Sinceridad

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   Se recostó sobre la cama -más bien se tiró sobre ella- esta exhausto, sólo quería alejar esos vergonzosos recuerdos que no paraban de volver de lo que estaba haciendo con C-ta hace sólo unos minutos. Pero lo que más quería alejar de él,  era esa horrible sonrisa que se formaba al recordarlo.
  
   Se sentía bien y mal, sentía que quería y no quería que pasará lo que estaba pansando, sentía que quería y no quería estar en una relación con C-ta.
  
   No porque no le gustará, C-ta le gustaba y de eso estaba seguro, era sólo que, estar en una relación y tenerlo tan cerca, hacer ese tipo de cosas, le producía emociones demasiado fuertes, emociones tan grandes, tan grandes que creía que no cabían dentro de él y las volvía dolorosas. Era difícil de explicar.
Pero, tener a C-ta tan cerca, y poder estar así con él,  hacia que el corazón le latiera tan rápido que su pecho comenzaba a doler y pensaba que se iba a desmayar y sólo tenía ganas de salir de esa situación, salir de ese lugar, a un lugar donde C-ta no estuviera, donde sólo estuviera él y la tranquilidad, donde no se sentía nervioso o ansioso o avergonzado, pero a pesar de todo eso, no podía evitar sentirse feliz de poder estar así, nunca se había imaginado con alguien -mucho menos con C-ta- pero ahora, sobre cosas buenas o malas, no podía sacarselo de la cabeza.
  
   Se maldijo y se insultó a si mismo por no poder mantener la compostura cuando estuvo con él, por dejarse llevar y por que quería, lo que había pasado lo hacía sentirse culpable por una razón que desconocía y a la vez feliz.

   -Te amo...

    ¿Cómo podía decir esas palabras tan fácilmente? Amar no era algo de lo que A-ya estuviera completamente seguro de que significara, sonaba, muy serio, algo muy intenso. Se sonrojo y puso su cara contra su almohada.

   Se sentía en desventaja, C-ta siempre parecía tan tranquilo a su lado, como si nada, podía decir cosas de amor, como si nada, y lo podía hacer caer y mantenerlo pensando en él, A-ya se sentía completamente vulnerable. Sentía que no podía dejar de decir que sí y se sentía mal por ello, genial, no llevaban ni dos semanas saliendo y ya se estaba creando problemas.

   Se preguntó si C-ta también estaría pensando en él. Sintió que el pulso le latío con más fuerza, estaba acostado y completamente relajado, su respiración era lenta, y sus latidos tan intensos que podía escucharlos y sentirlos perfectamente.

   El sonido de mensaje de su celular, lo sacó de sus pensamientos. Alargó su brazo para alcanzar su celular sobre su mesa de dormir, y en la oscuridad -llegó y se tiró en la cama sin siquiera prender las luces- revisó el mensaje

[C-ta: Estas bien? Te fuiste derepente así que me tienes un poco preocupado]

   Dejando de lado lo lindo que pensó que era que C-ta se preocupara de él,  recordó que le había mentido, no debería afectar mucho ¿verdad? Fue sólo una mentira que ni pensó. Pero, pensando en ello ¿Que pensaría su madre de que estuviera con C-ta? No creyó que le molestase, es decir, C-ta siempre lo había catalogado como "un buen chico" así que estaba bien ¿no?

Tomó su celular y convenciendose de que no fue con maldad la mentira y que sus mamá pensaría bien, respondió el mensaje

[A-ya: Ya llegué hace varios minutos y ya arregle el asunto con mi madre.]

De una mentira nace otra

Miró la pantalla esperando la respuesta de C-ta pero sólo apareció en toda la pantalla su nombre y dar a contestar la llamada. Con unos nervios estúpidos que se quitó de encima, contestó

- Hola?- dijo

'Hola?' ¿En serio? Se reclamó en su mente.

- A-ya!- pudo escuchar su nombre felizmente llamado desde el otro lado- Que bueno que llegaste bien, oye ¿Por que llegó tu mamá más temprano? ¿esta todo bien?

Esta Bien ¿no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora