Por la tarde Rubius vino solo sin su mujer ya que quería que ambos estuviesemos juntos y así contarnos cosas. Pasadas unas horas se fue mientras que yo me quedaba despierta esperando a Dani. Las niñas estaban jugando a mi lado y yo de mientras veía la televisión. A los cinco minutos llegó Dani y nos pusimos a cenar.
Las niñas estaban acostadas, nosotros disfrutabamos de una película de comedia. La noche había llegado y con ella nuestro sueño. Aunque ambos seguíamos despiertos viendo la película. Cuando esta finalizó, nos pusimos el pijama y a continuación nos metimos en la cama. Había sido un día un tanto alegre y demasiado largo. Dani me abrazaba por detrás mientras que yo contemplaba la luna que se daba luz a toda la habitación.
A la mañana siguiente me levanté temprano mientras que Daño seguía durmiendo. Hice el desayuno para todos y les desperté. Bajemos y tomemos nuestro desayuno mientras que manteníamos una divertida conversación. Dani se fue a trabajar, yo dejé a Noelia en casa de Eva y a Daniela en la guardería. Hoy iba a ir a hablar con la persona que era mi jefe.
Al llegar a las oficinas todos me saludaron alegremente, me dirigí a la oficina del jefe y toqué antes de entrar.
-Jefe: Adelante
-María: Hola Ramón, venía a hablar contigo.
-Ramón: María! Cuánto tiempó! ¿Cómo estas?
-María: Muy bien, gracias por preguntar.
-Ramón: Justamente te iba a llamar hoy para decirte que cuando quisieses te podías incorporar.
-María: ¿En serio?
-Ramón: Por supuestísimo que sí, eres una de las mejores trabajadoras que tenemos. No queremos perderte. ¿Qué tal si empiezas la semana que viene?
-María: Por mi genial. Muchas gracias
-Ramón: De nada
Me fui de las oficinas contenta y realicé algunas compras. Recogí a las niñas y hice la comida. Llamé a Dani para ver si venía a comer y me dijo que sí. Al llegar las tres le recibimos contentas en la entrada.
-Dani:...
