Patch:
Había tardado apenas unos minutos en derrotar a Abraham y quitarle su pluma, pero el reloj decía lo contrario. Casi había pasado una hora. ¿Cómo era posible? ¿Acaso era Calaham el responsable del cambio de tiempo?. Para rematar, ahora tengo a Dabria en el sillón, sentada tan tranquila, cómo si todo lo que está pasando no fuese completamente imposible sino algo común.
-Habla- demandé, demasiado preocupado por Nora como para pensar en otra cosa. -¿Qué quiere Calaham? ¿Qué hacía Abraham aquí?
-Vaya, Patch, que frío eres. Estoy aquí para ayudar es cierto, ¿pero con un trato tan irrespetuoso?Creo...- Dabria suspiró exageradamente. -Creo que será mejor que me retire.
-Cierra la boca... -Dabria se levantó y yo ya estaba dispuesto a atarle las manos y sacarle la verdad pero algo no encajaba. Tal vez era la poca coquetería que tanto caracterizaba a Dabria, o la falta de elegancia al levantarse del sillón. La última pieza encajó demasiado tarde.
Estaba tan desesperado por saber la verdad sobre Nora, por encontrar a mi Ángel, que pasé por alto el detalle más vital de toda la situación.
Los ojos de Dabria, todo el tiempo que la había conocido habían sido resplandecientes, casi pillos.
Los ojos de esta Dabria, carecían de vida, de todo lo que caracterizaba a la antigua Dabria.
Si tan solo me hubiera dado cuenta antes...
Lo último que pude ver fue el rostro de la Dabria impostora contorsionándose hasta convertirse en un rostro horrible, una mueca de satisfacción era lo único que se movía en aquella cara.
Nora:
Hay muy poca luz.
Algo jala de mi mano, pero no puedo inclinarme a mirar qué es. Todo duele y no sé dónde estoy, no logro orientarme.
-No te muevas, linda. Si te mueves entrarías en shock, nuevamente.
Ya escuché esa voz antes, sé que sí, pero no puedo recordar nada.
-No puedo creer lo fácil que fue hacerme contigo, después de la ineptitud de Dante- el hombre bufó. -Yo me encargaré ahora, de lo que nos corresponde a los ángeles caídos, lo que siempre fue nuestro.
De pronto, sólo un nombre inunda mi mente, un nombre que no podría abandonarme nunca.
Patch, llamo mentalmente.
-No te molestes- canturrea el hombre. -Tu querido Patch no está en condiciones de escucharte ahora. Tampoco es como si tu mensaje le llegara, desde luego. Estás bajo mis dominios, linda. Yo controlo todo aquí.
Mi garganta se niega a dejar salir las palabras que necesito pronunciar, está seca, arde, todo arde. Ya que este hombre puede escucharme, la única manera de comunicarme será mentalmente.
¿Quién carajo eres? ¿Qué le hiciste a Patch?
El hombre soltó una carcajada, más en ella no había humor.
-Vaya, ahí está la Nora de la que tanto he escuchado. No creo que reconozcas mi nombre linda, soy demasiado viejo y he pasado demasiado tiempo en las tinieblas. Pero si puedo responderte qué le hice a Patch.
Escucho pisadas que se acercan y retumban alrededor de la estancia. Hago una nota mental para recordar la resonancia, puede que siga en la cueva en la que antes bebí agua. Me obligo a recordar si había alguna salida pero nadie viene a mi mente.
Un rostro entra en mi campo de visión.
Es un hombre atractivo, por decir lo menos. Cabello rubio platino, piel pálida, ojos azules penetrantes y rasgos bien definidos. Eso me habría distraído de no ser por su expresión. El hombre sonríe, pero no hay nada amable en ese gesto, ni en sus ojos.
-Uno de mis hermanos está con él en este momento, se está encargando de que el señor Patch no nos interrumpa en un largo tiempo.
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Perdón por tardarme otro año para publicar, realmente estaba muy ocupada.
Tengo planeado un final para la historia, así que probablemente no tome mucho. Voy a terminar este fanfic, aunque puede que suceda otra cosa. De todas formas, el tiempo dirá. Gracias por los comentarios y vistas <3
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La Historia despues de Finale
Romance¿Alguna vez se preguntaron que paso después del final de Hush, Hush? Pues aquí la tienen. Disfruten