Con sus energías renovadas, Cat Noir se encontraba de vuelta en la acción. Ahora llevaba una pareja pelea cuerpo a cuerpo con el villano.
-¿Puedo unirme a la fiesta, muchachos?- escucharon ambos decir a Ladybug. Al voltear los dos, la chica aprovechó para tomar con ayuda de su yoyo el objeto que retenía a la akuma.
En tan solo unos minutos, el caos y la destrucción fueron reparados por los poderes de la heroína, al igual que la víctima de Hawk Moth.
-¡Misión cumplida!- exclamó el dúo chocando sus puños. Ladybug miró a los ojos a su compañero y sonrió.
-¿Sucede algo, mi Lady?- preguntó él, completamente enamorado de su expresión.
-No, nada. Es solo que... hiciste un buen trabajo.- respondió ella. Le era imposible ver las cosas igual ahora, pero no podía decírselo.- Lamento no haber venido antes para ayudarte. Estaba en medio de algo y no sabía como irme.
-No te preocupes.- dijo el chico tomando su mano y besándola con ternura.- Sabes que no hay nada contra lo que no pueda por mi cuenta.
Ladybug se sonrojó, cosa que causó una gran sonrisa en su colega, antes de irse de allí.
Algunos días más tarde otra akuma causó problemas tan solo unos minutos antes de que los héroes entraran a sus clases, lo que los retrasó un poco. Marinette se la arregló para llegar a tiempo y colarse a su escritorio antes de que profesora lo notara.
-¿Dónde estabas?- le preguntó Alya en un susurro.
-Tuve una... emergencia de moda.- justificó con una sonrisa. Cerca de diez minutos más tarde, ambas volvieron a ver la puerta abrirse de nuevo. Adrien miró en ambas direcciones antes de tomar su asiento, no sin antes voltear a ver hacia Marinette. Esta le guiñó un ojo en señal de que sabía a que debió su retraso y él sonrió aliviado. Ahora tenía alguien en quien confiar y que cuidara su espalda fuera del trabajo de heroe.
Al salir de la clase, Marinette se acercó a él y tiró de su brazo.
-¡Hey!- le llamó.- Ten, estas son las notas que tomamos en la clase antes de que llegaras.- le dijo entrgándole algunos de los apuntes que tomó.
-¡Gracias!- dijo él con una sonrisa tomando los papeles.- Cielos, este período de biología es complicado. ¿Cómo pudiste resumir la clase?
-No es tan difícil si llegas a la clases a tiempo.- bromeó ella. Adrien rió.
-O si se es tan listo como tú.- agregó. Marinette lo miró algo sorprendida y le dedicó una sonrisa.- En serio, gracias por ayudarme con la clase.- agregó él para salir un poco del incómodo ambiente.
-Gracias a tí por salvarme hace unos días.
-Tan solo es mi deber.- respondió el con una revencia, cuando algunas patrullas de policía pasaron frente a ellos.- Y hablando del tema...
-Ve, te necesitan.- dijo ella colocando una mano en su hombro. Adrien la miró agardecido y corrió a transformarse, seguido de la enamorada mirada de su compañera de clases.
-Te recuerdo que es tú deber también.- exclamó Tikki desde su carte.
-¡Oh, cierto!- dijo Marinette antes de echar a correr.
Tras concluir con su trabajo, Cat Noir se acercó coquetamente como siempre hacia su colega una vez que esta dejó ir a la mariposa sana.
-Un asombroso desempeño como siempre, mi Lady.- dijo con una sonrisa.
-Gracias. Tú tampoco estuviste tan mal.- respondió ella con un ligero sonrojo. Cat Noir quiso agregar algo más, pero su anillo le alertó que le faltaban tan solo unos minutos para volver a la normalidad. Con una traviesa sonrisa, echó a correr antes de ser descubierto.
Ladybug rió al ver aquello y colocó su mano en su mentón mientras una loca idea venía a su cabeza. Aún faltaba un poco más para que su traje Ladybug desapareciera y había algo había pensado hacer un par de veces de que descubrió la identidad secreta de Cat Noir.
Con ayuda de su yoyo, ascendió hacia los tejados de los edificios y saltó de techo en techo hasta llegar a la ventana de la habitación del chico y sentarse en la baranda de esta. La noche comenzaba a caer y las estrellas que aparecían crearían la atmósfera perfecta.
Adentro, Adrien se encontraba recostado en su cama leyendo uno de sus libros cuando escuchó unos golpecitos en el cristal. Al voltear su rostro se iluminó al ver a la superheroína.
-¡Ladybug!- exclamó al abrir la ventana y acercarse a ella.- Vaya sorpresa. ¿Q-Qué haces aquí?
-¿Yo? Pues...- Realmente no había pensado en una buena excusa para acercarse allí, así que tan solo pudo pensar en una cosa.- S-Soy una gran admiradora tuya.
-¿Admiradora?- preguntó él sorprendido.
-Sí. Eres un gran modelo, ¿sabes?- Adrien miró hacia abajo, sonrojado.
-Gracias. Yo soy un gran admirador tuyo también.
-¿Ah, sí?- dijo ella acercándose a él. Con las mejillas tan rojas como el traje de la chica, él asintió con su cabeza.
-Me gusta tu forma de luchas... y creo que eres m-muy bonita.- agregó.
-Vaya, gracias.- respondió ella acomodando un mechón de cabello tras su oreja. De repente sus pendientes comenzaron a alertar de su falta de energía.- Oh, no. Debo irme.
-¡Espera!- le detuvo él.- En serio me gustó verte.- dijo con una sonrisa. La muchacha sonrió también y se acercó a él para darle un rápido beso en los labios.
-A mí también me gustó verte.- dijo antes de partir. Adrien quedó más que encantado con aquel gesto y quedó inmóvil junto a su ventana por algunos segundos.
Marinette regresó feliz a casa. Se dejó caer en su cama con Tikki a su lado.
-Eso fue increíble...- dijo con voz soñadora.
-No puedo creer que hayas hecho eso.- dijo la kwami.
-Tampoco yo.- chilló Marinette.
-Sabes que técnicamente eso contó como un beso de Ladybug, ¿verdad? Él jamás sabrá que fuiste tú.
-Yo lo sé.- dijo la chica sin prestarle mucha atención. Y eso es todo lo que necesito saber.
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Aún sin los puntos
RomanceMarinette descubre la identidad secreta de Cat Noir durante un ataque akuma y Adrien le pide que guarde el secreto. ¿Cambia esto las cosas para ella?