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Me quedo sentada con las piernas cruzadas tipo indio, con mi teléfono en mano. Lagrimas salen de entre mis parpados nublando más mi vista. La oscuridad en la habitación era tal que no me dejaba ver nada. No quiero saber nada, ni de mi hermano, ni de Jack. Llevan rato tratando de comunicarse conmigo. Las criticas llegan por montón desde mi twitter e instagram. Mi teléfono suena y suena sin parar por cada notificación, sabiendo que era más dolor cruzado en mi sufrimiento.

Nick ya lo había corrido de mi apartamento, con sus maletas listas, recuerdo como nada cuando llegue a casa, ya había visto esa foto publicada en su cuenta, era lo que mas me había dolido, cuando abro la puerta de mi habitación al primero que vi fue a el recostado en mi cama, sin camisa, con su jeans negro, dos almohadas más su brazo izquierdo bajo su cabeza. Entre su mano derecha estaba agarrado su teléfono. Sus palabras al verme fueron dolorosos, como una espada cruzando mi corazón. Simplemente ese fue lo poco que quedaba para derribar el vaso vacío.

Vuelvo a mirar unas cuantas notificaciones, cada vez me hacia mas daño a mi misma viendo esto. Trato de distraerme, veo mi vestimenta, que consta por un short gris muy corta de deporte y una camisa ancha de Gilinsky. Trato de ver hacia otro lado pero es imposible hacerle caso omiso a cada sonido de mi teléfono indicando que tenia otro insulto mas entre mis fotos de instagram.

Siento la puerta abrirse y como entra la luz del pasillo a mi habitación, levanto mi vista encontrándome con Nate entre el marco y la puerta, con una mano en la perilla. Sus ojos demostraban preocupación. Era la persona que más necesitaba hace unas cuantas horas.

Dejo mi teléfono a un lado y me levanto corriendo hacia sus brazos, refugiándome entre ellos. Más lagrimas caen mojando su camiseta negra.

-Ya mi chiquita por favor. No me gusta verte así. El no merece tus lagrimas mi niña -escucho sus palabras consolándome, al igual que escucho voces en la sala principal.
-No quiero ver a nadie. Diles que se vayan por favor -dije con la poca voz que tenia.
-Están preocupados también, además no voy a dejar que ninguno salga y menos Sammy -me dice mientras acaricia mi largo cabello rojo.
-Necesito estar nada más contigo, no quiero a más nadie aquí -le digo ahora viéndole la cara mientras me separo de el.
-No pienso correrlos. Sammy se peleo con Nick y los demás están a poco que también van a romperle los dientes a el idiota de Nick -la vena en su frente se empieza a ver mientras sus puños se aprietan más.

Proceso lo que Nate me acaba de decir, repitiendo en mi mente solamente las palabras Sammy se peleo con Nick una y otra vez, hasta que caigo en cuenta salgo corriendo hasta la sala principal escuchando los gritos de Nate a mi espalda.

Cuando llego y veo a todos, sin falta de alguno, mi vergüenza crece, pero no le paro y mi vista se cruza con todos hasta encontrar los ojos miel de Sammy, en su mejilla estaba empezando a ponerse morado un notable golpe, su labio se veía más que roto, de su nariz salia sangre al igual que en un leve corte en la ceja.

Mi vista se queda en su labio y me llevo mis manos a mi boca dejando atrapado ese sollozo que saldría al instante. Sammy el notar mi vista en su labio roto, se lleva su mano a la boca tapándose, aunque ya yo sabia lo que había ahí. Noto como se levanta de inmediato del sofá al notar que de mis ojos empezaban a bajar lagrimas y se acerca a mi abrazándome tan fuerte como se pudiera, sin hacerme daño. Escondo mi cara en su pecho dejando caer todas las lagrimas posibles. Sus manos se pasean por mi cabello y espalda tratando de calmarme lo mas que pueda. A los minutos los sollozos desaparecen con algunas lagrimas, no todas. Me separo para verlo a la cara, dirijo mi mano a su mejilla y acaricia la golpeada con delicadeza.

-No es nada. No te preocupes, se pasara -me dice mirando la preocupación en mis ojos.
-Te ha hecho mucho daño -digo sin despegar mi vista de ese golpe.
-El quedo peor, créeme -sonríe torcidamente.
-Debo curarte, esto fue mi culpa -llevo mi mano a agarrar su gran mano.
-No te preocupes, no les pares a esto. Además nada es tu culpa, el no debió publicar esa foto -dice apretando mi mano entre la suya.
-Igual debo curarte, el labio lo tienes muy lastimado al igual que tu ceja -digo acariciando la parte lastimada.
-Mi labio se puede curar con un beso tuyo -dice acercándose.
-Aquí llego nuevamente el Sammy de siempre -río- mejor vamos -digo mientras empiezo a jalar su mano en dirección a la cocina.
-Por cierto, se te ve un culo en ese short demasiado bien -dice mirando mi culo sin disimulo.


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