¿Volverás a traicionarme?

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Después de algunos días vengo con la continuación, esta ocasión será narrada desde el punto de Arthur para que no haya confusiones. Sin más, aquí está el capítulo. 

Por cierto, Momi de mi vida, muchísimas gracias por ayudarme con esto, te amo <3 

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Así que ella no pensaba perdonarme. Solté un bufido y lancé con fuerza la botella de whiskey hacia la pared, logrando que se estrellara en miles de pedazos. Simplemente me negaba a aquello, no podía perder a mi hermosa asiática, no, no podía. China siempre solía perdonarme, siempre, siempre volvía a mis brazos. Aún si al principio ella se comportara seca cuando teníamos problemas. Hice de sus manos un puño e inmediatamente reservé un vuelo camino a Beijing, tenía que ir cuanto antes, no perdería más tiempo. 

Al llegar a su destino tomé un taxi y me encaminé hacia el hogar de mi "amada" al llegar, toqué la puerta y esperé por respuesta. 

  — ¿Si? —  Salió tras algunos minutos. Su rostro de sorpresa sencillamente era un poema, aunque rápidamente se tornó serio y sus brazos se cruzaron. Aún si ella estuviera enojada, siempre sería tierna para mi.— ¿Te puedo ayudar en algo, aru? —  Aquel característico tic verbal que tenía, la volvía mucho más dulce de lo que ya era. 

— Te lo dije, tenemos que hablar — Mencioné entrando, sin siquiera esperar invitación, pues sabía que se me sería completamente negada.— Quiero disculparme, Chun Yan. 

  — ¿Y de que se supone que quieres disculparte, aru? ¿De haberte acostado con otra? ¿O quizás de haberle coqueteado hasta a mi hermana? — Ella continuaba con los brazos cruzados, incluso, cerró la puerta de una patada. 

Aquella acción logró que tragara saliva, ella estaba verdaderamente molesta, cosa que asustaba bastante cuando sucedía, más bien, dolía. 

Lo peor es que sus palabras y acusaciones eran completamente ciertas, no podría negarlas simplemente porque si, sucedieron, y no tan sólo esa ocasión. Aún si estuviera ebrio o no, aquello no era justificación suficiente. Aún así, por más que lo haya hecho, ella nunca era tan brusca, ¿cuándo se había convertido de aquella forma? — Podrías lastimarte, así que ten cuidado.—  Dije por la acción de la puerta. 

— ¿Olvidas que estudié perfectamente bien artes marciales, aru? 

— Aún así, podrías lastimarte.— Solté un suspiro, nunca había tenido problemas por mentirle a aquella nación, entonces... ¿por qué me sentía tan nervioso? — Volviendo al tema, no quería volver a hacerlo, además, tus reclamos están de más en algunos puntos. No es como si a ti no te coqueteara a cada rato Rusia. — Me acerqué un poco a ella con ademán de acariciar su mejilla o al menos, de abrazarla. Estaba seguro de que ella no me lastimaría. 

Sin embargo, ella frunció el entrecejo y su voz se escuchaba completamente distinta, más fría. 

— ¿Tras eso tratas de excusarte? ¿Cuántas veces no te di tu lugar como mi novio que eras? A sus coqueteos nunca le respondí, a diferencia tuyo siempre fui fiel, aún ahora, aru. 

La tomé por los hombros y una sonrisa apareció en mi rostro. 

— Pero China, en serio, no volverá a pasar.—  Traté de abrazarla, tenía que tenerla conmigo, después de todo, ella era mi joya, la más preciada de todas, no podía perderla ni mucho menos dejarla ir. 

— ¿No volverá a pasar, aru? No me hagas reír.—  En ese momento noté como su ceño estaba muy junto, y no pude ver que su puño se dirigió a mi mejilla, dándome un golpe directo, sin siquiera medir sus fuerzas. 

Al reaccionar me quedé viéndola fijamente, ¿qué había pasado con ella? Jamás había actuado de forma tan violenta frente a mi. 

— ¿Qué diablos te pasa? —  Grité sorprendido por aquel golpe. 

Su sonrisa se había vuelto sádica, ella no era mi China, no.

— ¿No te es suficiente con haberme hecho quedar en ridículo tantas veces, aru? ¿Acaso crees que siempre estaría esperándote como si nada pasara? 

— Yo...— Retrocedí algunos pasos, estaba sorprendido, asustado por sus reacciones.—  No esperaba eso cariño, por favor... hablemos como personas maduras... no tenemos que actuar así...—  Me acerqué y ahora si, la rodeé con mis brazos. No sentí rechazo, por tanto la abracé con un poco más de fuerza y sentí como ella comenzaba a llorar, ocultando el rostro en mi pecho. 

— ¿Por qué hiciste eso, aru? 

— Fue sin querer, cariño... — Murmuré, quería mantenerla así, hasta que desahogara todo aquel llanto deprimido que seguramente tuvo desde que volvió a atraparme. Mi hermosa asiática, nuevamente la había hecho llorar, sin embargo, trataría de remediarlo. 

— ¿No lo volverás a hacer, aru? ¿Lo prometes, aru? — Ella se separó para verme, su rostro estaba rojo, y sus mejillas totalmente empapadas en lágrimas, por no hablar de lo rojo que estaban sus ojos. 

— Seguro..— Mencioné un tanto confundido, sabía que no podía hacer una promesa así de grande, pues tarde o temprano volvería a ponerle el cuerno como siempre lo hago. Más, si eso la tenía tranquila, lo prometería. Aún si no fuera capaz de cumplirlo. Lo importante es que ella regresara a mi, no le dejaría las cosas tan fáciles a Iván.  

— Confiaré en ti...una vez más, aru. 

— Entonces, vayamos juntos a la próxima reunión.—  Sabía perfectamente que el ruso estaría ahí, y por supuesto, quería burlarme y restregarle en la cara que Chun Yan seguía siendo totalmente mía, y así seguirían las cosas.— ¿Te parece? 

Ella asintió y me dedicó una de esas bellas sonrisas que sólo ella sabe dar. — Me parece perfecto. 


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Y con esto doy por terminado el capítulo del día de hoy. ¿Comentarios? ~ 


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⏰ Última actualización: Jan 16, 2016 ⏰

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