La Puta (2/2)

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-¿Qué pasó después, Nanase-kun?-preguntó el policía, si lograba obtener toda la historia, quizá Haruka saldría libre...
Haruka observó al policía y negó varias veces con la cabeza a la par que tomaba la taza de café que amablemente le habían dado.
-La pregunta no es esa, señor. La pregunta es, ¿Qué no pasó después?...

"La gente es malvada, suele aprovecharse, y yo... No supe ni siquiera como fue que no me di cuenta antes, quizá porque a mi mente le dejé atrás, en casa..."
Después de que Sousuke me diera un empujón, subió a su camioneta, yo me zafé  como pude del agarre de uno de los hombres y golpee el vidrio de la ventana, pero Sousuke ni siquiera volteó a verme, solamente se rió e hizo avanzar el coche, por poco me arrolla, después de eso, el hombre volvió a sujetarme, había un montón de chicos ahí, todos observando, murmurando "Es el nuevo".
Yo sólo quería volver a la tranquilidad de Iwatobi, con Makoto, en casa, no quería estar ahí, solté golpes al azar, pero uno fue a dar al estómago del anciano decrépito...
"Ojalá eso nunca hubiese pasado, tercer error"
Los hombres, me hicieron caer y me sujetaron con fuerza contra el suelo, el anciano asqueroso me observó de arriba a abajo, aún puedo sentir su mirada, aún puedo verla, sus ojos fijos en mi cuerpo retorciendose en el suelo,  después se arrodilló frente a mi, sonrió divertido mostrando su chueca e incompleta dentadura, me daba asco. Tiró de mis cabellos obligandome a verlo, yo no mostré mi miedo, nunca mostraría miedo.
-Vaya puta nos ha conseguido Yamazaki-kun está vez, un muchacho rebelde que necesita castigo-.
Los hombres que me sujetaban soltaron risas estúpidas, sentí un peso sobre la cabeza, uno de ellos la sujetaba para que quedase al ras del piso, uno más me hizo empinar el trasero, así como lo escucha, como si fuese una perra pidiendo semen, así estaba yo, y si trataba de cambiarlo, recibía un golpe con el bastón del anciano, me bajaron los pantalones, fui violado, cada maldito degenerado pasó su verga sobre mi, cada maldito perro pasaba a metermela, cada maldito se reía mientras mi interior era taladrado, al punto en que sentía que mi intestino delgado explotaria, no quería escuchar más, no quería sentir más, sólo podía escuchar mis gritos, mis gritos de dolor y desesperación, pero ellos burlándose o simplemente estúpidos, creyeron que eran gemidos de placer, pues sususrraban a mi oído cosas obscenas, "Te gusta grande" "Vaya traga vergas que eres" "Una puta con buen culo" "Anda, perrita, pide más", esas son algunas de las mil frases de la lista, que retumban en mi mente, y el anciano miraba alegre el espectáculo, le divertía al maldito degenerado, solo se conformaba con ver, pues aseguro que su flacido miembro ni de chiste se ponía duro.
Después de eso, recuerdo que me arrojaron a una habitación, esa fue la primera vez que vi a Nagisa.
Cuando desperté, Nagisa estaba ahí, de pie, curandome, sin poder soportarlo más comencé a llorar.
-Quiero irme a casa-susurre, Nagisa me miró con lástima a la vez que pasaba un pedazo de algodón empapado de alcohol, me ardían las heridas, pero me ardía mucho más el corazón, Sousuke era un maldito perro, nunca le perdonaría lo que me hizo, nunca...
Cuando estuve mejor, y mis heridas ya casi habían sanado, Nagisa empezó a decirme una especie de introducción, sus palabras aún están grabadas en mi mente como si fuera ayer.
"Ahora si deseas vivir debes hacer lo que te digan, ahora eres como una geisha, pero barata. No debes llorar, nunca debes llorar, no debes sentir, porque eres un muñeco, los clientes vienen por tu agujero y nada más, no puedes gritar, no debes reír, eres un agujero, un muñeco dispuesto a dar placer"

"Y por mucho tiempo, fui un muñeco. Sin embargo, al cuarto mes de encierro..."
-Nagisa, me he sentido enfermo-le dije.
-Es raro, haz comido mucho de todas formas-me dijo él con un gesto preocupado-además, estás subiendo mucho de peso... Si sigues así, el anciano te matará.
-No me importaría morir...-
-Lo dices porque eres quien más deja dinero al anciano, y sabes que no te haría nada.-
No sabía que tan en serio era eso, pero la verdad era que prefería estar muerto... No quería ser el agujero de nadie, no más.
Subí de peso, constantemente me sentía mal, me cansaba muy rápido, a la segunda cogida ya no podía ni mantenerme en pie, siempre tenía hambre, cuando noté que cada vez era más notorio usé fajas, sin embargo una mañana antes del desayuno, comenzó a dolerme el estómago, y tenía muchas ganas de orinar, no puede llegar al baño, Nagisa y Aichirou se dieron cuenta y me ayudaron, no supe como, ni cuando, ni porque... Pero un bebé estaba en los brazos de Nagisa, tocaron la puerta, Aichirou se quedó ahí, tratando de hacer "tope", pero no lo consiguió, Nagisa me dio a mi hija diciéndome "disfrutala solo un momento", no entendía nada de lo que pasaba, en ese instante entró el anciano con su asquerosa mirada observando a mi bebé, escupió en el suelo y después hizo una señal, uno de sus hombres se acercó a mi, sentí que debía aferrarme a mi hija, y después me jaló de los cabellos y me quitaron a mi hija, no importó cuanto grite, Nagisa y Aichirou solo miraban con los rostros agachandos, trate de levantarme pero me encerraron.
-Cubrete los oídos-indicó Nagisa.
Sin embargo fue demasiado tarde, un disparo.
Mi corazón se hizo pequeño y las lágrimas salieron por mis ojos, corrí a la pared que daba al patio, al hueco que daba al patio trasero... Observé  como el cadáver de mi hija era sepultado ahí.
"¿Este es el precio de un sueño?"
Después de eso no volví a confiar en nada, me esforce por ser una buena puta, por dar placer, por hacer ganar dinero... Había un sitio web, dónde solo personas exclusivas podían ver, ahí estaba el catálogo de putas con las que podías estar, solo clientes selectivos eran los míos, los que podían pagar una cantidad exagerada por meter su asquerosa verga en mi culo, y eso encantaba al maldito anciano.
Una tarde, me dijeron que había un nuevo cliente... Si hubiese sabido que era usted, no estaría aquí ahora... Quizá si hubiese sabido que era usted en cubierta, no hubiese hecho lo que hice...
Me dijeron que usted era mi cliente, sin embargo, cuando entre a la habitación y lo vi..
-Sousuke...-quizá sí no hubiera estado lleno de sed de venganza... -Te extrañe, Haruka. Me arrepentí de haberte dejado aquí, ¿Sabes?-él me miraba con su burlona sonrisa-soy un cliente especial, así que ven aquí... Te ves más sexy que la ultima vez que te vi.
Solo deseaba vengarme, quería matarlo, pero no podía hacerlo así, me subí encima de él, comencé a frotar mi culo en su entrepierna, mirándolo desde arriba, él sonreía como si estuviera emocionado.
-Hace mucho tiempo que extrañaba éste buen culo-susurró y lo estrujó en sus manos, yo le miraba inmutable, él me sonrió y comenzó a quitarme la escasa ropa que llevaba.
-Nagisa te enseñó como ser una buena puta, ¿verdad?-susurró mientras mordía mis pezones, sentí que me los arrancaría si continuaba, pero me trage mis gritos de dolor, y comencé a bajarme la ropa interior para que pudiese tocar mi trasero de la mejor forma, él dejó a un lado mis pezones y me ordenó que me girara, de tal forma que mi culo quedará en su cara, comenzó a lamer mi trasero y después mi agujero, no podría mentir diciendo que no deseaba a Sousuke, pero mi mayor deseo era vengarme, gemí un poco sin poderlo evitar, y él me dio unas fuertes nalgadas, yo bajé el pantalón de Sousuke para ver su enorme verga dura... Ya sabía de que manera iba a vengarme.
La lengua de Sousuke era sucia, trataba a toda costa de entrar en mi, yo tampoco me quedé en paz, comencé a darle suaves lamidas a su miembro erecto, mamadas después, la punta casi llegaba a mi epiglotis, deseaba meterlo más, inconscientemente deseaba a Sousuke mucho más.
Una vez que Sousuke terminó el beso negro y yo la mamada que le estaba haciendo, él me ordenó autopenetrarme, y eso hice, me la metí completa, lástima que sea la última vez que sintiera esa deliciosa verga... Comencé a moverme, arriba y abajo metiendola y sacandola, taladrado mi culo que pedía la verga de Sousuke, observé la botella vacía que había dejado ahí mi anterior cliente, yo gemia y gemia y Sousuke gemia metiendola mucho más adentro, estire mi brazo para alcanzarla y aún enpalandome golpee la botella contra el mueble, ésta se partió y Sousuke abrió los ojos de par en par... Yo apuñale a Sousuke, primero en el cuello, le corté el cuello... Después lo apuñale en el pecho, en el estómago, en todos los lugares que podía, lo quería muerto, él me había convertido en una puta, perdí a mi bebé por ser una puta, perdí el control, porque él seguía viendome como una perra, siendo que yo lo extrañé siempre mientras estaba metido en ese lugar de porqueria, y después caí en cuenta de que extrañaría la sensación de sentir su semen en mis entrañas...
"Cuando ustedes llegaron, era demasiado tarde, lo mate... Pero me faltó algo más"

*~*~*~*~*
El oficial estaba impactado por el relato, el pobre joven que estaba ahí, realmente se había vuelto loco.
-¿Faltaba más?-preguntó.
-Sí-respondió con tranquilidad, pero no dijo nada más.
Nadie sabe que fue lo que le faltó a Haruka por hacer, pero si saben, que Haruka lo hizo en defensa propia... Aunque, eso signifiquen 30 años de prisión.
¿Tú serias capaz de matar a alguien que te ha traicionado o te ha vendido?...
Tercer error...
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Iori Yagami CCH
Lo adelante debido al reto que tengo para el día domingo.
Me borraron el Facebook de nuevo, gracias Mark, te amo.

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