Capítulo 1

6.3K 526 241
                                    


-Vamos, amigo. ¡Puedes hacerlo!- exclamó Nino para motivar a Adren. Él respiró profundamente y avanzó un par de pasos, antes de regresar con si amigo.

-No puedo hacerlo. ¿Qué tal si dice que no?- dijo volteando su mirada a Marinette, la chica de sus sueños. Ella se contraba a tan solo unos metro de él, charlando con Alya.

-Viejo, hablamos de un desfile de modas de Gabriel Agreste. ¡No dirá que no! Ella ama la moda. ¡Solo dile que vaya contigo de una buena vez!- insistió Nino.

Y ahí iba de nuevo. Adrien caminó con determinación hacia la chica y tocó su hombro tímidamente. Ella volteó a verle.

-¡Hola, Adrien!- saludó con una sonrisa, mientras Alya se despedía y se retiraba.

-H-Hola, Marinette.- respondió él colocando una mano detrás de su cabeza con nerviosismo.- Escucha, yo... me preguntaba si te g-gustaría acompañarme...

-¡Hey, Marinette!- saludó Nathaniel caminando hacia ellos.- Falta poco para entrar a clases, ¿nos vamos?- preguntó a su amiga.

-Claro, solo dame un momento. Adrien quería preguntarme algo.-dijo regresando su mirada al chico rubio.

-Yo...

-Podrá preguntártelo después. Vamos a llegar tarde.- insistió el muchacho pelirojo, tirando del brazo de la chica y dejando a Adrien con las palabras en la boca.

-Lo siento, Adrien. ¡Nos vemos después!- dijo ella dulcemente mientras era empujada por su amigo al salón de clases.

-Claro...- respndió él regrensando con Nino.

-¿Y?- preguntó este al verlo.

-Misión fallida...- respondió Adrien cabizabajo.

No era la primera vez que pasaa algo así. Nathaniel era muy cercano a Marinette y no era un secreto para nadie que gustaba de ella. Jamás se lo había hecho saber formalmente, pero por alguna razón se sentía con autoridad para interponerse entre ella y Adrien cada vez que podía, acabando con las oportunidades de este para acercarse a ella.

-¿Quién se cree que es?- se dijo a sí mismo Cat Noir. Pensó que patrullar aquella tarde lo ayudaría a olvidar el incidente, pero fue todo lo contrario.

-¿Molesto, gatito?- escuchó a una voz pregunntar dulcemente a sus espaldas. Ladybug se sentó a su lado en la orilla del edificio.

-Un poco.- respondió él cabizbajo.

-¿Y qué puede tener tan enfadado a mi minino?- preguntó la chica acariciando su cabello. Cat Noir alejó su cabeza de ella con una sonrisa amistosa. No era un secreto que la heroína gustaba de él, pero no estaba de humor para tolerar sus melosos afectos. No cuando pensaba en Marinette.

-No creo que sea buena idea hablar de eso contigo, mi Lady.- respondió él.

-¿Por qué no? Sabes que puedes decirme lo que sea.

-¿Aunque sea un problema de chicas?- dijo él. Ladybug lo miró curiosa mientras sentía algo hervir en su interior. Bueno, Cat Noir tenía una vida detrás de su máscara negra. Era de esperar que también tuviera una enamorada.

-Bueno, yo soy una chica. Quizás puede ayudarte.- ofreció aún con una ligera punzada en su corazón. Cat Noir la miró extrañado, pero realmente necesitaba sacar aquello de su pecho.

-Verás, hay una chica en mi escuela.- inició.- Ella es hermosa, inteligente, talentosa, preciosa, encantadora, dulce, tierna...

-Al punto.- cortó Ladybug. Ya era bastante doloroso saber que tenía una rival. No quería detalles de su competencia.

-Lo siento. En fin, quería invitarla al desfile de modas de mi pa... es decir, de Gabriel Agreste. Sé que a las chicas les gustan esas cosas.- No quiso indagar mucho en los gustos de Marinette.- Pero ni quiera pude preguntarle por que un sujeto nos interrumpió.

-¿Un amigo?

-De ella, sí. Pero creo que quiere dejar pronto la zona de amistad con ella.- dijo desilusionado. Ladybug se lo pensó un poco. Le tenía mucho afecto a su compañero, pero no quería verlo triste. Haría lo que fuera con tal de verlo feliz, aunque eso significara apoyarlo en su relación con alguien más.

-Escucha, si hay algo que sé es que nadie quiere a las peronas inseguras. Tienes que verte decidido, imponerte sobre su "amigo" y demostrarle que la quieres.- dijo ella con desición.

-¿Imponeme?- preguntó él.

-La próxima vez que la veas, acércate a ella, mírala a los ojos y dile lo que quieras decirle. Si lo piensas mucho, el tiempo seguirá corriendo en tu contra y alguien más podría tomar el lugar que quieres.

Cat Noir bajó su mirada. Ella tenía razón. Aunque fuera extraño escuchar un consejo de amor de la chica que gustaba de él, no podía negar que este era bastante acertado.

-Lo haré. Le peguntaré.- respondió con una sonrisa.- Apenas la tenga de frente, no me iré hasta que obtenga un sí.

-Ese es mi gatito.- dijo su compañera con una tierna sonrisa.

-Gracias, Ladybug.- murmuró antes de irse. La heroína fingió una sonrisa de apoyo y se quedó un rato más sobre el edificio, pensando que tal vez había perdido a su gatuno amor para siempre.

-¡Hey, Marinette! ¿Haz visto a Adrien?- preguntó Nino a su compañera de clase al verla al día siguiente.

-No. ¿No está contigo?- respondió ella.

-No. Lo he buscado toda la mañana. Ni siquiera responde mis llamadas.- aseguró él.

-Esto es extraño. Ustedes siempre... ¡Huey, ahí está!- dijo ella viendo de pronto entrar al mencionado por la puerta del salón.

-¡Oye, amigo! ¿Dónde estabas?- preguntó Nino. Pero el chico rubio no respondió. Caminó directamente hacia Marinette.

-Marinette...- dijo con una expresión seria y si mirada fija en sus ojos.

-¿Sí?- preguntó ella algo intimidada.

-¿Te gustaría acompañarme este fin de semana al defile de modas de mi padre?- preguntó seriamente cual robot, como si lo hubiese practicado antes.

-¿Hablas en serio? ¡Eso sería genial!- exclamó ella con una sonrisa.- ¡Me encantaría!- El rostro de Adrien se iluminó de felicidad y aliviado relajó su cuerpo.

-¡Asombroso!- respondió.- Te llamaré para irnos juntos.

-Claro.-. dijo ella antes de sentarse en su lugar. Adrien no se había dado cuenta de que la maestra ya había llegado.

-¡No puedo creer lo que hiciste! ¡Eso fue increíble! Ni siquiera balbuceaste.- le felicitó Nino al salir de clases.

-Gracias...- dijo Adrien sonrojado. De pronto se detuvo en seco.

-¿Qué sucede?- preguntó su amigo.

-Yo... prometí llamarla.

-Sí, ¿y?

-Acabo de recordar que no tengo su número...


Citas y consejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora