Capítulo 4

25 1 0
                                    

«Jamás había notado lo guapo, lindo y tierno que es Alex, creo que, me gusta»

Mientras pienso en lo lindo que ah sido Alex conmigo de un tiempo para acá, el acomoda la mochila de Jax para recargar su cabeza y coloca la suya a lado de él.

-Aquí está mi mochila por si quieres acostarte.
-Gracias, pero aquí estoy bien, me gusta estar sentada en el césped.
-Bueno.

Él continúa hablando con Jax, mientras que yo me quedó pensando en la mucha hambre que tengo.

Se van sus amigos y el me comienza a hacer plática.

-¿No traes comida Jane?
-Si, se la pedí a Róman y no me la trajo, y la verdad me da mucha flojera ir por ella.
-¿No quieres ir por ella?
-No, bueno si, ¿me acompañarías?-
-Si claro- dice mientras se levanta del césped y yo de igual manera me levanto.

Nos vamos por la orilla para no estorbar en medio del partido. Llegamos a las gradas y le pido la comida a mi madre.

-¿Quieres comer conmigo?- dice mi madre mientras saca su torta.
-Si, bueno no madre, es que Alex viene conmigo y quiero comer con el.
-Está bien- dice mientras hace puchero.
-Bye, provecho.
-Gracias.

Alex estaba comprando un helado de chocolate con vainilla, luego luego lo destapó y empezó a devorárselo.

-¿Nos vamos?
-Claro. ¿No quieres?-dice mientras me ofrece un poco de su helado.
-No gracias.
-Pero, deje las chispas de chocolate para ti.
«¿¡Qué!? ¿Cómo sabe que me encantan las chispas de chocolate?»
-Mmm bueno, está bien- digo mientras tomó el helado y me como las chispas de chocolate.

Para regresar con los demás nos regresamos por el camino anterior para no interferir en el partido.
Llegando, abro mi mochila y ahí estaba mi agua y mi torta, pero por un momento se me olvidó que la verdad, no me gusta comer frente a un chico, frente a ninguno!
Pero no importa, me dispongo a comer, pero, traía mi atrapasueños y no quería ensuciar lo, así que se lo dí a Alex y el lo guardó.

Me quedé sola por unos minutos hasta que por fin el entrenador nos dice que ya nos vamos. Recojo mi agua y la meto en mi mochila.
Y me voy con Róman hasta las gradas con mi madre.

Llegando a mi casa recuerdo todo lo que me pasó en el día. Simplemente fue hermoso.

Pasaron varios dias y tanto en el entrenamiento como en la escuela me daba muchísima pena hablarle, ¿por qué? no sé.

Él sabía que me gusta Leo, no me gusta, me encanta. Entonces un día me mandó un mensaje:

*Conversación*

-Hola Jane.
-Hola Alex.
-¿te puedo hacer una pregunta y me la contestas con la verdad?
-Si claro dime, la verdad me da miedo que vayas a preguntar.
-No, ya nada, algo ya me lo aclaró todo.
-Bueno, pero ¿me podrías decir que me ibas a preguntar?
-Es que creí que te habías como enamorado de mi, pero veo que sigues luchando por Leo.
-¿Acaso fui tan obvia? Y aparte con Leo ya no sé que onda, es muy engreído pero muy atractivo y no sé.
-Pues ahora ya me revolviste, dime, ¿te gusto o te gustaba?
-La verdad son, ambas.
-¿Encerio? ¿Desde cuándo?
-La verdad, me apena decirlo pero bueno, creo que me empezaste a gustar desde que empecé a ir a los entrenamientos
-Si, bueno pues era porque soy al único que conoces ahí. Y también me emoezaste a gustar.
«Ésta conversación estaba haciendo que me latiera demasiado rápido el corazón, y aún más después de que me dijo que le gusto»
-¿Qué? ¿Desde cuando?
-Desde que te vi en los entrenamientos me empezaste a interesar.
-Wow! Que coincidencia, ¿sabes? Me Inspiras confianza, aparte me siento segura a tu lado.
-Que bien que te sientas segura conmigo, aparte soy al único que conoces bien. Y, dime, ¿que haces?
-Escucho música ¿y tu?
-También escucho música; oye, ya es algo tarde, descansa.
-Adios.

Estuve pensando todo lo que restaba de la noche «Esa conversación había sido hermosa hasta que tuvo que decir "¿que haces?", ahí se rompió la magia» hasta que me quedé dormida.

Enamorándome De Él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora