Mientras corría por el bosque, con la respiración agitada raspándole la garganta, y los ojos quemándole por las lágrimas que exigían salir, la imagen de su pequeña Lena no abandonaba su mente.
No se detuvo en ningún momento, conocía el camino de regreso de memoria. Lo había cruzado innumerables veces con Camila desde hace años. Ambas se encontraban a la orilla del río con los pies colgando en el agua cuando escucharon los aullidos de la guardia en advertencia, la conmoción que esos sonidos las perturbó a tal punto de ser paralizante, les heló la sangre. El primer impulso de Lauren fue correr hacia el santuario donde su hermana y amigos habían dicho que estarían con Lena, la desesperación comenzaba a llenarle cada célula en el cuerpo, pero Camila debía ir en la dirección contraria dónde era requerida, y eso sólo dolía aún más.
–Es Matthew –le había dicho en voz baja–. Debo ir.
Era egoísta, sin duda se sentía de esa forma; porque por un instante la idea de pedirle a Camila que no fuese hacia allá cruzó por su cabeza. Quería pedirle que ambas buscasen a Lena juntas y huyeran, lo último que quería era alejarse de ella. Pero sabía que eso no era lo ideal, aún así prefería seguir viviendo con miedo pero con Camila y Lena en su vida. Y podía percibir la misma preocupación en la Alpha como un pinchazo en su marca.
–Ellos saben lo que deben hacer en esta situación –le escuchó volver a hablar, tomándola por las mejillas para obtener toda su atención. Pero Lauren estaba demasiado concentrada repasando cada facción de su rostro, cada lunar, cada pequeña cicatriz, sus cejas, su nariz, sus mejillas, su mentón, esos expresivos y brillantes ojos que iluminaban su vida; enfocándose en aspirar ese olor natural que desprendía de la Alpha y temía no volver a ver–. No estarán en el santuario, existe una vía subterránea debajo de casa que conecta con la salida del territorio. Allí llevarán a Lena, debes ir con ellos. Una vez fuera no podrán seguir su rastro, Dinah las llevara a la manada aliada para que estén seguras. Ellos las mantendrán a salvo y yo iré por ustedes después. ¿Entiendes?
Lauren no afirmó nada, pues no quería malgastar ni un sólo segundo juntas, se limitó a abrazarla necesitada y se sintió agradecida que Camila la comprendiera con esa facilidad, pues la estrujó de vuelta entre sus brazos. Lauren se sentía diminuta a comparación de la situación que las sobrepasaba. Camila la estrujaba más contra su cuerpo ronroneando bajo en preocupación; un sonido gutural desde el pecho que solía brotar involuntariamente. Cerró los ojos con fuerza cuando más aullidos comenzaron a cortar el aire.
–Esperáremos por ti.
–Sí yo no vuelvo por ustedes...
–Shhh –reafirmó su agarre, escondiendo su rostro en el pecho de la Alpha–. No digas eso. Por favor.
–Tengan mucho cuidado.
–Tú también.
A Lauren le costó físicamente apartarse de Camila, dolía, parecía que su marca comprendía lo que ella planeaba hacer; volver a apartarse de su mate. Y Camila se veía igual de afectada, las emociones de Lauren se agolpaban en su pecho a través de su lazo, el miedo, la angustia, la incertidumbre era latente. Pero ambas terminaron haciendo lo inevitable.
Inhaló su aroma profundamente una última vez, quería llenarse de Camila antes de que se marchara, quería mantener el aroma a Alpha impregnado en cada poro de su piel el mayor tiempo posible, quería retenerla un momento más, sólo unos segundos. Pero se seguía sintiendo vacía con la idea de que durante un tiempo desconocido estaría sin ella, no importó lo mucho que se esforzara en sentirla cerca suyo, porque cuando la Alpha se apartó la envolvió una cortina de frialdad, sus respiraciones eran agitadas, y sus labios seguían con esa familiar calidez y suavidad de siempre, la besó como jamás la había besado antes, o quizás así lo sintió, y cuando se echó a correr en el sentido contrario de su hogar algo en sus entrañas se retorcía por esa lejanía. Era como si el invisible lazo que las unía pusiese resistencia para evitar aquello, pero ignoró ese contundente tirón en su interior y continuó.
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➳ LUNA ➳ Camren
Fanfic-Mate -la escuchó murmurar, casi en un ronroneo. Por su tono de voz, apostaba a que tenía una gran sonrisa en el rostro-. Mía. ➳