Alternativa

¿Lo prometes?

Tan sólo mírate, Chun Yan, nuevamente deprimida por ese británico. Honestamente, comienzas a darme lástima.

-¿Quién eres, aru?- Volteó a todas partes, sin encontrar a la dueña de esa voz.

Admítelo, ¿No te gustaría verlo llorar? ¿Qué sufra al igual que tú lo estás haciendo?

-No, no me gustaría que él sufriera, aru.

Tan inocente, tonta y noble como siempre. ¿Acaso crees que el se está controlando? ¿O que le duela la ruptura? No seas ridícula, tienes que hacerme caso y confiar en mi, ¿No te gustaría darle una cucharada de su propia medicina?

-No lo sé, aru... no, no quiero eso.

¿Estás segura? ¿Sigues esperanzada a que volverá a tus brazos? Sabes bien que no será así, el fácilmente te está cambiando y olvidando por otras mujeres, y en cambio tú, rechazas a cualquiera que pueda amarte.

-Es lógico, es al único que podré amar.- Bajó la mirada y sintió sus ojos arder, ¿cuántas veces ha llorado? Ya perdió la cuenta.

Sé honesta contigo misma, ¿Crees que el alguna vez te amó? No me hagas reír, ya te comprobó muchas veces que nunca lo hizo, únicamente te utilizó y ahora simplemente se deshizo de ti como si fueras un objeto. ¿Aún piensas que es un caballero? ¿O si quiera si te amó? Abre los ojos, deja ser yo quien ocupe tu razón y lugar. Sólo así, nunca volverás a sufrir.

-¿Lo prometes, aru?

Lo prometo.

-Trato hecho.- Y al decir estas últimas palabras, todo se volvió negro y quedó profundamente dormida.