Carta 6.

75 13 2
                                    

Mayo, 27 del 2018

Querido Aidan:


Mi querido y amado Aidan, ¿me estaré volviendo loca?

Nueva York me consume, junto con el trabajo, los estudios, los clubes y el chelo. He tratado de organizarme como solía hacerlo antes tomando mis apuntes, haciendo mis pequeñas notas y planificando, pero siento que no lo hago bien. Desde hace casi dos semanas que no te escribo por eso, porqué no he tenido tiempo para nada.

Ahora mis planificaciones no se me dan bien. Todo se sale de control y odio que eso pase, odio todo esto que esta pasando.

Siento como si mi control me hubiese abandonado cuando deje Washington, tu eras mi control, quien me mantenía en la tierra, sigues siendo mi control. Me he puesto a llorar, la melancolía me abruma, Issa se ha quedado conmigo en el apartamento, es bueno tener compañía, pero se asusto cuando me ha visto llorando, he tratado de mantenerme lo más fuerte posible, pero ha sido imposible.

Hay veces que estoy en la cafetería y veo chicos con el cabello negro, y vestido de gris, y en seguida pienso que eres tu, y el corazón me pega un brinco, pero conforme los voy mirando, puedo ver las grandes diferencias que hay entre ellos y tu, y me doy cuenta que son muchas, y me decepciono, porqué ninguno de ellos, eres tu. Aún guardo la esperanza de que aparezcas por el café, así como hiciste aquella tarde en Washington.

Lo mismo me pasa en la universidad, Issa al ver mis reacciones, me agarra la mano y me da un apretón gentil, agradezco tanto tener su amistad.

¿Será que no tenerte me ha vuelto loca? ¿por qué eres tan importante para mi? ¿por qué tengo una amistad tan buena con ella? ¿qué hago yo para merecer todo esto?, son preguntas que no tienen respuestas, son preguntas que no dejaré de hacerme.

Tal vez sea un poco absurdo, loco y descabellado pero he pensado en decirle a Issa que viva conmigo en el apartamento; es grande aún queda una habitación y un baño sin ocupar, la cocina es muy espaciosa, al igual que el comedor y el salón de estar, —tengo que darle las gracias a mi hermano Ethan— Me gustaría tenerla como compañera de apartamento, no quiero sentirme aun más sola sin ti.

No quiero tener tanta soledad, siento que haré cosas que no debo. No quiero tener tiempo para pensar, es mejor no pensar.
Hablaré con ella.

Siempre extrañándote.

Con amor, Ruby.





Cartas Para AidanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora