Te Apuesto Un Deseo

Capítulo 4

-Miren, un joven valiente - mientras me apunta con la pistola - que esto sirva de lección - jala el gatillo y suena un estremecedor sonido

Caigo de rodillas al piso blanco y puedo ver correr sangre en el. Parpadeo y miro como golpean a Rodrigo y salen por la puerta, doy un último pestañeo y caigo dormido.

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-Perdió mucha sangre pero se recuperará - la voz de algún señor cerca de mí

Abro los ojos y me encuentro con Nicolás despidiendo a algún doctor de mi sala, mi mejor amigo no tiene la misma cara de depravado sexual, ni parece que ha tomado, su cara al verme abrir los ojos es de alegría y me da un abrazo.

-Sabía que no te podías morir, eres el jodido Valentino Maldeza, vas a vivir hasta los cien

-¿Donde esta Rodrigo? ¿Y Claudia?

-Ah, eso - suspira y mira al otro lado en una ventana - aún no lo encuentran, y sobre esa Claudia no sé quién será

Voy a matar al hijo de puta que nos ha extorsionado a Rodrigo y a mí, Nicolás se queda con cara pensativa

-¿Por Claudia te refieres a una chica de ojos verdes y que parece modelo?

-Sí, ¿dónde está?

-Se quedó en sala de espera preguntando por ti, lleva ahí por lo menos un día, se nota que le importas

-Es buena chica - digo con dolores por la herida que tengo en el brazo

-Le diré que estas mejor - lo fulminó con la mirada - tranquilo, me he tirado a mejores - me sonríe y sale de la sala.

A veces las cosas no son como en las películas, los hombres malos no esperan minutos para disparar, no suceden milagros inesperados, solamente pasa lo que sabes que pasará, te dispararan y morirás. En mi caso no, sigo vivo y si voy a morir será viendo crecer a los hijos de mis hijos, pero no puedo vivir con miedo, tengo mucho dinero como para acabar con todos esos bastardos vestidos de negro y con máscaras estúpidas.

-Valentino gracias a Dios que estas bien - La muñequita me abraza dejando un olor muy rico

-Yo diría que fue gracias al doctor - digo susurrando - Claudia, me estas apretando los huesos -digo con un ligero dolor pero soportaría otro abrazo más

Se acurruca en mi pecho y le doy un beso en la frente, sus ojos verdes se ven desgastados, quiero que descanse, no me gusta verla preocupada por mí

-No debí tratarte de esa manera, disculpa es que hace mucho que no siento otros labios - le sonrió victorioso - pero eso tampoco quiere decir que me gusto - se hace la difícil

-Lo que hice fue una estupidez

-¿besarme fue una estupidez? - dice molesta

-No, hablar con ese asesino. Besarte fue hasta ahora lo mejor que he hecho

-No debiste hacerlo, te pudo matar

-¿Tu beso? -me comienzo a reír

-No Idiota, pararte a hablar con ese tipo - se molesta con facilidad y eso me encanta

-Lo hice porque al hombre que se estaban llevando me cuidó por quince años, es como mi padre, ahora no sé lo que haré sin él - lo digo con voz depresiva

-¿Hablas de Rodrigo Maldeza? - me queda mirando con una cara de sorprendida

-No, Scarlett Johanson - digo con un tono sarcástico