Ella nunca llora (parte única)

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Maneja de manera rápida y cuidadosa su Harley, el agotamiento por la misión lo vence, sus tensos músculos piden a gritos un descanso, no sufrió daños mayores ¿Cómo los sufriría? Es el Capitán América, y aunque no presuma sobre ello, es prácticamente invencible. Pero aún así, solo quiere llegar a casa, tomar un baño relajante y verla.

Una sonrisa se escapa de sus labios al pensar en ella, en sus grandes y brillantes ojos esmeralda, sus preciosos rizos pelirrojos, su pálida piel y su carácter, oh dios, su carácter, piensa Steve, el ama su personalidad, la manera en que suele jugarle bromas sobre su caballerosidad, su forma de ser o su edad, la manera en que sonríe de lado, con un toque de socarronería, como ríe verdaderamente con el, lo fuerte que es, aunque odie que oculte sus emociones. Aparca su motocicleta en el estacionamiento de su edificio, y mientras sube por el elevador, continúa pensando en la bella espía rusa. Nunca llora recuerda Rogers mientras abre la puerta de su apartamento y deja su escudo en el suelo.
No lloró cuando Loki raptó a Clint Barton, su mejor amigo.
No lloró en la batalla de New York.
La "muerte" de Fury en la caída de SHIELD la descolocó un poco pero no se permitió el llanto. Estuvo a punto de llorar cuando encontraron a Steve casi muerto después de la destrucción de los Helicarriers, pero no lo hizo.
No lloró cuando se despidió de Steve en el falso funeral de Fury, aún sabiendo sus sentimientos hacia él.
No lloró cuando Bruja Escarlata la hizo recordar sus más grandes temores ni cuando después de eso Steve le pidió que estuvieran juntos y ella se negó debido a su miedo, a ser un "monstruo" y no poder darle una familia, por ser estéril.
No lloró cuando después de que Steve casi muere, ella por fin aceptó estar con él.
No lloró cuando Steve le propuso matrimonio, ni cuando se casaron, aunque Steve pudo jurar que escuchó el nudo en su garganta al decir los votos.
Por eso, cuando el Capitán la ve sentada hecha un ovillo en el sofá de la sala de estar, mirando al suelo, con una mano cubriendo sus labios y la otra en el abdomen, mientras suelta pequeños sollozos y las lágrimas deslizándose por sus mejillas sin parar, sabe que algo está mal, realmente mal.
Steve corre los pocos pasos que le faltaban para estar cerca de ella, la toma suavemente por los hombros y esto hace que la pelirroja se percate de la presencia del rubio.

-¿Qué sucede cariño? ¿Estas bien? ¿A ocurrido algo malo?-pregunta Steve. Natasha no responde y continúa llorando mientras se lanza a los brazos de Steve y esconde su rostro en el pecho del Capitán. Rogers la abraza por unos segundos y después la toma delicadamente del mentón haciendo que la Espía lo vea a los ojos, en cuanto lo hace, se percata de que las lágrimas siguen deslizándose por sus mejillas, pero está sonriendo, la sonrisa mas bella que Steve conoce es la de ella, y el podría jurar que ahora le parece diferente, mucho mas deslumbrante porque expresa la felicidad que consume a su dueña en este instante, lo que deja al Capitán mucho mas confundido. Natasha se separa levemente de Steve y extiende la mano derecha hacia un lado tomando unos papeles que están en el sofá (los cuales el soldado no había notado) y se los extiende a Rogers. El los toma y, confuso, comienza a leerlos, al darles un pequeño vistazo se percata de que todas son iguales, y conforme continúa leyendo se da cuenta de lo que son: Análisis de embarazo, y no solo eso, son positivos, todos y cada uno de ellos. Steve mira a Natasha, realizando la pregunta silenciosamente, solo viéndola a los ojos.
-Es cierto-dice Natasha- últimamente me estuve sintiendo mal y no quise preocuparte, me hicieron los análisis y me mostraron los resultados hoy, yo no les creía, se supone que soy o mas bien era estéril, y entonces me hicieron un ultrasonido, y lo vi, también lo escuché- la espía le entrega una pequeña foto de una ecografía que (de nuevo) Steve no sabía que Natasha sostenía- Es real Steve, y es nuestro.-
-Nuestro pequeño-dice Rogers aún asombrado- tendremos un hijo- dice esta vez más fuerte y con la emoción invadiendo su voz.
-O una hija Rogers- dice Natasha sonriendo de lado con voz burlesca, y de no ser por los rastros de lágrimas en sus mejillas, nadie podría saber que estuvo llorando- quien por cierto, aparentemente me hace sensible, malditas hormonas.-
-Lenguaje- dice Steve de manera juguetona- ¿Cómo pasó?-pregunta. Natasha sonríe pícaramente y ante este gesto Steve se sonroja al instante, aún estando casados por casi un año, el siempre será (según Natasha) "un hombre de la vieja escuela".
- Pues al parecer el Suero no solo regenera tus células, sino que con todas las cosas que hemos hecho el último año- el comentario hace que Steve se sonroje aún más (si es que es posible)- ha reconstruido el daño de la ceremonia de iniciación.-
A Natasha le molesta hablar de su pasado en la sala roja, pero ahora, en este instante, ni siquiera le importa, nada empañaría su felicidad.
Steve se acerca a ella, la besa transmitiendo todo el amor que le tiene, posa una mano en la pequeña cintura de la agente y la otra la desliza por debajo de su blusa, acariciando delicadamente su vientre. Se separan unos milímetros, con la respiración agitada.
-Gracias- susurra Natasha cerca de sus labios- te amo.-
- Yo también te amo, y se supone que yo debería estar agradeciéndote, eres tu quien lo traerá al mundo.-dice Steve, Natasha sonríe de lado.
- Tu fuiste quien lo puso dentro- responde mientras posa una mano en su vientre sobre la de Steve.- ¿Quiere saber cómo Capitán?.-
Steve no responde, en cambio, la besa apasionadamente y la toma en brazos, cargándola hasta su habitación.

***
Lo siguiente que sucede es... Ya saben... * coff coff fondue coff coff* espero que les haya gustado *u*

She Never Cries (One-Shot Romanogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora