27 de marzo 2009
Hay algo que le pasa a Jack. Llegó a casa la otra noche diciendo que había conocido a una
chica, y al principio, él no paraba de hablar de ella.
Tanto Mae como yo estábamos complacidos, sobre todo porque sería sacarlo de la
casa. Desde que rompió con Aisha el año pasado, no ha sido él mismo. Él no ha estado
precisamente melancólico, pero estaba como adormecido y no salía mucho de la casa.
No sé por qué Jack insiste siempre en tener citas con seres humanos. No es que tengo
algún problema con los seres humanos pero se que son demasiado frágiles. No quiero que
conecte con algo que no va a sobrevivir por milenios como él.
Pero Jack y Ezra se sienten tan atraídos a ellos. Con Ezra, sé que es por lo mucho que
todavía anhela el ser humano. Con Jack, no logro entenderlo por completo. Pero él nunca
ha estado del todo bien es decir que nunca ha sido realmente un vampiro normal.
Tal vez sea por como se dio su conversión. No se acuerda del cambio, y ni siquiera tiene
muchos recuerdos reales de su vida humana, como para ponerle fin a ello. Estoy
empezando a pensar que tal vez estaba realmente muerto cuando lo convertí, pero eso no
tiene sentido. Una vez que estás muerto, estás muerto...
Él siempre ha sido extraño, pero está actuando incluso más extraño de lo normal. Conoció
a una chica humana, quedo entusiasmado con ella por días, y luego, sólo dejo de hablar
de ella por completo. Al menos a mí. Él y Mae tienen pequeñas y tranquilas
conversaciones en su habitación, y cuando trato de hablar con Jack sobre ello, cambia de
tema.
Esto es extraño porque Jack me lo dice todo, mucho más de lo que realmente quiero
saber. Cada vez que me iba de viaje con Ezra, me estaba esperando en la puerta a que
regresara, viéndose tan perdido como un perro sin mi.
Siendo honesto conmigo mismo, siempre he estado agradecido por ello. Ezra y yo
tenemos un vínculo fuerte, más fuerte que la mayoría de los vampiros que he conocido,
pero siempre ha habido algo especial acerca de lo mío con Jack. Incluso después de todos
estos años, la necesidad de protegerlo, no se ha desvanecido, y su culto al héroe no ha
disminuido.
"Ese muchacho piensa que caminas sobre el agua, y lo sabes," Mae me dijo el otro día.
Había estado ayudando a Jack a fijar la mesa del comedor que, accidentalmente, había
roto cuando correteaba con su perro. Regresó al garaje para devolver las herramientas,
pero Mae se había quedado sentada en la sala de estar conmigo. Ella estaba leyendo un
libro, pero siempre se las arregló para mantener un ojo en nosotros.
"¿De qué estás hablando?", Le pregunté, pasando mis manos sobre la mesa para