Sin Almas.

Capítulo 3.

Estaba totalmente confundida, había pasado tantas cosas hoy que estaba aturdida. Nadie sabe porque desperté, nadie sabe quienes lideran en este momento.

–¿Acaso quiere decirme que no saben cual es propósito de que yo este aquí?–Dije después de un largo silencio.

–No, no queríamos traerte aquí porque no estábamos seguros de cuales eran tus intenciones o tu propósito aquí. No estábamos seguros de que no fueras una de ellos. –Dijo Alaina.

–Nos enteramos de que Yulian y Elliot eran tus amigos y les hicimos preguntas, revisamos tu informe y no vimos nada sospechoso. –Dijo Caitlin. –Pero tenemos que...–Fue interrumpida.

–¡TU BRAZO!–Grito kristen. Voltee a verlo y estaba totalmente enrojecido y sangraba un poco. No sentía absolutamente nada.

Ambas doctoras salieron a verme y estaban confundidas.

–Ven tenemos que revisarte. –Dijo y me llego con cuidado a una pequeña habitación.

La habitación era como un consultorio médico, me senté en la camilla y Alaina empezó a ponerse los guantes al igual que Caitlin; con mucho cuidado empezó a tocar mi brazo, y un intenso dolor hizo que soltara un gran gemido y mi piel se erizara.

Tenía una herida en el brazo, sentía mucho frío y ardor, limpiaron su alrededor con agua y jabón. Colocaron una venda en ella para detener la pequeña hemorragia y siguieron revisando mi brazo, estaba hinchado y enrojecido.

–Al parecer la hinchazón es una reacción alérgica; ¿Comiste algo que no acostumbras?–Me dijo Caitlin.

–No. Soy alérgica a las nueces, pero no comí nada que contuviera eso.–Le dije.

–Okey. Te haré exámenes mañana para ver como estás de salud, la hinchazón debería disminuir para mañana; en caso de no ser así, investigaremos más a fondo. ¿De acuerdo?

Yo asentí y ella me dedico una sonrisa, voltee a la puerta y Alaina hablaba con el chico misterioso, tenía una sudadera gris y unos Jeans; su piel era muy blanca y sus ojos eran muy hermosos.

Alaina termino de hablar con él y se dio cuenta de que lo miraba, mátenme. Me ruborice completamente y mire hacia otro lugar.

–Matías lleva a chelsey a la habitación que preparáramos para ella.–Mis latidos se aceleraron de una manera sobrenatural y mis nervios se alborotaron. ¿Por qué demonios estoy así?

–Okey. –Dijo el despreocupado. Baje de la camilla y me fui acercando a donde estaba el. El no me miró al rostro y por una parte estaba conforme con eso porque... ¿Que hubiese hecho si me miraba? ¿Reiría como una tonta?... No gracias.

Empece a caminar a su lado en el estrecho pasillo que llevaba a otras habitaciones, esto era bastante grande.

–¿Que te dijeron del brazo?– Dijo el y me miro.

Me bloquee por unos segundos y quede muda.

–¿De que hablas?–Ay por Dios chelsey tu sabes de habla...

–De tu brazo, estaba rojo y tenía un poco de sangre. –Dijo confundido.

–Ah-ah–Trágame tierra–La sangre era porque tenía una herida y lo rojo era porque estaba algo hinchado; no saben la razón pero me dijeron que descansara para revisarme mejor mañana. –¡Gracias Dios!

–¡Que bien!–Dijo el y nos detuvimos en una puerta.–Esta es tu habitación, la compartirás con Yulian.–Dijo y abrió la puerta, la habitación era acogedora, tenía dos camas individuales con mesitas de noche, dos armarios y un baño.