Capítulo 3: Segundo primer dia de clases.

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No fui a la escuela hasta él siguiente día, resulta que lo de mi tobillo no era nada grave pero aún así me seguía doliendo, por lo que Isabel se ofreció a llevarme, pasé a su casa y nos fuimos a la escuela.

Durante él camino pasamos justo por esa calle, donde había conocido a Sebastian, tal vez suene tonto pero creo que me flechó.

-¿Estas bien?- me preguntó Isabel.

-Si, ¿Por qué no habría de estarlo?- Dije con voz normal.

Llegamos a la escuela, tal vez me había perdido él primer día de clases pero lamentablemente no iba a poder faltar él segundo.

Entramos al edificio y fui directamente por mi horario, genial, matemáticas todos los días a la primera hora.

En camino al salón no podía creer lo que miraba, era Sebastian, oh Dios, ¡se miraba tan guapo!, pero lamentablemente iba caminando con Patricia y su grupito.

-Cierra la boca, vas a hacer que alguien tropieze con tanta baba que derramas- dijo Sebastian al pasar por mi lado;Patricia y su grupo rieron.

Sebastian continuó caminando, pero antes miro hacia donde estaba, me sentía humillada y también podía sentir mi cara caliente, estaba muy enojada. ¿Como es que ayer era un chico lindo, y ahora es este patán?
Quería sacar a Sebastian de mi cabeza pero no podía, era un idiota.

Él día terminó mas rápido de lo normal, estaba muy cansada y él tobillo comenzaba a dolerme y lamentablemente tenía que regresar a casa caminando.
Tenia mucha tarea, malditos maestros, no tenían piedad.

-¡Brenda!- Escuché que alguien me llamó, enseguida voltie y no me gustó lo que mire.-¡Brenda, espera!- era Sebastian.

-¿¡Qué quieres?!- le pregunté muy enojada, o tal vez le grite, daba lo mismo, se había comportado como un idiota.

-Esperame.- sus palabras hacían un gran efecto en mi, ya que me detuve automáticamente.

-¿Qué quieres Sebastian?- dije un poco molesta.

-¿Cómo estas?.

-Como si te importara.- le dije en un tono un poco resentido,estaba molesta por él comentario que había hecho en la mañana.

-Sabía que estarías molesta, lo siento.

-No me importa.- si me importaba.

-No era mi intensión que te sintieras mal- parecía que decía la verdad, pero aun así no estaba dispuesta a hablar con él.

-¿ah no?, ¿entonces cual era? Eh.

No dijo nada, solo agacho la cabeza y se rascó, su silencio lo decía todo. Me di la vuelta y comenze a caminar, él me llamó unas tres veces pero hice caso omiso y seguí mi camino hasta que corrió hacia mi.

-Espera..

-¿Cual es tu problema? Ya te dije que no me importa, ¡lo entiendo! Eres un completo idiota, que solo fue amable ayer y hoy se comportó como un patán para quedar bien con sus amigos, ¡para cuidar tu maldita reputación!- abrió los ojos como platos, y yo estaba muy roja de lo molesta que estaba, podía sentirlo.

-No quiero que pienses eso de mi.

-¿Por qué?.

-Porque creo que eres hermosa, y quisiera conocerte mejor.- sus ojos se clavaron en los mios y él enojo desapareció.

Por alguna extraña razón me importo poco y seguí caminando, un poco raro porque no podía apoyar bien mi pie.

-Deja que te lleve a tu casa.- dijo y soltó un suspiro.

-Esta bien.- mi respuesta le sorprendió.

Me guió a su auto y me abrió la puerta, me sorprendí un poco ya que no estaba acostumbrada a eso, me quede inmóvil unos segundos hasta que sentí la mirada un poco desesperada de Sebastian, decidí subirme al auto y de nuevo ese olor.. Ese olor que me drogaba. Después de un rato llegamos.

-Bueno, gracias por traerme.- dije mientras tomaba mi mochila.

-No hay problema.- me sonrió.

Estaba por abrir la puerta del auto cuando Sebastian le puso seguro, así que me quede atrapada por así decirlo.

-¿Abres la puerta porfavor?.- le pedí un poco irritada.

-¿Por qué has tenido que venir caminando? Se supone que estas lastimada.

-Mi mejor amiga no ha podido traerme de vuelta.

-¿También te lleva a la escuela?.

-Si, bueno, algo así, yo tengo que ir a su casa caminando y de ahí nos vamos a la escuela.- sus ojos me observaron un momento.

-Dile a tu amiga que mañana no te llevará.- abrió la puerta del carro y me sonrió, bajé y le contesté.

-¿Por qué haría eso?.- Tenía curiosidad.

-Porque mañana yo te llevaré a la escuela, Brenda.- me quede con la boca abierta, él se limito a sonreír muy sexy y se fue.

Un amor inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora