➳ Capitulo 6 - Intruso.

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Todo se estaba saliendo de control.

En menos de lo esperado, Camila comenzó a caminar hacia adelante, provocando que la ojiverde retrocediera sin apartar sus labios de la castaña y sus manos de su cuello, hasta que se topo con la cama. Camila la recostó con suavidad, saboreando cada pequeña parte de los labios de su amada.

Lauren no sabía con exactitud que es lo que hacía, o lo que sentía por esta chica. Todo era tan jodidamente extraño, pero le gustaba sentirse así.

Un ligero ronroneo de placer y posesión surgió de la garganta de Camila, provocando que Lauren se estremeciera debajo de ella. Las manos de la castaña se colaron debajo su blusa, poniéndole la piel de gallina...

-Señorita Cabello, encontramos a... ¡Mierda! -el repentino sonido de la puerta abriéndose y una voz masculina, hizo que Lauren apartara con brusquedad a Camila de encima suyo, la chica cayendo del otro lado de la cama con un gruñido de frustración-. ¡No vi nada! Enserio... lo siento Camila. Y-yo no sabia que...

Y a pesar de lo avergonzada que Lauren se encontraba, pudo distinguir la voz y el rostro del chico. Era el rubio que había estado en ese cuarto... Con una mierda, era él.

Y la expresión que puso al ver a Lauren, sólo lo confirmó.

La ojiverde hizo lo más sensato en ese momento, que fue levantarse de la cama y encerrarse en el cuarto de baño.

-¿Qué ocurre, Troy? -él rostro de Camila estaba tenso, mirando con rencor al chico parado aun en la puerta.

Y estaba en todo su derecho de estar enojada, pues el olor que emanaba de Camila era prueba de haberse quedado a medias.

-¿Nunca me ibas a contar que tu mate era una chica? Creía que las cocineras eran unas viejas chismosas que se inventaron todo.

-Claro que te lo contaría, pero es que estoy tan sorprendida como tu -contraatacó-. Pero sé que es ella.

-Me alegra que la hayas encontrado antes de que... bueno... tu sabes -hizo una mueca de preocupación-. Sólo venia a informarte que hay un intruso en nuestro territorio, y por su olor, suponemos es una bruja...

"¿Lauren?"

La chica casi gritó por el susto, la voz de Ally volviendo a hacer acto de presencia interrumpiendo su atención en la conversación de ambos chicos en la habitación.

-¿Me quieres matar del susto? -susurró agitada-. ¿Dónde mierda has estado?

"Voy en camino a tu rescate".

A Lauren se le fue el aliento. No sabía si esas palabras deberían causarle alivio, porque en realidad fue lo contrario.

"No te preocupes, ya tengo un plan. Relajate".

La voz de Camila se escuchó al otro lado de la puerta, firme y segura.

-Hazle saber a Henri, y trae a algunos de los chicos para que nos acompañen.

-Ellos ya te olieron, y van para allá -murmuró entre dientes, la preocupación por la pequeña bruja creciendo cada segundo.

"Tendré cuidado".

Eso no era suficiente. No podía quedarse encerrada esperando que no sucediera nada. Debía ayudar de alguna manera, debía hacer algo...

Y con un firme empujón, abrió la puerta, mirando con determinación a la castaña que ya se ataba nuevamente los zapatos para salir.

-Iré con ustedes.

Troy frunció el ceño en confusión, mirando a Camila expectante.

-Claro que no irás -negó disgustada.

-No era una pregunta...

La mirada que recibió por parte de su mate, la hizo quedarse muda.

-He dicho que no.

Su voz había cambiado, era tan demandante y profunda, sinceramente daba miedo. Miró de reojo a Troy, y como este mantenía la mirada en el suelo sin la intención de tener contacto visual con la futura Alpha.

-Entonces será mejor que vayas buscando otra habitación para mi, porque no pienso dormir en la misma cama que tú.

*

Las ramas se quebraban bajo sus botas, trayéndole el recuerdo de la noche pasada. El ambiente era tenso, Camila iba delante suyo y al parecer seguía ignorándola después del ultimátum que le hizo. Troy es quien caminaba a su lado, se notaba algo inquieto y olfateaba el aire constantemente.

Los demás hombres, incluyendo a Henri, caminaban en su forma lobuna a su alrededor. El gran tamaño del Beta, y su melena gris oscura no hacia mas que intimidar a Lauren, pues en ocasiones sentía su mirada.

-Camila, ¿estas segura que no quieres transformarte? Si la bruja nos ataca...

Se quedo en silencio cuando la castaña se detuvo y lo miró. Parecía que aun le guardaba algo de rencor por la interrupción en su habitación.

-Si... -respondió casi en un susurro, y sus penetrantes ojos oscuros se posaron en la pálida chica-. Segura.

Quizá el motivo de su decisión, era por Lauren. Pero Camila estaba enojada con ella, así que la ojiverde descartó la posibilidad.

Después de algunos metros después, fue cuando la castaña se detuvo bruscamente, todos poniéndose alertas de inmediato. A pesar de la oscuridad que llenaba el bosque, y el abrumador silencio llenado por los ruidos de insectos, Lauren juraba saber que había algo, o alguien más.

-Sal de ahí, no te haremos ningún daño -dijo Camila en voz alta, mirando hacia el tronco de un gran roble.

El lobo de Henri gruño con fiereza hacia la pequeña figura de la bruja que asomo la mitad de su cuerpo, llevaba un largo abrigo con la capucha puesta, y lo aparto de su cabeza al estar frente a la hija del Alpha.

Ally.

Lauren se quedó muda, sin saber que hacer o como actuar ante la llegada de su cómplice.

-¿Quién eres, y que haces aquí? -cuestionó con firmeza Camila, parecía ser otra persona a cuando estaba con Lauren.

-Mi nombre es Ally Brooke, y soy una Bruja Pura. Única en mi clase, y vengo a pedir asilo -sus ojos tenían cierto brillo hipnotizantes, realmente cautivadores.

Coerción, Lauren estaba segura de haber leído sobre ello en uno de los libros en casa. Sólo algunas Brujas podían llegar a controlar tal poder, y esto solo era una demostración de lo que Ally podría llegar a hacer. Controlar a una persona.

-Puedes venir -murmuró Camila, totalmente fuera de sí.

Lo siguiente que sucedió, fue como un golpe a la realidad. En un segundo Camila ya había regresado a sí misma, y en el otro, Troy se encontraba delante de esta, mirando incrédulo a la pequeña Bruja frente a ella.

Su mirada era indescifrable, que hasta la misma Ally frunció el ceño confusa ante lo que pasaba.

-Mate -susurró el chico.

Y aunque la Bruja trato de escabullirse entre el bosque nuevamente al escuchar la palabra de sus labios, el Licántropo ya la tenía entre sus brazos: en un gesto de posesión y protección. Pero sobre todo amor.

-Mía.

*

-¿Y-Y que pasa si no me quiere? -preguntó la joven, llena de temor al pensamiento del rechazo.

-Te querrá, cariño -murmuró la mujer segura, acariciando el cabello de la chica-. Cuando la traigan de vuelta a casa, donde pertenece. Ella te conocerá, y te querrá... Lo prometo.

➳ LUNA ➳ CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora