Me atreví a pensarte. No grites, no llores... No huyas.
Solamente me atreví a pensarte.
En besar la seda que tienes por piel y saber la verdad detrás de tus ojos.
Sólo me atreví a pensar.
Cómo seria tu voz tan de cerca y cómo me llegarías a amar.
Me atreví a enamorarme.
No corras, no te enfades.