las apariencias engañan.♥ (adaptada)

Capítulo 32 " Bienvenida de nuevo _______-"

Varios recuerdos surgieron en mi mente al abrir esa valija, ropa que traía momentos de todo tipo, esto parecía más difícil de lo que me había imaginado. Santana pareció notarlo y me miró.
-Oye, tal vez fui algo dura contigo, si no quieres hacerlo. Te entenderé – dijo mirándome, sus ojos eran completamente sinceros, pero para mi sorpresa no quería dar un paso hacia atrás, era como una cuenta pendiente que tenía que hacer. Negué con la cabeza con una sonrisa forzada mientras miraba toda la ropa que el año pasado usaba con frecuencia. Mientras nos reíamos con recuerdos, nos probamos vestidos; había de todo tipo: brillantes, formales, informales, cortos, largos. Lo mismo que shorts, remeras, jeans, pantalones, de todo tipo.
-Siempre te envidie tu placard – dijo Santana mientras tenía un vestido rojo sangre, era flojo al cuerpo y le llegaba un poco más arriba de las rodillas, recordaba que con ese yo había llamado la atención de james, fue cuando nos 'conocimos', pero al verlo en Santana era completamente diferente, como si fuera otro vestido.
-Te queda hermoso- dije sincera, ella se miró en el espejo grande que había traído de mi cuarto, dio media vuelta.
-creo que voy a usar este – dijo sonriendo emocionada, me encontraba cansada, no podía encontrar un vestido que no me traiga un recuerdo malo que dolía, pero aun así seguí mirando en los montones de ropa. Hasta que mi mano chocó contra una bolsa de tamaño mediano, recuerdo que ahí guardaba los maquillajes, lo deje de un lado y seguí en mi búsqueda, había tanta ropa que me mareaba, Zapatos, zapatillas, tacones, no entendía como todo entraba en esta valija, aunque era enorme. Santana me ayudaba pero no encontraba nada.
-ve a bañarte que se nos hace tarde y después me baño yo – dije algo frustrada, no estaba consiguiendo nada, me estaba irritando por nada, y quería descansar un poco, pero Santana era como un militar, no me dejaba parar un segundo. Asintió. – Arriba a la derecha está el baño, tienes todo lo que quieras ahí, lo que si no tengo – me interrumpió.
-no te preocupes, tengo todo aquí- dijo señalando su bolso– maquillajes, ropa interior, cepillo de dientes – la mire con cara de pocos amigos, ella se encogió de hombros- ¿Qué?
-ya tenias todo planeado! Sabías que iba a ceder! – dije de mala gana, ella rio.
-Te conozco, no lo olvides – dijo mientras subía las escaleras, negué con la cabeza, estuve revolviendo varios minutos, pero no encontraba nada, había demasiada ropa para mi gusto. Me probé un par de vestidos pero ninguno me gustaba del todo. Hasta que un color me llamó la atención, lo agarre, era un vestido color azul eléctrico, strapless, y al final era algo flojo para darle movimiento que esto lo hacía perfecto. Un recuerdo vino a mi mente.

"-Mira lo que tengo para ti bebe!! – dijo mi madre entrando a mi cuarto mientras yo estaba en la computadora, llevaba en sus manos una bolsa de una reconocida marca.
-Mama no era necesario! – dije mientras dejaba la laptop a un costado y me paraba. Mire dentro de la bolsa y me encontré con un vestido perfecto.
-Lo vi y supe que era para ti. ¿No es hermoso? –Dijo mi madre sonriendo a más no poder.
-Es perfecto – dije mirándola, para luego abrazarla- "

Suspire con ese recuerdo, como la extrañaba. Rápidamente me puse el vestido, y camine hacia el espejo. Sonreí al ver mi reflejo.
-Wow! Es... - dijo santana bajando con un short y una musculosa- perfecto – reí, ya que cuando mi madre me lo había mostrado había dicho lo mismo.
-No estoy segura. Mi madre me lo regalo, y no lo llegue a usar nunca – dije con pena, ya que luego ocurrió el accidente. Santana bajo para quedar enfrente de mí.
-estoy segura que tu madre hubiera querido que lo uses. Por eso te lo compro ____ – dijo sonriendo apenas. Asentí- ahora ve a bañarte que se nos hace tarde!! – dijo haciendo ruido con las manos – Mientras tanto me pondré a ordenar este caos – dijo mirando la valija que ahora estaba cubierta de ropa toda desordenada.
-Eres mi dios – dije riendo, mientras agarraba unos tacos negros que había separado, eran mis favoritos, ya que tenían el taco ancho. Luego subí a bañarme.
-Lo sé! –la escuche gritar de abajo, sonreí, entre a la ducha y deje que la lluvia artificial abrazara mi cuerpo con su calor, manteniendo fuera del alcance a mi cabeza, ya que no quería mojarme el pelo, moje mi cara. ¿Estaba bien lo que estaba haciendo? Estaba borrando la imagen que había intentado crear este año, suspire. Salí de la ducha, me seque y deje el vestido arriba de mi cama, y en el piso los tacos mientras, me ponía ropa interior y una remera larga, mi pelo seguía atado en un rodete, baje y Santana ya había ordenado todo.
Sostenía a bolsa de maquillajes y la miraba fascinada.
-no recordaba que tenias tantos maquillajes – dijo, hice una mueca – vamos al baño! – dijo subiendo las escaleras, la seguí mientras veía cómo se maquillaba con mano de experta, se pasó un poco de base, se delineo los ojos de negro, se aplicó rubor, se rizo las pestañas y por último se pintó los labios de un rojo intenso muy parecido al vestido, me miró satisfecha – es tu turno – dijo y yo negué con la cabeza.
-hace mucho que no me maquillo. – me agarro del brazo y me llevo a mi cuarto, me sentó en la silla del escritorio, mientras ella se ponía enfrente mío, con la bolsa de ella y la mía. Tiro varios maquillajes en el escritorio, llenando de polvo algunas hojas de novelas que tenia. Ella me aplicaba maquillajes en la cara con cara de concentrada, mientras yo miraba a un punto fijo de mi habitación, esperando a que termine. Los minutos se me hicieron largos. Sentir la brocha y los pequeños pinceles que ella pasaba por arriba de mis párpados o mejillas, me hacían pequeñas cosquillas. – recuerdo cuando hicimos el curso de maquillaje de 1 mes y nos maquillamos entre sí siempre. – dijo haciendo una mueca. Me quedé en silencio – Listo – dijo sonriendo orgullosa, me pare y camine hacia el baño, me mire enfrente del espejo. Santana se puso atrás mío mirándome sobre el hombro. Me había delineado y me pinto los ojos de negro difuminando con un color azulado oscuro. Me rizo las pestañas y me paso un poco de base, me aplico un poco de rubor, y me pinto los labios de un color marrón suave. Me había pintado increíble. Tenía ganas de llorar. – llegas a llorar y te mato! Hice una obra de arte! – dijo como si me hubiese leído la mente – bien vamos a vestirnos, que estamos tardísimo! – Santana desapareció mientras yo me quede enfrente de mi cama y me puse lentamente el vestido que me quedaba muy cómodo. Me senté en la cama y me dispuse a ponerme los tacos. De repente Santana abrió la puerta ya completamente vestida. – ¿Y?- dijo dando una vuelta para luego posar. El vestido le quedaba pintado, tenía unos tacos negros simples y tenía el pelo completamente liso, su maquillaje iba a juego con su vestimenta.
-Estas muy linda! – dije sonriendo sin dientes. Se acercó a mí y me saco la gomita de pelo, mientras luchaba por poner el otro taco, sentí que soltó mi pelo y lo movió un poco, cuando mi pie logró entrar en el taco, me pare. Me di vuelta para mirarla, esperando algún comentario, ella simplemente me miró de arriba abajo y sonrió orgullosa, cruzándose de brazos.

-no podrías estar más linda – dijo seguía manteniendo su sonrisa, llame al chofer y dijo que ya estaba por llegar, vamos a esperarlo.
-espera ¿te mando la dirección? – dije, ella asintió y bajo las escaleras, suspire acomodando el vestido, camine nuevamente al baño para mirarme al espejo y al ver mi reflejo producido. Cerré los ojos con fuerza y los volví a abrir, apoye mis manos en el frío mármol de la mesada. Sin creer lo que veía, no me sentía yo. Me sentía la de antes. Sonreí. Me sentía... linda.
-vamos que ya llegó! – dijo santana desde abajo, baje las escaleras y ella me miraba.
-Prepárense todos! Llegó _______, Bienvenida!– dijo Santana yéndose para afuera, reí y corrí rápido hasta el cajón y agarre un papel junto a una lapicera y escribí 'Papá, fui a la misma fiesta que Michael con Santana. No te preocupes, llegaré temprano'. Lo deje arriba de la mesa, antes de salir agarre el celular y me subí al auto grisáceo que me esperaba enfrente de mi casa. Cerré la puerta. Hoy sería la noche de ________ Fitcher.