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Abrí la puerta de mi propio departamento y entré en éste; encendí las luces y cerré la puerta detrás de mí y me encaminé hacia mi cuarto, para dejar mi bolso.
Regresé a la sala de estar y me quedé parada en el medio de ésta.
¿Ahora que se suponía que tendría que hacer? ¿Qué se hace cuando te engañan? Nadie te enseña que es lo que hay que hacer en estas situaciones.
Aparté el cabello de mi rostro y suspiré, me dirigí hacia la mesada que separaba la cocina del resto de la sala y tomé mi teléfono.
Marqué un número y llevé el aparato a mi oído.
—April.
—¿Puedes venir?
—Claro, cariño.
Sonreí, a pesar de que Michael no podía verme. —Gracias.
Finalicé la llama y apoyé ambas manos sobre el frío material de la mesada.



Dejé el control de la televisión sobre el sofá, cuando el timbre sonó; me paré rápidamente y fui a abrir la puerta.
—No vine solo—extendió dos cajas de pizza hacia mi pecho—. Tú favorita.
Tomé las cajas y me apreté, dejando lugar para que pudiera pasar.
—Gracias por venir; de verdad.
—No iba a dejarte sola esta noche, no después de lo que ocurrió.
Hice una mueca que no vio, ya que se encontraba caminando hacia el sofá en donde había estado hace unos minutos.
Caminé hacia la cocina para dejar ambas cajas y buscar lo necesario para comerlas.
Tomé lo necesario y me encaminé hacia donde se encontraba. Dejé las cosas en la mesa ratona y me senté en el suelo.
—¿Ustedes sabían que...—mordí la pizza, incapaz de pronunciar sus nombres.
Enseguida comprendió lo que trataba de decir.
—Todos pensábamos que iba a ir contigo, no con Bryana.
Después de aquel intercambio, ninguno habló de nuevo. Terminamos de comer y recogí todo lo que habíamos usado, pero me interrumpió.
—Deja que lo hago yo—y me arrebató las cosas de mis manos.
Le agradecí con una sonrisa, y me senté en el sofá. A los pocos segundos, regresó y se sentó al lado mío.
Apoyé mi cabeza en su regazo, quedando acostada.
—No sé qué hacer—murmuré—. Desearía borrar este día.
Comenzó a acariciar mi cabello.
—Primero descansa; luego veremos que hacer—me indicó.
Seguí su consejo; cerré los ojos y a los pocos minutos, el sueño se apoderó de mí.

mi bT0


Broken girl; aiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora