The Wedding ~ Delena

The Proposal

I have died every day waiting for you
Darling, don't be afraid I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more

Elena tenía la pierna descubierta sobre la cama. La sabana solo cubría su pecho y pierna. La suave brisa que entraba por la ventana, agitaba los mechones de cabello marrón, que caían por su espalda. Damon no podía creer lo adorable que se veía. Sus mejillas estaban rojas, y su cabello estaba deshecho. Que hice para merecerte? Él pensó.

Después de un año saliendo, él aun no podía creer su suerte al ser elegido, por la cautivante Elena. Aunque la gente no supiera de su romance, él pensaba que era mejor, le agregaba más pasión y chispa a su relación. Lo que si, a Damon le encantaría salir a la calle con ella en Mystic Falls, y presumir que ella, de todo el mundo, lo eligió a él. No a su hermano Stefan, a él. Lo bueno es que ellos no estaban en Mystic Falls, entonces nadie les conocía.

Damon estaba sentado en la ventana de la habitación del hotel. Un trago de Bourbon en mano y la pequeña caja en la otra. Los nervios lo carcomían. Y si dice que no? Y si huye? Y si se da cuenta que no lo ama lo suficiente?  La luna iluminaba las calles de Venecia con magnifico esplendor. Damon suspiró. Pero, que pasaría sí dice si? Que tortura sería mencionarle a sus seres queridos. Como reaccionaría Stefan? O peor, Klaus?  

Sin darse cuenta que su amada había despertado, una voz lo sorprendió. "En que piensas?" Su delicada voz preguntó. Damon sonrió y escondió la cajita en el bolsillo de su pantalón. Elena vestía un vestido celeste de seda, estaba descalza y por su cuello caía un colgante con la foto de sus hermanos.

"En ti," Elena sonrió y le dio un suave beso en los labios. "Me asustaste. Creí que dormías,"  Elena se sentó frente a él y su mirada se perdió en el horizonte.

"Me encanta asustarte. Las ventajas de ser una Original," ella dijo entretenida.

"Se supone que los vampiros no deberían asustarse," Damon dijo haciendo pucheros. Elena rió y mordió su labio inferior.

"Los problemas de salir con una Original," ella le robó el vaso de Bourbon, tomando un sorbo. "Deberías escribir un libro. Las desventajas de salir con un Original," Damon le agarró la mano, asegurándole que él amaba sus defectos tanto como sus perfecciones.

"Ven, te quiero mostrar algo," Damon dijo parándose, y tendiéndole una mano. Ella la tomó para estabilizarse y pararse. Damon la guío fuera de la ventana, y los dos treparon hasta el techo del edificio.

Elena y Damon se sentaron en el techo del hotel. Por un lado podían ver las aguas de Venecia y en el otro, se veían a lo lejos, una par de colinas y casas.

"Que quieres mostrarme?" Damon suspiró.

"Te voy a decir lo más cursi que probablemente diré en mi vida, así que no interrumpas," Elena rió entretenida y asintió con su cabecita. Damon cerró los ojos y pensó que debería decir. Si decía algo mal, tal vez arruinaría su oportunidad para siempre. "A ver," Damon abrió los ojos y la miró. "Después de Katherine, nunca creí que me podría volver a enamorar. Luego de su traición, no pensé que mi corazón podría volver a batir. Saber que no estaba en la tumba, creo que fue lo mejor y lo peor que me pudo pasar," Elena sujetó firme la mano de su novio. Damon sonrió y prosiguió con su discurso. "Cuando te conocí, yo estaba en un lugar muy obscuro, y tu fuiste mi luz. Elena, tu eres mi luz," una pequeña lagrima de felicidad cayó de un ojo de Elena. "Te amo. Y probablemente te e amado desde el momento en que me dijiste que Katherine no estaba en la tumba. Te amé incluso cuando no eras mía, pero de mi hermano," Elena se mordió el labio. "Y te seguiré amando hasta que tome mi ultimo aliento en esta tierra. No sabes lo feliz que me haces. Tu crees que traes desgracia a mi vida? Elena, tu eres mi vida," Elena estaba llorando. "Estar contigo, fue el punto culminante de mi existencia. Y el resto de mis días, los quiero pasar contigo," Damon comenzó a sacar la caja de terciopelo de su bolsillo. "Elena Marie Mikaelson, me harías el hombre más afortunado del mundo, al casarte conmigo?" Elena se quedo con la boca abierta cuando Damon abrió la caja, revelando un hermoso anillo de oro blanco, con brillantes. Ella pestañeó repetidas veces.

Damon jamas se sintió tan nervioso en su vida. Elena parecía estar en un trance. Damon tragó saliva y mordió su labio fuerte, haciéndole sangrar. Elena finalmente miró hacia arribar, encontrando sus ojos y él sonrió lo mejor que pudo.

"Estas seguro? Porque cuando tome ese anillo no te podrás librar de mi," ella dijo entre risas y lagrimas. Damon asintió inmediatamente sonriendo muy fuerte. Elena tomó el anillo y se lo colocó en el dedo anular. Lo miro un momento y sonrió.

"Te queda perfecto," él dijo feliz. Elena asintió y sin aviso, la chica saltó a sus brazos dejando besos en toda su cara. Damon cayó de espalda en el techo, abrazándola con todas sus fuerzas.

Nunca más la dejaría ir.