PRÓLOGO

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-No olviden lucirse ésta noche, sonrían y lo más importante: sonrían.

En todos los ensayos que teníamos antes de los recitales, Miriam era la que se mostraba más nerviosa que nadie; el colmo de un alumno es que su maestro se encuentre más nervioso que él.
Cuando terminamos de calentar nos reunimos todas para escuchar las indicaciones finales de Miriam.

-Repasamos hasta el cansancio la entrada, confío en que les saldrá magnífico; en el intermedio Rebeca y Sam recuerden las posiciones que deben tomar: sutiles, y deben verse con gracia. Al final recuerden hacer la reverencia al mismo tiempo...

Se le está olvidando algo.

-Ah, sí... Leila, no falles el brinco, son cuatro vueltas y siempre graciosa, nunca tiesa.- Sonríe y relaja sus expresiones- Diviértete, nena... ¡Todas, haremos un gran espectáculo!

Aplaudimos y gritamos poniendo en alerta nuestros sentidos para entrar en profunda confianza.

-¡Éxito a todas!- Gritó una de las mayores del grupo- ¡Lo haremos genial! Hemos ensayado para esto toda la temporada, ya hemos sufrido concursos esto sólo es una demostración local, no tienen por qué tener miedo.

-Éxito, Leila -Me dijo Sam colocando su mano en mi hombro.

-Gracias... igualmente -Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

-En posiciones -Anunció el técnico.

Respiré hondo y nos colocamos en nuestros respectivos lugares. El pequeño telón que colgaba de una ligeras cuerdas fue abierto y nos dejó al descubierto ante los espectadores.

Todo lucía mágico, los pequeños focos blancos que adornaban cada árbol del parque me hacían sentir, de algún modo, relajada.


Cuando el baile finalizó, cerraron el telón y nosotras nos dejamos caer en el foro.

-Buen trabajo a todas.

-¡Lo hicimos genial!

-Salió perfecto. -Gritaban el grupo de chicas de la clase avanzada.

<<Creí que caería en las vueltas... creo que voy a vomitar>>

-Sam, ¿podrías decirle a Miriam que iré a caminar? Quiero despejar mi mente de todo esto -Le sonrío, nerviosamente.

-Por supuesto, adelante... yo le aviso -Me sujeta de las manos-. Estuviste increíble en las vueltas -le sonrío y le agradezco; una vez que me suelta, me doy media vuelta para ir a caminar por el sendero lleno de luces.

<<No puedo creer que en algo muy sencillo estuviera temerosa de caer, qué estúpida...>>

-¡Oye, tú!

Me giro para ver a quién rayos le gritan y me topo con un chico, casi de mi edad, que está a unos metros de distancia de mí.

-¿Me hablas a mí? -Digo señalándome con en dedo índice mientras veo a mi alrededor en busca de alguien más.

-S-sí... sólo quería decirle que... -Tartamudea el chico mientras aprieta los puños que tiene a los costados. No sé qué me preocupa más, si el que un niño desconocido me esté gritando en la oscuridad o el que me hable de usted; creo que definitivamente es lo segundo.- Sólo quería decirle que.. me parecen geniales y que las admiro demasiado -Suelta por fin el chico.

-Gra-gracias... -Esto en verdad es incómodo, ¿qué más le digo? Muchas niñas nos han halagado con sus comentarios pero nunca me había tocado que me soltara algo así un niño...

-Son las mejores, sigan así -Me sigue gritando mientras sale corriendo de vuelta a donde estaban los espectadores, dejándome ahí plantada profundamente confundida.

<<Confirmado: no hay edad para la locura>>

Sigo caminando...

Aunque... si ese chico me soltó algo así, quiere decir que hemos avanzado mucho. Eso significa que para seguir así hay que seguir practicando y no detenerme, presiento que estoy muy cerca de lograr mi objetivo de vida.

Desde que Miriam me conoció me dijo que poseía un gran talento y que ella se encargaría de pulirlo y yo en recompensa me esfuerzo en el ballet mucho, dedico horas extras a los ensayos y -debo confesar- descuida un poco la escuela por enfocarme en el baile. Sé que está totalmente mal pero es lo que más me gusta y siento que si descuido el ballet por los estudios me sentiría incompleta y vacía.

-¡Leila...! Ven es hora de regresar -me grita Miriam a unos cuantos metros de mí. Esa mujer tiene una voz muy potente.

-¡Enseguida voy!

Así que sí, en resumen: prefiero el ballet antes que estudios académicos, casi no tengo amigas y las pocas que tengo las escogí sabiamente pues me busco personas que sepan acerca de la música para que puedan entender lo que estoy diciendo, no tengo novio ni amores platónicos ya que se me hace que gastaría horas de ensayo por andar de enamorada o suspirando por alguien, soy hija única, práctico ballet desde los seis años y... creo que es todo lo que querrán saber de mí por el momento.

Al fin y al cabo, soy sólo una bailarina que va iniciando sus sueños, ¿qué tantas cosas me podrán pasar?


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Espero les guste, soy nueva en esto pero desde hace mucho que tenía esta historia en mente y quería compartirla con ustedes :3

- Paya~

Corazón HipócritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora