Mi manía de imitar estatuas

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Me quedé estupefacto en el sitio sin reaccionar,esa chica sabía mi nombre y no lo había oído nunca,después de un poco,reaccioné,salí corriendo con la mochila a la espalda y dispuesto a que Charlotte me dijera como sabía mi nombre y,si nos conocíamos. Después de recorrerme todo el instituto buscándola,la encontré donde la había visto por primera vez,apoyada en aquel árbol,donde,su pelo lo movían las suaves ráfagas de viento y sus ojos brillaban a la luz del sol,me quedé mirándola de nuevo sin parpadear,cuando la miraba me sentía relajado y bien,después de unos instantes volví a la realidad y me acerqué a ella dispuesto a preguntarle por lo que había pasado,por como sabía mi nombre,pero al ver su cabellera movida por la suave brisa me embobé de nuevo y fue ella quien primero abrió la boca:

-Pasa algo?-me dijo con una voz tierna.
-No,no...bueno sí,te quería preguntar que como sabes mi nombre si no nos conocemos-le dije firme,pero estaba nervioso en el fondo,no sabía el porqué.
-En realidad,todos nos conocemos de alguna forma,sólo encuentra esa forma-dijo todo esto con una sonrisa en su boca.
-Como se supone que voy a hacer eso?-dije confundido.
-Necesitas ayuda acaso?-dijo todavía con aquella sonrisa.
-Sí por favor,de que me conoces?
-De toda la vida-me soltó toda seria.

Sonó la campana que informaba que debíamos volver a clase,y,de nuevo me dejó allí,petrificado otra vez mientras ella se iba a clase me quedé,de nuevo,un rato allí sin hacer nada,hasta que reaccioné y volví corriendo a clase,cuando llegué resultó que Charlotte no estaba en su sitio,le pregunté a mis compañeros y afirmaron no haberla visto nunca.

Caprichos Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora