3. Nice to meet you.

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3. Nice to meet you.

Niall.

Llegar un día antes a mi hogar estaba dentro de lo planeado, pero divisar a una joven desconocida del otro lado de la puerta forma parte de lo contrario. La casual llave que servía para entrar a la casa no permanecía más escondida en su habitual lugar, por lo que mi única alternativa era tocar el timbre como un completo extraño. Mi ceño fruncido fue un gesto que se formó notablemente, denotando confusión, al ver a quien ahora conozco como Meredith en la entrada principal. ¿Por qué?  Simplemente por la razón de esperar que la famosa au-pair de Theo fuera una señora mayor y no una persona tan jovial como yo. Mi hermano y mi cuñada estuvieron meses en busca de una niñera para mi sobrino, dado que ninguna mujer les parecía lo suficientemente capaz o "dotada" para el trabajo, lo cual hizo aún más interesante a esta chica. 

—Supongo que duermes en mi habitación. dije luego de que termináramos de almorzar; mientras yo fregaba los platos, ella secaba otras cosas. Había recordado que se cambió de ropa en mi antiguo cuarto.

Oh, eso explica mucho. —dijo sonrojándose levemente.

¿Qué quieres decir? indagué, curioso.

—Bueno, deben pertenecer a ti los viejos pósters de chicas semidesnudas, las camisetas del Derby y los trofeos de campeonatos de fútbol, entre otras cosas. contestó arqueando una ceja de manera burlona.

¿Acaso sigue estando todo eso allí? pregunté riéndome, lo cual provocó en ella también una risa.

—Absolutamente. Supongo que Greg no pudo deshacerse de tus recuerdos. opinó dejándome ver una sonrisa a labios sellados mientras se hincaba de hombros.

—Creo que al menos debería haber arrojado a la basura los pósterscomenté un tanto avergonzado.

—Yo en tu lugar seguiría conservando el de Candice Swanepoel. —emitió su voz mientras me guiñaba un ojo, divertida. No pude evitar otra risa, ésta vez haciendo un movimiento de negación con la cabeza. —Bien, creo que tu pregunta ha sido respondida. 

Así es.  afirmé.

Ahora que lo pienso, ¿Dónde dormirás tú? —preguntó, nerviosa. No tengo ningún problema en dormir en la sala. Es más-

—En la habitación de huéspedes. —contesté, interrumpiéndola rápidamente. —No hace falta decir más. Quédate tranquila.

—No quiero insistir, pero ya sabes, si decides cambiar de opininón: la oferta seguirá en pie.

—Gracias.  —sonreí ampliamente ante su amabilidad. 

No venía al caso hacerla cambiar de cuarto, sólo estaré aquí por unas semanas. Una vez terminado el aseo, cerré el grifo del agua y Meredith dobló el paño de cocina sobre la mesada. Me detuve a observarla durante ese pequeño instante en silencio y sólo pude pensar en lo atractiva que se veía naturalmente, es decir, no llevaba maquillaje y estaba vestida de forma deportiva. Eso resultaría una gran desventaja para muchas mujeres, pero no para ella. 

"Aleja esos pensamientos, Horan." Me recriminó mi mente.

—Supongo que hemos finalizado con esto. vociferé dejando en claro lo obvio. Sólo quería romper el silencio, o mejor dicho, el ruido dentro de mi mente causado por mis atropelladas ideas.

au-pair. » nh. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora