Esta Bien ¿no?

Si así lo sientes, esta bien

Sintió como el pecho se le oprimía, tuvo las incontenible ganas de salir corriendo de ahí, sin contar con el silencio de C-ta que no ayudaba en nada, estaba temblando, sus manos estaba temblando descontroladamente, su cuerpo estaba ardiendo, y su garganta estaba apretada, le faltaba el aire, su boca estaba seca. Estaba en un horror absoluto.

Se acaba de confesar, de verdad lo había hecho. A su mejor amigo, enserio, enserio, lo había hecho. ¿Que demonios estaba pensando? Por varios segundos sólo quería desaparecer y hacerle olvidar a C-ta lo que le había dicho, pero no lograba hacer nada, sólo se quedó ahí, quieto, nervioso, desplomandose por dentro, esperando que C-ta dijera algo.

¿Por que no decía nada? A-ya no lo estaba mirando, no sabía que expresión tendría, sólo esperaba que rompiera el silencio, pero no lo hiso durante unos segundos en los cuales su cabeza no lo ayudó a ser lógico.

¿Acaso ya no lo quería? ¿De verdad se alejó por que no lo quería cerca? Y ahora que se confesó ¿Que debería hacer? Si C-ta no lo quería no podrían ser más amigos, y si lo quería ¿Comenzarían a salir? Digo, ¿comenzarían a salir de verdad? ¿De verdad le perdonaría lo que había hecho?

¿Por que no respondes...?!

Su cabeza sentía que le iba a explotar, quería que le dijera algo, cualquier cosa, eran sólo unos pocos segundos de silencio, pero a A-ya le parecieron horas. Horas interminables debatiendo en su cabeza las miles de posibilidades que podrían pasar.

C-ta estaba anonadado, no atinaba a decir o hacer nada, ¿había escuchado bien? Lo dijo despacio, pero, podría jurar que acaba de escuchar a A-ya decir... que lo quería? ¿Era en sentido amoroso no? Tenía que ser en ese sentido, si no, no tendría sentido el porque estaba aquí.

-Di algo! -dijo frustrado A-ya sin mirarle a la cara, mordia sus labios y trataba de reducir el temblor de sus manos apretandolas en puños.

-Eh? No, digo... sabes lo que estas diciendo no? Es una... es algo muy serio... -le respondió tratando de explicarle, casi intentando hacerlo volver en si, no creía que A-ya estuviera enamorado de él, no lo creía, hasta el último segundo de habérsele confesado, pensó que A-ya sólo estaba confundido.

Si A-ya hace unos momentos estaba enojado, ahora estaba muy más molesto

¿Que clase de respuesta es esa?

Se le confesó, tanto que le costó, y duda de que se lo diga enserio?

-Sé lo que estoy diciendo -se las arregló para mirarlo directamente a los ojos, a pesar del miedo, como tratando de demostrarle con la mirada que estaba seguro, que decía la verdad- no te quiero sólo como amigo -aun intentando mantener la compostura dijo firme aunque más bajo- me gustas ¿entiendes?

Espero una respuesta verbal, pero esta no llegó, aún así, lo que vio fue mucho mejor. Logró ver claramente como el rostro de C-ta se transformaba, desde la resignación a la felicidad extrema, sus ojos brillaron más que nunca antes y en su sonrisa lograron verse sus dientes blancos, y acto seguido, rápidamente sin que A-ya reaccionará lo abrazó fuertemente.

Muy fuerte, como queriendo unir su cuerpo con el de él, como si no quisiera soltarlo nunca, como si A-ya realmente fuera algo muy valioso que no quería soltar nunca con miedo a dejarlo ir, podía escuchar en su oído, los suspiros de C-ta, se escuchaban casi como unas risas, podía notar la felicidad en ella, había conmocion en ella, se preguntó si estaría llorando.

El abrazo no parecía querer romperse, y A-ya luego de reaccionar, correspondió al abrazo lentamente e inseguro de que hacía, pasó sus manos por la espalda de C-ta y lo presionó aún más - si es que era posible - le pareció increíble, como en el instante en que se abrazaron, su nerviosismo desapareció, y su corazón se calmó, pero comenzó a latir con más potencia. Podía sentir en su pecho el latir del corazón de C-ta contra el suyo, realmente pensó que se quedaría dormido, fue una sensación tan agradable.