¿LOS JUEGOS? -Jennifer Lawrence-

II. Peeta.

Abrí los ojos y una luz que provenía de un foco me daba en la cara, sentía el frío de aquella mesa en la que estaba tumbada, estaba desnuda.

Me asusté y con la sábana verde que me tapaba me levanté y me tapé el cuerpo.

Era una habitación de ladrillos blanca, una puerta de hierro estaba en frente y me acerqué y mire por la mirilla, no veía nada todo era oscuro.

Las paredes de la sala se bajaron y quedé expuesta a plena oscuridad.

-¿Qué esta pasando? ¿Dónde estoy?. Gritaba desesperada, intentando encontrar una respuesta.

Un hombre de bata blanca abrió la puerta y se acercó, me agarró el brazo.

-No se preocupe señorita Katniss, solo será un pinchazo.

Al decir eso me pincho algo que me dejaba dormida y me volvió a tumbar en la mesa que estaba muy fría.

La mesa tenía ruedas y yo veía borroso, me llevaba por pasillos donde la gente me miraban y cuchicheaban en voz baja. ¿Qué es esto?.

Entramos en una sala, yo estaba sedada pero veía borroso. El hombre me cogió de aquella mesa fría y me colocó lentamente en una camilla donde al lado había otra que la ocupaba alguien.

No veía bien su rostro pero parecía estar dormido, estaba desnudo.

Miré hacia arriba y varias personas vestidas de blanco empezaron a tocarme y a "estudiarme" por así decir lo.

Al cabo de un buen rato el efecto del calmante se pasó y ya veía con claridad, pero me dolía todo, no sabía lo que me habían hecho.

Torcí mi cuello a la izquierda para poder ver a esa persona que se encontraba tumbada al lado mía.

Era Peeta. Una lágrima caía de mi ojo resbalando por mi mejilla y cayendo en la tela de la camilla.

Estiré el brazo poco a poco y le toqué. Él estaba dormido. Le acaricié el brazo y abrió los ojos. Se giró y agarró mi mano.

-Katniss. Pronunciaba mi nombre Peeta mientras agarraba fuertemente mi mano.

En ese instante oí una voz que estaba detrás de una puerta.

-Señor Snow, ya están despiertos, cuando usted quiera. Decía una voz femenina.

Los tacones sonaron cada vez más lejos de la puerta. Estaba tensa e inquieta.
El señor Snow tenía cuentas pendientes conmigo, pero... Yo con él también las tenía.