La Historia despues de Finale

Capitulo 2

Patch:
¿Muchacha? Pero si no esperaba a nadie. Además era mas de media noche. ¿Quien podía ser a esa hora? Me encamine a la puerta y gire la manecilla. Una joven alta, rubia y delgada estaba parada frente a mi. No era Dabria. Ella había muerto en la guerra. Esa joven era Anahi.

-Hola Jev. O debería decirte Patch.

-Que haces en mi departamento Anahi. ¿No deberías estar en el cielo? ¿Cuidando de Vee?

-JA. La vida de esa chica es mas aburrida que la de una hormiga. Yo prefiero venir a verte un rato.
Espero que no me hayas olvidado, por que yo aun pienso en ti, Jev.

-Lamento desilusionarte pero yo ya no estoy interesado en ti y nunca mas lo estaré.

-Que pena! Es una verdadera pena que Nora tenga que pagar solo porque no quieres pasar un buen rato conmigo.

Pena? Un buen rato? Empecé comprender de que me estaba hablando.

Nora:
Me desperté sobresaltada al escuchar el sonido de la puerta cerrarse de golpe. Me asuste al pensar que algún ladrón había entrado al departamento pero me asuste más al darme cuenta de que Parche ya no estaba a mi lado.

-Patch?- pregunte a la oscuridad.

El estaba parado en la puerta mirando al vacío y tenia una expresión de tristeza y desden.

-Patch, esta todo en orden? - le pregunte medio grogui (si leiste Hielo Negro de Becca F. sabrás lo que significa)

En seguida reacciono, al parecer lo había sacado de sus cabilaciones.

-Si Ángel. Todo en orden.
Patch:
Todo en orden? Como podía mentirle tan descaradamente? Y justo cuando al cabo de tres años podía tenerla entre mis brazos. Mierda. Maldita Anahi, era aun peor que Dabria. Al ser el Ángel custodio de Vee simplemente me asechaba mas de lo que me gustaría.
-Duermete Ángel, hablaremos en la mañana.- le dije tratando de sonar tranquilo.

-Estas seguro? - dijo y me abrazo. Me paso las manos por el pecho y yo no pude controlarme. La bese apasionadamente mientras ella enredaba sus dedos en mis cabellos. La levante por la cintura y engancho sus piernas en mis caderas. ¡Que bueno era poder sentirla! Yo acaricie su estomago con mi pulgar y levante su camisola. Pero no pude quitarse la por completo ya que ella estaba decidida a quitarme la camiseta...y lo logro. Luego yo le quite la suya dejándola solo en sujetador. La recoste sobre la cama y desabrocho el botón de mis teja nos. Yo hice lo mismo, cuando empezamos a movernos a un mismo ritmo, Nora clavo sus dedos en mis hombros mientras yo besaba y mordia su cuello. Me alegre tanto de poder sentir cada uno de sus extremidades sacudirse junto a las mias y de pronto un calor inmenso me invadió todo el cuerpo.