Ya estamos a finales de noviembre. Como pasa el tiempo... A Blas y a mí nos va genial. En dos semanas se marcha a España a pasar las vacaciones junto a su familia.
Todo iba bien, hasta que recibo una llamada de Carlos...
ALBA:
Voy por el parque cuando recibo un wasap de Carlos.
C: Amor, estoy con los chicos, ¿Quedamos en el cine a las 5?
A:¡Claro! Nos vemos💗
C: ❤️
Alguien me tapa los ojos.
-¿Quién eres?-de verdad no sé quién es.
-Cucú-me destapa los ojos.
-¡Agus!-le abrazo. Carlos el y yo éramos mejores amigos hasta que se mudó a Alicante-Cuanto tiempo-le abrazo.
-¡Sorpresa! ¿Que tal todo por aquí?
-Genial. Y adivina que.
-¿Qué?
-¡Estoy saliendo con Carlos!-doy saltos de alegría.
-Genial...¿Oye, te vienes a mi casa?
-¡Claro! ¿Espera, te has mudado sin avisar?
-No, es que un amigo iba a NY y nos hemos cambiado la casa por dos días.
-Genial.
Caminamos hacia su casa.
Abre las luces y cierra la puerta del piso.
-Ponte cómoda.
Me apoyo en la encimera de la cocina.
-¿Qué tal el cole por ahí?-pregunto.
-Faltan chicas guapas...-se acerca a mi. Demasiado. Tanto, que llega a besarme.
Le aparto.
-¿Qué haces?-ando un poco a la izquierda para apartarme de el.
-Nunca me dejaste decirte lo que siento..-me vuelve a devorar los labios, de tal forma, que no voy a necesitar pinta labios durante un mes entero.
Intento apartarle, pero no lo consigo. Voy tocándolo todo a mi alrededor, hasta que... ¡Bingo!
Cojo la sartén y le doy tal mamporro que se queda calvo.
-Vale, creo que ahí me he pasado-pienso en voz alta.
Le estrecho la mano y le ayudo a levantar. Se toca la cabeza.
-Lo siento... No sé que me ha pasado...-dice.
-No importa. ¿Dónde hay alcohol para curarte la herida?
-Hay un botiquín en el baño.
Cojo el botiquín y me siento a su lado.
Con una mano aguanto el alcohol, y con la otra, le paso el algodón por la cabeza.
Solo tocarle con la puntita hace que se sobresalte de dolor, empujando mi brazo, haciendo que la mitad del contenido acabe sobre mis ojos.
-¡ME CAGÜEN TODO!-genial, no veo una mierda-¡¿QUÉ COÑO LLEVA ESTO?!
-Lo siento...
-Déjalo. ¿Qué hora es?
-Quedan dos minutos para las 5.
-Vale, hazme un favor. He quedado con Carlos en el cine, acompáñame, anda, que no veo tres en un burro.
-Claro.
Bajamos, y cuando intento abrir los ojos lo veo todo súper borroso. Ahora sé cómo se siente Ro. La pobrecita es una cegata.
-Ya estamos, solo hemos de cruzar la calle.
Lo que viene ahora pasa muy rápido.
Me empuja haciendo que caiga de morros contra la carretera; la bocina de un coche suena; unos brazos me recogen antes de que me pase la camioneta por encima.
Me coge y me abraza. Oigo su corazón latir... Y ya sé quién es.
-Carlos...-empiezo a llorar.
-Dios, que susto me has dado...
-Es que lo encontré... Me llevo a su casa... Y el, el... Y yo le di con la sartén... Y... Y...
-Alba, cálmate-me aparta el pelo de la cara y me mira extrañado a los ojos-¿Qué les pasa a tus ojos?
-Alcohol...-susurro.
-Ese hijo de puta no sale vivo.
-No veo, Carlos
ROCÍO:
-Dios, Alba-la abrazo.
-Tía, ya se lo que sientes al no ver nada... Prometo que no me burlaré más de tus gafas.
-Si es que yo estoy hecha una cegata...
-Ro...-dice Carlos desde la puerta-¿Puedes venir un momento?
Me levanto y voy con el. Cierra la puerta.
-He hablado con el médico-me susurra-Dice que hay un 60% de posibilidades de que se quede ciega...