Adoptada por los ¡PlayBoys!

5.¡Party nena, Party!

Llegué a mi habitación y cogí mi móvil con mis audífonos, sin darme cuenta caí en un sueño profundo.

-Por favor, déjame- susurré.

Todo estaba negro, solo una línea de luz alumbraba su cara, se lograban ver sus labios secos y morados.

-No te dejaré, prometiste que siempre estarías a mi lado- sonrío tristemente.

-Claro- una lágrima cayó sobre mis heladas mejillas- Eso fue antes de que supiera de que eres un monstruo.

-¡Cállate, maldita sea!- siento su mano en mi mejilla. Dolió como la mismísima mierda pero ignoré el dolor, ¿Por qué? el daño psicológico que me había causado era más fuerte.

<<Mantente fuerte>> susurraba una y otra vez.

-Imbécil- grité sin fuerzas. Me levanté lentamente pero una vez ya levantada miré fijamente esos ojos color mieles. Comencé a golpear su pecho fuertemente.

No sé de donde saqué fuerzas.

Este solo se dejaba golpear, tenía su cabeza mirando hacía abajo y sus manos echa puño.

-Basta... duele- dijo susurrando el <<duele>>

-Mi corazón también, o peor- dije seca y lo miré cuidadosamente. Levantó la mirada y buscó la mía.

-Besame- casi suplicó y sentí que mi corazón se partió en mil millones de pedasitos.

-Sabes que lo quiero hacer pero me harás daño.

-Ya te lo hice...

Se acercó peligrosamente hacía mi, su mano fría tocó mi mejilla y sus ojos se clavaron rápidamente en los míos. De nuevo pude sentir esas malditas mariposas que solamente el me las hacía sentir.

-Aléjate- Me susurró mirando tierna mente mis ojos pero llena de dolor.

-No, simplemente no quiero alejarme de ti- dije. Sabía que le me hizo, hace, y me hará daño pero pese a eso no quería alejarme.

-Sabes que esto es malo, y probablemente empeorará más- sentía como su puño golpeaba mi rostro. Lo último que pude ver fue su rosto lleno de lágrimas, estaba devastado.

Desperté sudando, mis ojos estaban llenos de lágrima y estaba totalmente agitada.

A veces el dolor de convierte en placer, en especial si ese daño te lo hace la persona que amas perdidamente.

***

-¡Hoy hay fiestaaaaaa!- exclamó River meneando su cintura.

-¡Yeeeei!- dice Tayler agitanto sus manos.

-¡Hoy tendré sexo!- dice Chad saltando desde el sillón.

-Ay, es solo una fiesta- rodee los ojos.

-Tu primera fiesta con nosotros, nena- felix mr guiño un ojo.

-Espero no terminar en un Hospital- sonreí.

-Yo espero no gastar mi dinero sacándolos de prisión- dijo mi padre bebiendo una cerveza.

-Por eso... deja dinero a fuera- dijo Chad riendo.

-Okey, pequeña, ¿Tú vestido?-me preguntó River.

-En mi Cuarto.

-¿Tus tacos?