Dije que iba a ayudarlo, le falle.

  Me despierto sobresaltada y ya es de noche, miro a mi alrededor. Él aún no esta ahí. Me siento en el colchón y abrazo mis rodillas hundiendo mi cabeza en ella, mi estomago cruje y no se preparar ni siquiera una tostada, tenía hambre y ganas de ir al baño. Gire y vi la puerta que ayer había llamado mi atención. Fui hasta ahí e hice mis necesidades, había pasado mucho para mi en este lugar, era extraño que no halla gente a mi disposición, ni tener cambios de ropa cada cinco horas, ni mis comidas a horario. No extrañaba a mis padres, por que no los veía cuando estaba en casa o en la oficina. Y mi hermana vive de compras, de modo que tampoco la veo muy seguido.

Escucho un ruido, la puerta de afuera. Me acomodo la ropa y arreglo mi cabello con mis dedos, atándolo. Escucho un ruido, algo estrellandose contra el suelo.

-Mierda- Gritó Peter desde la cocina-¡Se ha ido, se ha ido!-Salgo del baño rápido y ya no lo veo ahí, abro la puerta y esta sentado en el suelo, mirando a la nada con un teléfono en la mano.

-Realmente lo siento, Susan, yo.. lo siento-Corta y comienza a llorar.

Jamás imagine ver a este hombre llorar.

Me acerco a él por la espalda y toco su hombro, se sobresalta limpiando sus lágrimas rápidamente y me mira. Su expresión es de total asombro.

-¿Volviste?
-Jamás me fui- Declaro tomando lugar a su lado.
-Pero yo..
-Te escuche, estaba en el baño- Él asiente aliviado- ¿Quién es Susan?-Me atrevo a preguntar.
-Realmente no quiero hablar de eso- Sus ojos se alejan de los míos y observan la luna- Aveces me pregunto si estoy haciendo lo correcto- Suelta de repente- A lo mejor debería llevarte a tu casa y acabar con esta locura.
-¿Realmente necesitas el dinero?- Pregunto moviendo mi mano sobre la suya, él mira nuestras manos y esquiva el gesto. Se voltea y queda de espaldas.
-Sí.
-Entonces te ayudaré, te lo juro- Entró a la casa, este chico definitivamente es extraño, pero de un modo sugestivo.

Tomo el control de la pequeña mesa que hay en la esquina, junto a la puerta, y enciendo el viejo televisor que había ahí. En el noticiero pasaban una foto mía en la que francamente salí horrible, mataría a mis padres en cuanto regresará, el reportero comenzó a hablar.

-La joven Carolina Domenech fue secuestrada en el día de ayer, durante las trece horas en el banco central, mientras recogía dinero para la empresa de sus padres. Según los testigos muchos hombres armados entraron y la tomaron de los pelos, la obligaron a subir a un auto 0Km robado también, hubo una persecución y el principal sospechoso disparo a tres policías, se desconoce el parado de la muchacha- Comencé a reír, eso no era ni cerca lo que había sucedido, siento un ruido. Giro y veo a Joaquin parado en la puerta- Se reconoció a un sospechoso como Joaquin Ochoa- Ambos nos quedamos duros y giramos nuestros ojos al televisor- No conocemos su nombre real, pero todos lo llaman así. Algunos lo recordarán por su participación en la tira "Aliados" de hace siete años, aunque luego se le perdió el rastro. La mujer que lo reconoció dijo que él se quito el pasamontañas durante la persecución y que lo vio con la chica, no es muy seguro pero es un posible dato.

-Tenes que irte- Me dice- No pueden encontrarme.
-No voy a dejarte solo.
-No me conoces.
-Tú tampoco a mí, yo dije que te ayudaría y siempre cumplo mi palabra- Agacho la mirada pensando en algo- ¡Vayámonos!- Le digo- Toma lo que tengas y nos vamos, puedes pedir el rescate a otro lugar y que alguien lo recoja por ti.
-No puedo exponerte a eso.
-Hey, me gusta el peligro- Me observa unos segundos, pensando en la situación.
-Bien, pero no tengo mucho con lo que irnos.

El secuestro no va a durar mucho, les aviso por las dudas. En cualquier momento pueden decirme si la novela les gusta o no.