El amigo malo

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Salí de la ultima clase y busqué a Marc quien seguramente estaría como todos los viernes esperándome en el aparcamiento, tras mirar alrededor un poco le encontré apoyado en su coche con un cigarrillo en su mano como de costumbre y una rubia de pelo ondulado delante de él quien evidentemente estaba coqueteando con mi amigo.

Caminé en su dirección asqueada con la situación pero lo peor es que debería estar agradecida de que hubiese pasado tanto tiempo desde la última vez.

Cuando estaba a algunos pasos de Marc su mirada se encontró con la mía y bajo corriendo a su mano donde se encontraba su móvil, tecleó rápidamente lo que supongo era un mensaje y al segundo mi móvil vibró.

Nuevo mensaje de Estúpido Marc:

S.O.S

Suspiré rodando los ojos y me apresuré a llegar a su lado y fingir la mentira de siempre.

— Hola guapo —le dije a Marc al llegar a su lado, coloqué bien mi mochila sobre mi hombro para después abrazarlo por la cintura y besar su mejilla, en cuanto rodeó mi cuello con su brazo posé mi mirada en la rubia que seguía delante de él contemplando nuestra escena—¿Quién es?

— Es, esto ... —dijo Marc tirando el cigarro acabado con su mano libre para después chasquear los dedos intentando recordar su nombre.

— Lisa—dijo indignada la rubia— te lo he dicho hace dos minutos.

Cambié mi posición para apoyarme en el hombro de Marc y cruzar las piernas,esa chica había dicho una sola frase y ya me irritaba.

— Y yo te digo ahora que te alejes de mi chico —coloque bien, de nuevo,mi mochila en mi hombro y me encaminé a la puerta del copiloto del coche sin decir una palabra mas sabiendo que Marc subiría al coche y me llevaría a mi piso.

Tal y como predije Marc entró al coche en silencio y comenzó a conducir, cuando pasó un minuto Marc comenzó con sus estupideces.

 — Mi chico ¿sabes lo mucho que me pones cuando hablas así? 

— Cada vez odio más que hagas eso.

— ¿El qué? si siempre soy así de cerdo —me pregunta aparentando que no a pasado nada.

— El tener que aparentar ser tu novia cada vez que una chica molesta intenta ligar contigo, cerdo —le dije entre risas.

— ¿Tanto me odias? —me pregunta con algo de dolor en sus ojos.

— Sabes que no es así, pero tanto fingir hará que no consiga a ningún tío, los cobardes no quieren problemas contigo.

Tanto su apellido Marc Darrel,como el mío, Tremain, eran conocidos en nuestra pequeña ciudad, de la cual nunca habíamos salido, y no teníamos una buena fama.

— ¿Acaso eso significa que buscas un novio? ¿Y encima a un cobarde?

— No, pero ya has visto como son en esa universidad, si saliese con alguno o solo tuviese algún lío acabarían buscando pelea contigo o huyendo de ti, a menos claro está —cambié mi tono amargo de siempre a uno de sonrisa pícara—que dejes de obligarme a fingir ser tu novia.

— Es que no soy bueno para rechazar a gente.

— Deja de poner excusas y simplemente admite que no eres tan cruel como aparentas.

— Bueno entonces si no es porque buscas cobardes —aseguró riéndose— ¿Temes que halla un cotilleo sobre que estás saliendo conmigo?

— Eso es lo que a ti te gustaría, Marc querido, parece que no me conoces, ¿desde cuando me importan a mi los rumores?

— Cierto eres la chica fuerte.

Con esa afirmación y ambos entre risas, Marc aparca cerca de mi piso.

— Aunque he de admitir que aveces me gustaría abrazarte.

— Inténtalo cuando esté borracha —le digo bajando del coche y encaminándome a mi piso.

— Pienso hacerlo —aseguró siguiéndome entre risas.






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