Capítulo 10

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Patch: 

No hay nada alrededor.

Y luego hay algo. 

Mi Ángel. 

Tranquilamente recostada en un pasto verde, lleno de vida. ¿Qué estaba buscando hace un momento? Tal vez olvidé sacar la basura o algo así, Nora suele ponerse de mal humor si olvido algún mandado suyo. 

Sacudo ese pensamiento de mi mente y me acerco a ella. Lleva un vestido blanco que le llega a los tobillos y enmarca perfectamente su cuerpo. Está descalza. 

Nora odia caminar descalza en el pasto.

¿De verdad? No, seguramente se quitó los zapatos por el calor. Sus bellos rizos caen delicadamente sobre su pecho, y sus manos están cruzadas sobre su vientre. Luce tan pacífica, como un verdadero ángel durmiente. Lo más silenciosamente posible, me acerco y me recuesto a su lado. Tal vez debería despertarla con un beso, eso de seguro es romántico. Poso mis labios sobre los suyos con suavidad, pero están fríos lo cual es raro, ella siempre está cálida. Levanto la mirada y no es Nora. 

Unos fríos ojos azules me devuelven la mirada, y la cara cambia de nuevo. 

Maldito desgraciado, digo para mis adentros. Caí en la trampa de Calaham. Otra vez. Ese desgraciado se divertía demasiado jugando con la mente de las personas, ya me ha engañado demasiado. 

-Patch, querido, diría que te estás volviendo viejo pero honestamente no le haces honor al título. Te has vuelto demasiado humano. 

Todo es oscuridad otra vez, sólo su repugnante voz llenando el espacio, desapareciendo en el vacío. 

-¡Diviértete un rato más, Calaham! ¡Cuando me haga con tu pluma te arrepentirás de haberte metido conmigo!- grité con todas mis fuerzas, recibiendo a cambio una maliciosa carcajada.


Nora:

El rostro está demasiado cerca y sus palabras me provocan pánico. Tienen a Patch. Probablemente lejos de aquí para que no pueda ayudarme. Siento ganas de llorar y de gritar y de destrozar al hombre frente a mí. Pero debo controlarme, no puedo darme el lujo de arriesgarme cuando Patch está en peligro. 

-Tu sangre, tu existencia, tu alma. Verás, son muy valiosas para mí, me dieron la fuerza suficiente para mostrarme ante ti en esta forma. Deberías sentirte orgullosa. 

El hombre ríe de nuevo, suavemente, como si estuviera lleno de regocijo. Una oscura felicidad emanaba del sujeto, poco a poco se volvía casi palpable. 

Debes ser muy patético como para recurrir a mi simple sangre nefilim como principal recurso, digo intentando molestarlo, para que siga hablando hasta que yo encuentre una manera de escapar. 

El sujeto chasquea la lengua y procede a decir en tono dolido. 

-Me subestimas, linda. Y aunque disfruto de esta pequeña conversación, me temo que debo ponerte de nuevo a dormir. Si puedes hablar conmigo mentalmente significa que tu fuerza no está enfocada en mi recuperación. 

El hombre se me acerca, levantando una mano para ponerme a dormir. Soy incapaz de hacer algo más, así que canalizo toda mi ira en mis dedos y toco el dorso de su mano. En seguida, el hombre aparta la mano y veo cómo una marca roja se extiende en el lugar en el que lo toqué. Por alguna razón me siento más estable, así que estiro el brazo y toco su cuello, lo que hace que el sujeto suelte un grito y se tambalee hacia atrás. No lleva camisa, y puedo ver claramente una cicatriz en su espalda en forma de V invertida. 

Sin más opciones, me lanzo con las manos extendidas con intención de tocar la cicatriz y rápidamente soy absorbida por los recuerdos. 

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2021 ⏰

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