Capítulo 7

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-Necesitará más anestesia...

-No quiero que se despierte en un buen rato, aún tengo planes para él

-¿Más planes de los que ya tiene?

-sí, muchos más. Ahora pásame las pinzas, tengo que quitarle más carne...

-Tranquilo chico sólo dolerá un poco

-No le mienta, doctor - la voz se aclara y por fin lo reconozco - Sobrino, esto te dolerá mucho...

-No disfruto de mi trabajo, lo siento mucho - le pasa las pinzas y las acerca a mi ojo - Valentino ya es hora... YA ES HORA...

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-¡Valentino! ¡Ya es hora! - Gabriel me levanta saltando encima de la cama

-¡Dios mío! No vuelvas a hacer eso Gabriel - lo miro molesto - Me has dado un gran susto

-Perdón Valentino, es que te quería avisar que ya era la hora del desayuno - baja la mirada como un cachorro arrepentido

-Hey no te preocupes, vamos a preparar algo ¿si?

Él asiente con la cabeza y yo lo llevo de las manos por la escalera. Aunque por el momento no tengo ganas de desayunar, después de ese sueño realmente no tengo ganas de muchas cosas. Pero me agrada la compañía de Gabriel, ese niño es tan tierno. Si antes pensaba en llevarlo en adopción ahora estoy pensando en adoptarlo yo.

Hoy tampoco estará Lorena así qué saldré a la ciudad para desayunar algo, me vendría bien salir con Nicolás. Voy a llamarlo para encontrarnos en una fuente de soda cerca de la ciudad.

-Gabriel vamos a salir con un amigo mío

-Esta bien, pero no tengo que ponerme

-En ese caso iremos a comprarte ropa, pero hay que darnos prisa

Vamos por el camino más largo, hoy el sol brilla como nunca, los árboles y flores están llenos de vida. En la radio esta sonando "He come's the sun" de los Beatles. Quien iba a pensarlo, Valentino el chico engreído a quien siempre le compraban ropa el día de hoy iría a comprar ropa para alguien más. Llegamos a un sitio muy bonito apenas abría, Gabriel no sé demoró tanto en escoger que ponerse, llevo unas zapatillas negras, un pantalón negro, una camisa blanca y una corbata roja. Le quedaba bien, su cara de felicidad lo era todo en ese momento.

-Bueno eso es todo, ya después del desayuno seguiremos viendo más cosas

-Gracias por todo Valentino, nunca pensé que alguien me ayudaría tanto

-Hey no tienes que agradecer nada, recuerda que tú eres mi ángel guardián - lo despeine

Ahora al salir de la tienda estoy abriendo la puerta y de pronto suena un grito de una mujer

-¡Ohhh! ¡mi vestido!

Al fijarme le había tirado el café encima de su vestido blanco. Luego de ver la estupidez que hice trate de ayudar

-Perdón, lo siento. Déjame que te compré un vestido...

-No, lo has arruinado...

Luego nos quedamos viéndonos ella se quitó los lentes de sol y la vi, como no la pude haber reconocido antes, sus hermosos ojos verdes me deslumbraban y me hacían perder la noción del tiempo

-¿Valentino? - me queda viendo - ¿que haces aquí?

-Oh Claudia, lo mismo me preguntaba -suspiro un poco - yo estaba comprando ropa

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2018 ⏰

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