Prólogo

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El pequeño Valentino se despertó con un fuerte dolor de cabeza sin saber en dónde se encontraba, a lo lejos podía escuchar un llanto y alguien que gritaba por piedad.

- ¡Mamá! - con algunas lágrimas en sus ojos - ¿dónde estás?

Mientras bajaba las escaleras se escuchaba más el sonido de una mujer agonizando. El pequeño abrió una puerta que lo llevo a un sótano, logró ver como la mujer que tanto amaba estaba sufriendo y al lado un hombre muy conocido lavando unos cuchillos llenos de sangre.

- Hey campeón - despeinándole el cabello y le diciéndole con una sonrisa cínica - ya te has levantado

- ¿Por qué esta así mi mamá? - muy asustado y con el corazón agitado - ¿tú le has hecho esto?

El hombre termina de secar un cuchillo y mira a la mujer que está atada con múltiples apuñaladas.

-Mami y yo tenemos que conversar de algo, no voy a demorar, espérame sentado en el sillón - Lo mira de una manera fuerte y lanza una sonrisa macabra - luego me tocara conversar contigo

Va corriendo hasta donde se encuentra esa mujer y la queda mirando horrorizado porque no puede creer lo que ve, voltea a ver a ese hombre.

-La estas lastimando - mientras toma a esa mujer de las mejillas y sus ojos se empañan de lágrimas - Mamá, te amo

-No dejaré que te pase nada malo -toma aire para poder hablar un poco más - te cuidare sin importar en donde estés - le da un beso en la frente a su pequeño y lo abraza dejando algunas manchas de sangre en la ropa de él.

Mientras el hombre lo toma con brusquedad del brazo y lo saca del cuarto, Valentino podía escuchar como la mujer era torturada y él no podía hacer nada. Ya asustado buscó algún lugar donde poder esconderse, había un mueble de madera en el cual se guardaban utensilios así que aprovecho en esconderse ahí. Podía escuchar los pasos de una persona y él sabía que nada bueno iba a pasar, así que tomó un pequeño cuchillo que encontró.

-Valentino campeón, sé que estás aquí ¡vamos! No te escondas - mientras sus pasos sonaban más cercanos al pequeño.

El hombre lentamente jala la manecilla del mueble y se encuentra con el pequeño con una mano detrás. Valentino no lo piensa dos veces y le clava el cuchillo en el ojo izquierdo.

-Ahhhh Maldito Bastardo - mientras cae contra el piso - te mataré al igual que lo hice con tu madre.

Corre desesperado y logra salir de la casa, después de varios minutos caminando llega a un sitio desconocido y sin oportunidad de sobrevivir.

-No me dejes así mamá - intentando no llorar, pero no lo logra y rompe en llanto - Dijiste que cuidarías de mí

Un hombre se acerca a él y toca su pequeño hombro. Se sienta a su lado y le sonríe así ya no hace que se sienta tan sólo.

-Hijo te vas a quedar aquí con este frío o ¿prefieres subir? - señalando un auto que parece demasiado costoso - ¿sabes? Mi madre me dijo que las cosas pasan por algo

- ¿Por qué me quiere ayudar? - una lágrima resbala por su mejilla

-Porque el destino me puso aquí...

Te Apuesto Un DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora